CAPÍTULO VII. DOLOR SILENCIOSO

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Hace un buen rato que lleváis andando en silencio,  esperando alguna otra aparición de Ryan.  Agracedes ese silencio.  Entre el dolor, la falta de meditación y Damian ya no puedes más.

Te aprietas con los dedos el abdomen.  Antes de andar Damian te había puesto otra capa más de tela para que no te desangrases.

Está indiferente,  mirando al suelo y con los brazos echados para atrás.  Está a unos escasos centímetros de tí y no puedes oir su respiración.

Pero la pregunta que ahora ronda rn tu mente es la de como Ryan sigue vivo...
Recuerdas vagamente que antes erais amigos,  antes del accidente.  Sacudes la cabeza levemente como si quisieras apartar de allí esos pensamientos.

-¿Y bien...? - pregunta de repente Damian destrozando el bonito silencio.

Parpadeas un par de veces antes de responder y mirarlo.
-¿Y bien qué? - respondes más fría de lo que querías. 

Damian te mira serio antes de continuar.
-No respondiste mi pregunta.

Abres un poco los ojos mientras apartas la cabeza para que no te vea.

Respondes con un silencio largo.

-No me has respondido a quién era ese.

-Yo... -no te sale la voz-no lo conozco...

Pone cara de fastidio y se para de pronto.
Te paras al verlo a varios pasos por delante de él.

-Mientes muy mal,  Rachel... - dice burlón con una sonrisa en los labios.

Entrecierras los ojos y lo miras desafiante.

-Por favor,  dímelo. - te pide.  Parece sincero.
Te dá algo de lástima y avanzas un paso hacia él.

-Es Ryan.

-Está  bien... Eso ya lo sabía.  ?De qué lo conoces?

-Podría decirse que fuimos amigos durante mi estancia en el infierno... -cierras los ojos y aprietas los dientes al terminar la explicación.  Como si esperases la reprimenda de tu amigo.  Pero este solo te mira algo sorprendido con los brazos cruzados.

Otro silencio,  ésta vez algo incómodo...

Damian no te quita la vista de encima,  no quieres caer en su trampa así qué  tú tampoco la apartas.
-¿Era...?

-Sí, lo era... Tuvimos... una discusión.  Estuvimos un tiempo sin ser amigos y después...-no pudiste terminar la frase.

-¿Después qué? -avanza un paso hacia a tí.

-...murió... -murmuras con la mirada en el suelo.

Damian te mira sorprendido.

-Pero... Es imposible.  Hace nada estaba hablando con nosotros,  Raven.

-¡Yo tampoco sé como es posible! - gritas tan de proque hasta tú te sorprendes y callas a Damian - solo quiero salir de aquí...
Sientes que estás apuntó de llorar, asi que te sientas apoyada en la pared y ocultas la cara en las rodillas. No quieres que Damian te vea así.

Te mira con compasión.
-Saldremos de aquí.
-Yo no estoy tan segura...
Tu voz suena amortiguada.
-Ni siquiera sé si sobreviviremos... -añades en un susurro.

Se sienta al lado tuya, tan cerca que vuestros brazos se rozan.



-No digas eso.  No pienso permitir que te pase nada. -respondes con voz firme y algo insensible.

No dice nada,  así por unos minutos, hasta que entiendes que la conversación ya se ha acabado para Rachel.
-Jamás me perdonaría si te pasase algo... -añades en un susurro disponiendote a
descansar para prepararte para el infierno que se acerca.  Sobre todo para ella.

No pudiste evitar soñar con Raven...

DESESPERACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora