De repente la voz desaparece sin dejar rastro. No se oye nada, ni siequera la respiración de Rachel que está a casi cuatro centrimetros de tí.
Relajas un poco la postura de ataque y guardas la espada en su baina.
Miras a Raven, está parada, rígida como un palo. Está dandote la espalda. Le apoyas una mano en el hombro. Ella se sobresalta y se gira rápidamente.
Te mira profunda y sinceramente. La gente tiene razón. Los ojos son las ventanas al alma.
Quieres apartar la vista, pero no puedes. Se te empieza a acelerar el corazón y notas que estás empezando ruborizarte.
Pero ella no aparta la vista, te sositiene la mirada.
Reúnes valor y enfocas tu mirada en esos ojos violetas que te vuelven totalmente loco.Ella al instante destensa los músculos y pega la espalda a la pared con cuidado.
-¿Quién era? -le preguntas en voz baja y calmada.
No te responde. Esboza una leve mueca y gira la cabeza para no mirarte.
Te tomas un momento de silencio para pensar mientras te sientas a su lado.
Te inclinas hacia delante para intentar verle la cara. Nada, el pelo la tapa.
-Rachel... -murmuras. Sientes un pequeño escalofrío que te recorre todo el cuerpo al pronunciar su nombre.
-No...era nadie... -notas que le a costado decirlo.
-¿Ah, sí ? A mí me a parecido que si que lo conocías... -no puedes evitar fruncir un poco el ceño.
Gira la cabeza con un movimiento rápido para mirarte otra vez directamente a los ojos, amenazante.
Te sobresaltas y empiezas a ponerte nervioso.
Relaja la mirada con un gesto de pena. Tu haces lo mismo al verla.-Lo siento.
Lo has dicho tan de repente, y viniendo de tí que se sorprende notablemente.
-¿Damian Wayne acaba de disculparse?- dice con una sonrisa en los labios.
Quieres sonreír por que la has visto de nuevo algo alegre, pero te obligas a defenderte furioso para no levantar sospechas.
Sueltas algo parecido a un gruñido y apartas bruscamente la cabeza para mirar con atención la pared de enfrente algo ruborizado.
-¿Por qué me pides disculpas...? -pone un tono serio y frío.
Suspiras y la miras.
-Todo esto es mi culpa...
-¿Por qué? - se sorprende.
"¡Ha sido mi culpa que nos quedemos aquí atrapados, que te estés desangrando poco a poco, que casi!... te pierda... "
Te provoca un dolor extraño haber pensado las últimas palabras.
Quieres decírselo, pero no puedes, ... no puedes...
Te das cuenta de que has hecho una pausa demasiado larga para pensar por que Rachel te está mirando, esperando y algo confusa.
-Nos metieron aquí por mi culpa, yo fuí quién nos trajo a ésta trampa del infierno... -dices con desdén las últimas palabras apartando la cabeza bruscamente.
Cierras los ojos con fuerza, con la esperanza de despertarte y encontrar a Raven sana y salva fuera de aquí. Pero sabes perfectamente que no es así...
De repente notas algo frío y suave que te toca la mano. Abres mucho los ojos y volteas la cabeza.
Raven está mirándote, consoladora. Y ha entrelazado sus dedos con los tuyos. Notas como empiezas a arder y el autocontrol comienza a desaparecer.
Intentas parecer calmado y normal y no apartar la vista de ella.
-Nada de esto a sido culpa tuya, Damian.
Otro escalofrío con algo más de intensidad.
"Genial... "-gruñes.-En todo caso es culpa mía. Yo fuí quién nos metió aquí. E... Él solo me quiere a mí...
Agacha la cabeza y mira al suelo, triste.Te relajas un poco al ver que realmente te necesita en ese
momento.
Te sientes desvanecer cuando te aprieta la mano y tú haces lo mismo.
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DESESPERACIÓN
Fanfiction¿Se puede odiar y querer a una persona al mismo tiempo, querer matarla, sin memoria, sin lugar...?