"A veces los lugares humanos crean monstruos inhumanos."
-Stephen King.
—¿Dibujos y un trozo de tela? ¿Esas son todas las pistas que han encontrado? —Inquirió despectivamente.
Tracker lo fulminó con la mirada. Realmente despreciaba a ese tipo. Había tenido la oportunidad de cruzárselo en unas cuantas ocasiones en algunos viajes hacia Robania y jamás había podido intercambiar más de dos frases sin sentir deseos de ahorcarlo.
—No, esas son todas las pistas que tú estás dispuesto a ver —respondió el detective mosqueado por su actitud—. Tenemos el indicio de los cuervos, un testigo y...
—¿El testigo muerto? —Interrumpió el otro investigador. Tared gruñó por lo bajo. Tampoco era de su agrado; lo odiaba incluso más de lo que odiaba a Tracker—. ¿Y qué testimonio podría darnos tres metros bajo tierra?
—Su testimonio son los dibujos. —Tracker estaba siendo muy paciente, pero sabía que en cualquier momento Tared querría darle una golpiza al arrogante de Boblín; y la verdad era que si eso ocurría, no pensaba detenerlos—. Habló un poco antes de que...
—¿Dio nombres? ¿Detalles del asesino?
—Quizás si dejaras de interrumpir, podrías saber toda la información que necesitas —escupió Tared con fastidio.
El gordinflón no se llevaba del todo bien con Tracker, se burlaba de él y no lo soportaba. Pero de alguna forma, le tenía cierto respeto. Tracker era muy inteligente y astuto, había resuelto unos cuantos crímenes y eso hacía que no le desagradara tanto; el cretino era bueno haciendo su trabajo. Quizás era demasiado confiado y un poco engreído cuando daba con los culpables, pero no lo odiaba; solo lo consideraba alguien que no era de su agrado. Boblín era otra cosa, un asunto totalmente diferente. Ni siquiera mostraba el mismo respeto que Tracker para dirigirse a él; y eso que Gustavs era de lengua afilada cuando se dirigía a él, pero siempre con respeto y modales. Víktor Boblín era irritante e irrespetuoso. Un hombre totalmente insolente y maleducado. Tared lo odiaba, mucho más al saber que era un forastero intentando inmiscuirse en un asunto que solo correspondía a los habitantes de Asinis; un oportunista.
El forastero le dedicó una mirada no muy agradable antes de dirigirse al detective de nuevo. Tared también odiaba que lo tratase como si su trabajo no fuera la gran cosa, como si él no fuera la gran cosa. Lo minimizaba y odiaba que un mocoso hiciera eso; mucho más cuando no tenía mucha fama y logros con los que sustentar su soberbia. Tracker al menos tenía un poco de respeto al dirigirse a él.
—¿Qué dijo el testigo?
Tracker lo miró con fastidio y dio un sorbo a su taza de café con extrema lentitud. El detective entrecerró sus ojos hacia el rubio y el asinisiano ocultó una sonrisa tras la taza. Tracker odiaba ser interrumpido y cuestionado con soberbia por alguien que no poseía todos los conocimientos sobre el asunto como él, pero sabía que Boblín era impaciente y acelerado. Odiaba esperar y que todo se mantuviera tranquilo en una situación de tensión. Tracker no estaba para nada tranquilo con un asesino suelto y cazando niños a gusto, pero podía permitirse devolverle el sentimiento de fastidio aparentando que sí estaba tranquilo y tenía todo el tiempo del mundo para responder. Unos segundos de tortura a aquel niño insolente no lastimarían a nadie.
—Dijo que el hombre lo había visto y... —hizo una pausa extremadamente larga viendo el rostro impaciente del forastero y eso hizo sonreír a Tared con gozo. Algunas veces Tracker le caía bien— que los dibujos estaban relacionados con lo que había pasado.
Por supuesto que no iba a revelarle todas las pistas que habían encontrado. No iba a permitir que tuviera ventaja sobre él. Quizás la única palabra que Marek había conseguido darle como pista era un total acertijo, pero él amaba los acertijos y sabía que el asesino de los cuervos tenía los días contados; y ese asesino era asunto suyo, no de Boblín.
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#1. El anuncio de los cuervos #1. AnimalesOscuros (✔)
Mystery / Thriller𝑷𝑹𝑰𝑴𝑬𝑹 𝑳𝑰𝑩𝑹𝑶 COMPLETA✔ En Asinis, los pueblerinos vagan por las calles con la inseguridad de vivir, la falsa alegría que fuerzan sus ojos demuestra un temor profundo. La paranoia está presente en cada uno de ellos cuando los ven. La magni...