"El sabor de los labios de Akko es cálido. No como el fuego, que devora todo lo que toca. Es tibio y reconfortante, y ciega mi voluntad". Diana recordaba la primera vez que besó a Akko, al tiempo que se dirigía al laboratorio de Croix. Sin saber exactamente el porqué, -tal vez para calmarse un poco- rememoró ese instante. "Recuerdos. Nuestra memoria es aliada y enemiga al mismo tiempo. Pero. . .¿Que sería de mí, si no pudiera rememorar los momentos que compartí con Akko? Si no puedes recordar, ¿para qué vivir, entonces?"
El laboratorio de Croix era moderno. No disponía del clásico instrumental de las brujas, con calderos, frascos de ingredientes o gatos negros. Se asemejaba mas a un cuarto de máquinas; demasiado impersonal, como una habitación de hospital. El único detalle que delataba la presencia de Croix ahí, era un simpático tazón con unos palillos encima. Probablemente para el consumo de fideos ramen. Con mucho cuidado, Diana recostó a Akko en la mesa principal. Halló un poco de desinfectante y un paño limpio, con los cuales procedió a limpiar las heridas de su novia.
Encontró un orificio de salida en la parte superior del pecho de la castaña. Grumos de sangre seca y una sustancia blanquecina que no pudo identificar, rodeaban el corte. Diana se puso pálida -aún más- y su respiración comenzó a acelerarse. Las piernas de Akko tenían moretones y rasguños. Su pulso era muy débil. Sin embargo, la expresión de su cara era tranquila, como si solo durmiera. Diana comenzó a gemir, y no pudo reprimirse más: gruesas lágrimas salían de sus ojos azules, y se recostó con mucho cuidado al lado de Akko.
- Akko, Akko. . .perdoname. . Esto fue mi culpa. . ¿Me escuchas?
El llanto de Diana inundó el recinto.
Parecía que de pronto el Mundo se había silenciado completamente. Luna Nova, Londres, Paris, ningún lugar generaba ya sonido alguno.
La tristeza de Diana Cavendish rompía el corazón.
Acarició la mejilla de Akko con dulzura.
-Si no hubiera reaccionado de forma violenta. . de haber intentado detenerte. . . Akko, no te vayas. . . Quédate conmigo. . Ya no tengo a mis padres, no soportaría perderte a ti también. . Yo te amo. . . Eres la Luz que me da fuerza cada día. .!No te mueras!. . Por favor. .
Se acercaba el ocaso. La hora en que la frontera entre el día y la noche se desdibujaba, un estado intermedio de la Naturaleza propicio para conectar con el más allá. No era casualidad que pintores y fotógrafos capturaran bellos paisajes inspirados en el crepúsculo, como también se le conocía, tan breve, por lo demás.
De repente, Diana sintió escalofríos y mucho miedo.
-"Mamá, que debo hacer. . . Sé que me estás mirando. . Si tan solo pudieras ayudarme. . ." pensó la rubia con los ojos cerrados.
Una luz repentina inundó el laboratorio.
Croix llegó a la mesa de operaciones. Su mirada fría y de autosuficiencia pasó de Akko a Diana, deteniéndose en esta última.
-Señorita Cavendish, póngase de pie por favor. . Comprendo tu preocupación por la salud de Akko, pero créeme; estando ahí tendida con ella, no solucionarás el problema. Ven, acércate.
Diana tuvo que reconocer que la profesora tenía razón. Se enjugó como pudo algunas lágrimas, se alisó lo que quedaba de su vestido, y se dirigió a Croix:
- ¿Cómo ayudaremos a Akko, profesora Croix? La herida que tiene en el pecho es profunda, ni siquiera sabemos si alguno de sus órganos sufrió daño. . .quizás su columna. . .oh Dios mío. .
-¡Escúchame Diana! Procura conservar la sangre fría.
Croix activó su computadora principal. Parecía que realizaba un escaneo del cuerpo de Akko. Con su tableta dio inicio a diversos mecanismos, que arrojaban datos en la gran pantalla.
-Mientras concluyo los primeros auxilios, te diré lo que has de hacer, si quieres que Akko se recupere. La herida provocada por un hechizo no es común, por tanto, el tratamiento indicado debe ser mágico. Aunque médicamente Akko cure sus heridas, es posible que no despierte. Como si estuviera en coma. Eso se debe al efecto del Shiny Arc, cuyo ataque busca eliminar todo poder mágico del oponente, destruyéndolo o absorbiéndolo. Akko nació en Japón, como bien sabes. Ella tiene un lazo con esa región. Un vínculo. Su espíritu y ancestros, residen ahí, podría decirse. . .
Diana miraba el rostro de Akko. Reprimió unas ganas incontenibles de besarla. La luz blanca del laboratorio parpadeaba justo debajo de ella. Croix continuó:
- Abriré un portal Ley Line que te llevará a un templo en la región de Hokkaido. Una vez ahí, recitarás el hechizo: "Sybilladura Lelladybura" y solicitarás que la salud de Akko se restablezca por completo. Debes creer con todo tu corazón de por medio, en la recuperación de Akko. Si dudas, aunque sea un solo momento, fracasarás.
Diana reflexionaba. Ese hechizo fue despertado por Akko cuando animó a Diana a proteger el legado de su familia y volver a Luna Nova. . El momento en que surgió su amor por la brujita castaña. Ahora tendría oportunidad de regresarle el favor a Akko con la misma magia.
- Una advertencia, Diana -la voz de Croix se volvió sombría-.
-Al tratarse de una situación de vida o muerte -continuó- es posible que una entidad custodie ese sitio. Que se te aparezca para impedir que cumplas tu cometido, y no; no será Chariot. Me temo que sea algo más peligroso. . .la Diosa Izanami, protectora de los muertos y lo sobrenatural, quien no querrá perder el alma de Akko. Ten en cuenta lo siguiente: Si ha llegado la hora en que Akko deba partir, si su muerte está escrita y se ha cumplido su tiempo en la Tierra; nada, ningún hechizo ni nadie podrá impedirlo. . .¿Está claro?
Diana torció los labios y oprimió ambos puños.
- Ahora, déjame arreglarte un poco -agregó Croix-
Con movimientos de sus manos, logró que Diana brillará. Unos instantes después, lucia el uniforme de gala de Luna Nova.
-Llévate una de las escobas de aquella repisa. . .Ah, si! Te prestaré mi varita, la necesitarás, pues la tuya la perdiste en el combate con Chariot. Otra cosa: una vez terminado el hechizo, es muy posible que pierdas tus poderes. Esto se explica debido a que el Shiny Arc se alimenta de energía mágica, por lo que al anular sus efectos quedas expuesta a su poder. Como ves, esta misión implica un riesgo muy grande para ti. . Pero la vida de Akko igualmente pende de un hilo. De verdad lo siento.
Por primera vez, la expresión de Croix revelaba preocupación sincera.
Con escoba en mano y varita en la cintura, Diana se acercó a Akko. Le habló al oído:
-Te salvaré Akko. . .te lo prometo. ¿Sabes? Cuando te recuperes, cenaremos con tus padres. . He escuchado que el almuerzo "bento" sabe delicioso. Lo prepararemos juntas, ¿vale?
Croix le dio la espalda a ambas chicas. Intentaba enjugar una lágrima.
-Siempre he querido adornar un árbol de navidad, en un ambiente familiar. Este año me ayudarás, ¿entendido?
-TÍA FREYRE!!
Diana atravesó el portal señalizado por Croix. Debía darse prisa, así que presionó a su escoba para viajar al límite de lo permitido.
Croix se apresuró a curar las heridas superficiales de Akko, para concentrarse en la perforación que dejó él Shiny Arc.
"Pobre muchacha. . .de verdad espero que Diana consiga ejecutar el hechizo correctamente. . Eres afortunada de tenerla".
EN HOKKAIDO, JAPÓN.
Diana subía una pendiente cubierta de rocas y hojas secas. A ambos lados del camino, pinos y abetos se elevaban majestuosos, aunque su follaje revelaba el apogeo del Otoño. Un cielo sin nubes daba al sitio una sensación de irrealidad. Por fin, una vez en la cima, Diana pudo divisar el valle. Un lago se extendía hasta las faldas de la montaña, cuya cima estaba coronada por montículos de hielo. En medio del lago se hallaba el Templo.
Algunas ovejas deambulan por el sitio, sin dueño. El canto de una cigarra rompía el silencio. Diana se sobresaltó. Volteó inmediatamente y lo que vio, le impidió moverse:
Una mujer con cabellos negros y atuendo de sacerdotisa surgía de la tierra. Llevaba una katana en la mano derecha, y con la izquierda acariciaba a dos enormes serpientes.
Diana sintió que una densa niebla la rodeaba. . .quería moverse, pero su cuerpo no respondía . . .
-Diana Cavendish. Hija de Bellatrix y domadora del Unicornio. Cuyo linaje desciende de la misma Venus. Bienvenida a mis dominios. Lamento que tu viaje hasta aquí haya sido en vano.
El rostro de Diana se consumía por la ira.
-La vida de Atsuko Kagari termina hoy. Su alma pertenece ya al Inframundo.
-NOOO! IZANAMI!
Diana Cavendish corrió y atacó de frente a la Diosa de la Muerte.
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"El Diario de Diana Cavendish"
FanfictionPensamientos íntimos de la heredera del Clan Cavendish.