31. Libre al fin

4.8K 600 123
                                    

Abrió la puerta y sintió el fuerte olor a muerte, con los ojos nublados buscó a Yoongi. Su delgada y pálida figura había desaparecido. Entró lentamente sintiendo como los nervios se hacían presentes a lo largo de su cuerpo.

— ¡Hey tú! ¡Niño bonito! ¿No te acuerdas de mi? — le gritaron. Giró su cabeza para encontrarse a Ki Bum con un arma en la mano. — Pasamos muy buenos momentos mocoso. ¿Por qué no te acuerdas de mi?

Jimin se acercó a él con desconfianza, como si sus ojos trataran de confirmar que era real. Una fingida expresión de tristeza apareció en su rostro.

— Yo sé que no te acuerdas de mi... Fui yo el que te enseñó a olvidar. No te imaginas lo difícil que era — el shock se apoderó de Jimin.

¡¿QUÉ?!

Su aturdimiento se convirtió en espanto cuando sintió la sudada y gruesa mano tocando su mejilla. Aquellos ojos que siempre lo miraban sin compasión, esos que pertenecían a la persona que hizo de su vida un infierno sentían ¿Nostalgia?

— Shhh — susurró el hombre. — Déjame mirarte una vez más. Sé que no puedes recordar. No sé si eso es mejor o peor para ti. Pero a mi me duele mucho — Jimin trató de dar un paso hacia atrás y el hombre bajó su brazo, apretando el arma con el otro.

— Te contaré una pequeña historia. ¿La quieres escuchar? — El menor mostró una mueca. — Claro te la contaré. Sólo sí... — apuntó con el revólver a su frente y removió el seguro — ¡Maldita sea Min! ¡Sal o le vuelo la cabeza! — El pelinegro contuvo la respiración. 

Yoongi apareció de la nada y caminó con cautela.

— Tranquilo, Ki. Podemos hablar es-

— ¡Callate! ¡Ven al lado del mocoso! ¡Ahora!

El mayor corrió hacia Jimin importándole poco si la única persona con un arma se asustaba. El menor apretó la mano ajena con fuerza pues sentía que en cualquier momento se desmayaría.

— Haber tortolitos — reclamó Ki con sorna — A la silla. ¡Ya! — Los dos caminaron temerosos a la única mesa del lugar, viendo como el gordo cuerpo de Ki Bum cojeaba en su dirección.

— Les contaré una historia — sonrió. Jimin tiritó sintiendo las intenciones de Yoongi por abrazarlo. — ¡Quieto ahí! No te hagas el listillo Min. Te mueves un centímetro y te vuelo la cabeza — El peliblanco reaccionó inmediatamente quedándose lo más quieto posible.

— Cuando este lindo mocoso llegó, supe que lo quería para mi. La orden era clara, había que matarlo. Pero a veces — meneó su arma frente a Yoongi. — No podemos seguir órdenes ¿No es así, Min? — El pálido no tuvo más remedio que asentir con la cabeza.

— Entonces me dije a mi mismo ¿Y si lo tienes sólo para ti? ¿Y si lo escondes? — acomodó su mano libre en su barbilla — Después de mucho pensarlo, descubrí que las contusiones causan pérdidas de memoria. ¿Pueden creerlo? — preguntó viéndolos a los ojos.

Su expresión era la de un chiflado. Alguien que definitivamente había perdido la razón. La bilis empezó a acumularse en el vientre de Yoongi y la cabeza de Jimin sentía un leve dolor, perteneciente a malestares pasados.

— Fue así como te golpeé la primera vez. La sensación más placentera que jamás experimenté. Después de follarte claro está — Las lágrimas se acumularon en los ojos del menor. No sabía si sentirse afortunado por no recordarlo o asqueado por lo que habían hecho con él.

— Luego de aquella vez, decidí repetirlo. No me podría guardar ese placer para siempre. Aunque te quería sólo para mí, sentía la necesidad de compartirte. Todos deberían tener el deleite de probar ese apretado y caliente culo al menos una vez —. A tales palabras, Yoongi hacía un esfuerzo sobrehumano por no levantarse de su asiento y sacarle la vida a puños.

Forgotten «Yoonmin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora