Cotton candy flower 🌸 [Karaichi] (EDICIÓN)

Luscious

Ver la vida como algo donde estar solo era mil veces mejor que tener compañía era la filosofía mas equivoca que había descubierto gracias a ese momento. 

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Sus días en el hospital pasaron demasiado rápido y eso les daba paz, pues eso quería decir que las tres personas más importantes de su vida estaban bien. Karamatsu lloraba cada vez que su bella pareja se encontraba en compañía de sus hijos, porque para él no había nada más perfecto y memorable que ese instante, aun si todos los momentos eran preciosos.

"Ichimatsu! Tus bastados mal nacidos si que son lindos, eh?" a ninguna madre le hace gracia que sus cachorros sean apodados así, y mucho menos por un estúpido y bueno para nada como Osomatsu. "Bien Osomatsu, ¿Acaso quieres morir tan joven? Son sus cachorros, por nada del mundo debes insultarlos." Y vaya que tenía razón, tarde pero seguro, el valiente joven, recibió, en toda la extensión de su rostro, el golpe de algo duro y pequeño, un teléfono celular. "Y tienes suerte pequeña mierda, si estuviera en mejor estado no podrías procrear hijos nunca."

El suave pero insistente llanto de uno de los pequeños atrajo toda la atención de los mayores, aun con ese color extraño y su apariencia de pasita, era un lindo bebé demandando la atención de sus padres la cual no le iba a ser negada nunca, "Pequeño. Hola, quiero presentarte a tus tíos... El idiota que esta llorando es Osomatsu y la chica linda es Choroko." las caras de los individuos eran un poema, lágrimas y gestos de cariño se instalaron en ellas y sintieron que no merecían estar en ese bello cuadro. "¿Han pensado nombres para los niños? Son necesarios ¿Saben eso cierto?"  claro que lo sabían pero con la conmoción del momento no tuvieron tiempo para pensar en nombres "No hemos pensado aun en sus nombres, pero queremos que entiendan lo mucho que significan ellos para nosotros" fue la simple respuesta de Karamatsu. "¡Bien! Como ambos son unos idiotas sin remedio... Yo, el gran Osomatsu, decidirá sus bellos nombres por ustedes y no recibiré un "no" por respuesta" en ese pequeño cuarto de hospital solo se escuchó la sonora carcajada de ambos padres ante el comentario de su amigo.