DESESPERACIÓN

CAPÍTULO II CACERÍA

Te preguntas cual será su primer movimiento.
Tu respiración es agitada.
La de Raven también.
La sombra te mira detenidamente unos segundos.
Sus ojos parecen dos agujeros profundos blancos.
Después de mirarte concentra su mirada en Raven.
Como un reflejo te pones delante de ella interrumpiendo su visión.
La sombra vuelve a mirarte a ti.
Aprietas los dientes con brusquedad.

-No te acerques... -siseas amenazante.

La sombra da un paso hacia delante.

Notas como el líquido rojo está empañando la tela.

Da un paso hacia delante. Instintivamente retrocedes tú también.

Crees que la sombra siente tu miedo.  Y es que lo tienes.  Es una sensación un tanto extraña.

De repente ataca,  va a atravesar tu cabeza con la espada pero haces un movimiento brusco y lo paras de milagro.

Estás jadeando.  Notas como unas gotas de sudor frío te recorre la mejilla.

Vuelve a atacar,  ésta vez haia tu abdomen.
Lo esquivas con un movimiento rápido y esta vez eres tú el que reacciona.

Reúnes las pocas fuerzas que te quedan e intentas atravesarlo con la espada,  pero las dos armas chocan y tú ya no das más de tí.

Relaja la postura y se hacerca a tí.  Intentas defenderte,  pero es inútil.

Te coge del cuello de tu traje y te levanta sobre un metro del suelo.
Te retuerces, pataleas y gruñes,  pero la sombra sigue ilesa e intacta.

Te arroja al suelo de sopetón y paras el golpe con las manos,  cayendo a cuatro patas.
Notas que algo en tus manos a crujido.  Y piensas que ahora aparte de tener la herida en la mano te la has roto.
Apoyas la espalda en la pared y buscas con la mirada tu espada.
Pero es imposible llegar a ella,  está apartada en la pared de enfrente. 

-Mierda...

Intentas levantarte.  Nada.  No puedes más.

Te fijas en que la sombra ya no tiene su atención en tí,  se acerca a Raven cada vez más.  Para tu sorpresa ella no retrocede ni muestra ninguna debilidad.  Se mantiene allí.  Firme y con el ceño ligeramente fruncido.

Vuelves a intentar levantarte.  Pero nada.

Se está acercando demasiado.

Lo intentas de nuevo y por fin lo consigues.
Con una mano apoyada en la pared avanzas lo más rápido que puedes,  o sea,  lento.

De repente Raven se mueve.  Parece que se va a transformar en algo.
Eso es.  Un cuervo.
La chica de aspecto frágil se convierte en una sombra con forma de cuervo y aura morado.
La sombra reacciona y va a atacar.  El cuervo la esquiva y va directo hacia a tí.
Cierras los ojos y ya no ves nada.
Raven te ha metido dentro de su forma.

Allí te sientes extrañamente cálido y seguro.  Como si todos los problemas hubieran desaparecido.  Notas que os estáis moviendo.  Sientes como girais las esquinas y recorreis los largos pasillos obscuros.

Te permites el lujo de cerrar los ojos y dormitar.  Aunque solo sean unas milésimas.

El cuervo te deja con cuidado en el suelo y se empieza a transformar de nuevo en una chica.

Ves que Raven va a caer insconciente y detienes la caída sujetandola con los brazos.  Te apoyas en la pared.

-Raven.
Entreabre los ojos.

-Eso a sido una estupidez -la regañas con un tono más firme de lo que pretendías.

-¿Y que tendría que haber echo?
Si voz suena muy débil.  Como un susurro asustado.

-Deberías haber huído.

-¿Y dejarte solo para morir? -levanta el tono de la voz.

En el fondo te alegra verla así.  Normal.

-Podrías haber muerto.

-Igual que tú.

La miras sin remedio y la ayudas a incorporarse.

Esboza una mueca de dolor y se apoya en la pared con un resoplido débil.

-Ahora has gastado todas tus fuerzas llevándonos hasta aquí.

Rompo el silencio.

-¿Como va tú muñeca?

Ignora tu comentario.

"¿Ahora me pregunta como estoy? "

Desatas el nudo de la tela y te la quitas.

Intentas no gritar.

-Vaya,  no tiene muy buena pinta...- frunce el ceño y aprieta los dientes.

- Ahora mismo me preocupas tú más que yo... la tuya es en el abdomen...

Raven esboza una medio sonrisa consoladora.

Pones gesto de enfado y te acercas rápidamente a ella.

Colocas tus manos en el nudo y lo desatas.

Solo ves rojo y un corte profundo aún más rojo.

-Estoy bien.

-Esto me dice lo contrario Raven.
Ve que te has puesto serio.

-Si no salimos de aquí pronto se van a infectar.

-O nos desangraremos.

-Sí. Una de dos...

No puedes evitar reirte débilmente.

Ella te mira con confusión. Lo que solo provoca que sonrías más.
Hace un gesto de incomprensión y apoya la cabeza en la pared para cerrar los ojos.

Dejas de reirte y haces lo mismo que ella.  Descansas la vista.

-Deberíamos dormir un poco - habla de repente - estamos agotados.  Tendremos que hacer guardia. Puedo empezar yo y...

-No.- la interrumpes- yo haré la primera guardia, tu estás mucho peor, necesitas descansar.
Te levantas disimulando el esfuerzo y empiezas a ir de un lado a otro con el mismo patrón.