#1. El anuncio de los cuervos #1. AnimalesOscuros (✔)

0. Nace un ritual

Las ramas de los árboles se agitaban ante el céfiro de la noche del 24 de diciembre de 1807; la nieve caía con una mortal intención sobre el pueblo de Asinis. Hacía un mes que había comenzado a nevar a diario y los pueblerinos habían comenzado a recolectar leña por montones. Varios de ellos debían viajar por más de dos días para conseguir ciertas verduras que la nevada había destruido.

El pueblo estaba coloreado por una gama de grises; y los rostros de los habitantes estaban teñidos en sufrimiento por la maldición del invierno. Las mujeres cocinaban calientes guisos mientras mantenían sus hogares calientes esperando con entusiasmo el regreso de sus maridos del trabajo y de sus niños de la escuela. Los pequeños parecían divertirse entre guerras con bolas de nieve, hombres de nieve y los ángeles que hacían en la nieve; aquel clima cruel y mortífero para los adultos, se veía mágico para los niños.

Pero no todos estaban felices con el clima mágico de la navidad. Una pequeña se hallaba angustiada ante la sensación de una persistente mirada sobre ella. Marion acabó de contar e iba a buscar a sus amigos cuando observó entre los árboles del bosque y las montañas de nieve, pero ninguno de ellos se hallaba cerca. Sin notarlo, fue adentrándose más al bosque en busca de sus amigos, pero aquellos árboles oscuros y retorcidos que comprendían el bosque conseguían crispar sus nervios y causarle terror. Llamó a sus compañeros a gritos y ninguno respondió. Entonces escuchó el crujido de una rama al romperse y volteó buscando el origen del sonido, pero solo vio un bulto blanco correr de un árbol a otro.

Retrocedió con el temor apoderándose de ella y comenzó a buscar alguna vía de escape. El graznido de los cuervos en los árboles la desconcertó; y ante el sonido de un crujido aún más cerca, se echó a correr perdiéndose en la profundidad del bosque. Su torpe ritmo entre la profunda nieve la mantuvo en desventaja con su perseguidor, pero no se dio por vencida e intentó escapar sin dejar de observar hacia atrás, notando que se acercaba cada vez más a ella.

De tanto mirar detrás acabó chocando con un árbol y cayó en la fría nieve, vulnerable ante su perseguidor. Un poco aturdida intentó escapar, pero al ver tan próximo al sujeto comenzó a gritar con desespero pidiendo por ayuda. No sabía cuáles eran sus intenciones, pero sabía que de nada bueno podía tratarse cuando portaba un cuchillo enfundado en un cinturón de cuero marrón. Antes de que la pequeña pudiera escapar, el persecutor golpeó su rostro haciendo que cayera inconsciente en la cruel nieve.

Horas más tarde los niños se cansaron de esperar a ser encontrados y volvieron a sus hogares con sus familias creyendo que la pequeña se había ido y los había dejado abandonados como parte de una broma. Los padres de la pequeña visitaron casa por casa en busca de su hija, pero nadie parecía haberla visto después de que se había ido con los niños a jugar al escondite.

Cuando faltaba solo una hora para que la Navidad; y los angustiados padres de Marion esperaban en su casa a que apareciera pronto, se escucharon graznidos por montones. Salieron de su casa; igual que todos los curiosos habitantes que se habían despertado por ese extraño y peculiar sonido; y observaron en el cielo una gran parvada de cuervos revolotear en un círculo. No comprendían aquel extraño comportamiento, esos animales solían estar en el bosque y no solían ser tantos en aquella época del año.

Las oscuras aves bajaron en picada y descendieron con majestuosidad sobre la nieve, donde se posaron para observar a los pueblerinos con acusadores y penetrantes ojos. Cuando iluminaron a los magníficos cuervos que saltaban sobre la nieve descubrieron que sus patas estaban cubiertas de un líquido rojizo, el cual parecía ser sangre. Se acercaron para verificarlo y las aves apenas se movieron de su lugar, pero aquello que adornaban sus patas efectivamente era sangre.

Las observaron a todas y descubrieron que estaban en fila, señalando un camino que guiaba al bosque. Abrigándose con pieles, mantas y botas tomaron antorchas y siguieron el camino mostrado por las aves mortales; las cuales los guiaron hasta lo profundo del bosque y a medida que se iban acercando, había más sangre esparcida por la nieve.

Al llegar al ansiado lugar por las aves, el horror los invadió y el pueblo se apesadumbró ante la pérdida de aquella niña que yacía sin vida y cubierta de su sangre en un acto macabro. Aquella tragedia desgarró el corazón de varios; entre lágrimas y angustia procedieron a transportar el cuerpo de la niña para realizar un funeral que consiguiera calmar aunque sea un poco la pena de sus padres.

Fue entonces que las oscuras aves levantaron vuelo dando por acabado su anuncio de medianoche.

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Les dejo este inicio ya subido. El lunes comienzan las actualizaciones, serán seguidas.

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