Juntos con Jarvis

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5 de enero de 1993, California.

- Tony, sigo preocupado por Loki. Al parecer, sus padres aún no dan con él.- El joven Stark asintió al teléfono.- Ya sabemos lo diva que puede llegar a ser, pero esta vez fue muy lejos.

- No tanto como cuando no recibió su carta a Howards.- Tony añadió acostumbrado a los ataques de diva de su amigo ojiverde.

- Tony no lo tomes tan a la ligera.- Le reprendió Charles.- De todos modos, si llegas a saber algo avísame de inmediato. Adiós Tony.

- Adiós Charles.- Tony colgó el teléfono y su madre se le acercó.

- ¿Aún no saben nada de Loki?- Preguntó María.

- No sabemos nada,mamá.- La desaparición de Loki, aunque no lo demostrarse lo tenía preocupado.

- Es una pena que sus padres lo hayan querido obligar a casarse con el hijo de los Odinson, aunque a mis ojos hacían linda pareja. Pero aún así ustedes tienen derecho a elegir.- Tony se quedó pensando y se dio cuenta de lo maravillosa que es es su madre al ser tan comprensiva.

- No todos tienen la suerte de tener una madre tan maravillosa y comprensiva como tú.- Se acercó a la mujer para abrazarla.

- Me considero una madre moderna.- Dijo María correspondiendo al abrazo.- Hijo, no olvides que está tarde llega el Capitán Rogers.

- Como olvidarlo si lo han estado gritando toda la semana.- Expresó Tony con su típico sarcasmo.

- Bebé, solo estamos siendo buenos anfitriones. Además, tendrás con quien hablar y no estarás metido en tu taller todo el día. Así que espero que lo recibas bien y tal vez hasta podrían salir a ejercitarse.- Se delató María.

- Estoy bonito como estoy, mamá.- Fingió molestarse, robándole una sonrisa a la mayor.

Su madre iba a replicarle una broma cuando su mayordomo Jarvis se acercó a notificarle la llegada del militar. Ante el anuncio, la señora miró a Tony reflejando un reproche para que este vaya a cambiarse la pijama que aún tenía puesta desde la mañana. Sus padres recibieron a Steve mientras él se ponía decente para la visita. Se tomó su tiempo hasta que lo llamaron para la cena, pues quería resaltar su belleza sutilmente. No se dejaría ver sencillo.

En el comedor de la mansión Stark se encontraban los tres adultos charlando amenamente hasta que posaron su mirada en la entrada con un impecable Anthony.

- Anthony, llegas tarde.- Howard reprendió a Tony, a lo que el menor respondió con un gruñido. Aveces no soportaba que su padre sea tan estricto con él.- Jarvis, ya pueden empezar a servir la cena.- Tras ignorar a su padre, Tony se dirigió al asiento junto a su madre. Mientras cenaban los mayores empezaron a bombardear de preguntas a Steve.

- Steve, ¿no has pensado en casarte?- Preguntó María. Tony intentó no mostrar su incomodidad con el tema, por lo que solo se limitó a seguir con la mirada a Steve.

- Aún no he encontrado a la persona adecuada.- Declaró con sinceridad para alivio de Tony.

- Pensé que ocurría algo con la Agente Peggy Carter. Para ser sincero, hacen buena pareja.- Opinó Howard.

- Peggy es una muy buena amiga mía y nuestra relación es más del tipo fraternal.- Aclaró Steve, pues no quería malentendidos respecto a su relación con Peggy. 

- Puedo presentarte un par de chicas encantadoras si gustas, ¿o prefieres chicos?.- Tony sentía la traición por parte de su madre.

- No quisiera que se tome la molestia.- intentó negarse.

- No es ninguna molestia. De hecho, en la fiesta de año nuevo, varias chicas preguntaron por ti.- Respondió una entusiasmada María.

- No es mala idea, ya es hora de que sientes cabeza. Un Capitán con honores como tú merece tener una compañera con quien compartir sus logros.- La conversación de los mayores estaba poniendo de malas a Tony, por lo que se limitó a concentrarse a terminar su plato de comida para encerrarse en su taller. La cena continuó con sus padres interrogando a Steve. Por lo que al acabar su cena se levantó.

- Gracias por la cena. Buenas noches.- Dijo para retirarse hacia su taller.

En su taller se dispuso a continuar con sus proyectos para distraer sus pensamientos del rubio. Se sentía como una adolescente enamorada. De hecho, era un adolescente. Así que decidió culpar a Rogers y sus estúpidos dientes perfectos y su buen trasero. No se percató del tiempo que estuvo allí dentro hasta que decidió salir por un vaso de agua y se encontró en la cocina con un madrugador Steve en ropa deportiva.

- Buenos días Tony.- Saludó Steve con una radiante sonrisa mientras tomaba un batido. Se percató de las ojeras bajo los ojos miel y el rostro cansado de Tony.

Al ver que no recibió respuesta volvió a fijarse en el castaño y lo encontró dormido sobre la barra. El menor se le hacía muy encantador. Lástima que sea muy menor e hijo de su amigo.

De algún lugar se acercó Jarvis con la intención de despertar al menor, pero Steve lo detuvo.

- Yo puedo cargarlo hasta su habitación.- Se ofreció Steve. El mayordomo asintió.

- Yo lo guió Sr.Rogers.

Steve cargo al estilo princesa a Tony y este se abrazó a su cuerpo como un koala aprovechándose de la situación, pues si bien estaba agotado no estaba completamente inconsciente. Jarvis lo guió hasta la habitación del menor y al llegar lo depositó con mucho cuidado en su cama. Lo arropó con cuidado y se fue procurando no hacer ruido. Tras cerrar la puerta, ambos se permitieron sonreír.

Para el almuerzo, Jarvis fue a despertar a Tony, pero para su sorpresa encontró a un Tony listo para bajar.

- Buenas tardes, joven Stark. 

- Buenas tardes Jarvis. Muero de hambre, ¿que almorzaremos hoy?

- Linguini de mariscos, señor.

- Suena delicioso. Bueno, me adelanto a la mesa.- Dijo tocando el hombro de Jarvis para salir casi disparado hacia el comedor. Al llegar, se sorprendió de solo ver al Capitán sentado.

- Los señores Stark tuvieron que salir de urgencia a Washington D.C. Se disculpan por no poder almorzar y no poder dar una fecha exacta de retorno, por lo que esperan que el joven Tony sea un buen anfitrión.- Dijo Jarvis saliendo de algún lado.

- Parece que solo quedamos tu y yo, Steve.

- Estoy en buenas manos.- Respondió con una sonrisa. Mientras intercambiaban palabras les sirvieron la comida.

- Cuéntame Steve, ¿qué te trae a California?.-

- Fui asignado a entrenar a un escuadrón en el cuartel de California. Por ello, estoy arreglando algunos papeles para completar mi traslado sin ningún problema. Cuando los reclutados estén listos para empezar, me mudaré a la base.- Explicó Steve.- ¿Qué hay sobre ti?. Cuéntame, ¿qué es lo que estudias?

- Estudio ingeniería mecánica en el MIT. Y para aclarar, no soy ningún nerd.- Steve rió por el último comentario.

- No te considero un nerd. Me parece fascinante que te dediques a una carrera con tantos retos como la ingeniería. - Era la primera vez que no le decían nerd a Tony, así que ese comentario fue suficiente para sonrojarlo.

- Lo tomaré como un cumplido. Así que, gracias.- Le sonrió.- ¿Tienes algún hobbie?.- Sus ganas de conocerlo más aumentaron exponencialmente.

- En mis tiempos libres, me gusta dibujar. También disfruto de leer novelas, ir a museos y a teatros.- El Capitán tenía gustos de abuelito, pero le encantó su toque senil.- Este sábado habrá una exposición de arte en Malibú, para recolectar fondos para la caridad. Si gustas puedes acompañarme. Si tienes tiempo, claro.- Tony no lo pensó dos veces y aceptó.

- Estoy libre. No tendrás escapatoria de mi Rogers.- Amenazó el menor con un doble sentido esperando que el rubio haya captado la referencia.

El resto de la tarde se la pasaron charlando y bromeando, esto último venía en mayor parte por el castaño. Se encerraron en una burbuja que Jarvis observaba desde lejos con un sonrisa por la felicidad de Tony.

SOLO TÚ ♡ STONY AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora