Anthony Stark, el joven doncel, genio y futuro heredero de Stark Industries de 17 años, queda flechado por el gran amigo de su padre, el Capitán Steven Rogers. La relación que se desarrolla es prohibida y placentera, pero no todo es rosas en el para...
Sus amigos y su mamá se empeñaban en tratarlo como si se fuera a romper lo hacía sentir inútil y acorralado. Sabía la situación y necesitaba el espacio para asimilarlo y no iba a hacerlo si insistían en recordárselo y no lo dejaban pensar con claridad. Su análisis hasta el momento tenía más contras que pros porque al fin y al cabo el solo era un niño mimado a punto de cargar con la responsabilidad de un adulto, además se encontraba sin la presencia del otro responsable. No lo pensó dos veces cuando se dispuso a cumplir la loca idea que había cruzado por su mente, pero necesitaría ayuda y solo una persona vino a su mente... Stephen Strange, el único que hasta el momento le estaba dando el espacio mental que tanto necesitaba.
- Cuídate, recuerda que tú vida no solo te pertenece a ti.- Fue lo último que escucho de su amigo antes de partir rumbo a Brooklyn New York.
No dudaba de la brillante mente de su amigo y tuvo que agradecer que éste le daría un poco de tiempo de ventaja. Al llegar, se dirigió a buscarla y rogó encontrarla. Cuando la vio solo se lanzó a abrazarla. Sara se sorprendió y alegro de tan grata sorpresa, pero al mismo tiempo sintió que algo pasaba, su instinto maternal se lo decía.
- Tony cariño, ¡Qué alegría verte!- Tony sintió una presión en el pecho y rompió en lágrimas, Sara solo lo dejo ser y lo abrazó con dulzura.- Oh Tony, llora todo lo que debas, cualquier cosa que haya pasado yo no te voy a juzgar. Lo prometo.- El menor levantó la mirada llorosa y la encaró a punto de romper en llanto de nuevo. - Yo y Steve ... - Se mordió el labio, el remolino de emociones que sentía lo estaba ahogando.- Estoy cargando un bebé.- El rostro de Sara no ocultó la sorpresa, porque era una noticia de suma importancia. Luego, al ver que el chico arrugaba su cara para volver a llorar cambio su expresión a una suave sonrisa. - Entiendo que estés asustado, pero no estás solo. Me tienes a mi, a Steve y estoy segura que hay muchas personas más que te apoyarán porque eres un ser precioso. - Tengo mucho miedo, no estoy preparando, no lo esperaba. ¿Que hago? - Nadie lo está, eres un chico muy inteligente sabrás que hacer porque eres el gran Tony Stark. - Mmmmmm...-. Sintió un poco de miedo para preguntar.- Sé que Steve asumirá su responsabilidad, porque es Steve, pero como crees que lo tome.- Sara sonrió para transmitirle paz a Tony, ella sabía de los deseos de su hijo de formar una familia junto a Tony y aunque no se haya dado de la forma planeada, el lo recibiría muy feliz.
El par de semanas que transcurrió en casa de Sara le sirvió para pensar las cosas, cuando salía aprovechaba para llamar a Bruce desde los teléfonos públicos o quedar con él, nunca se animó a tener un móvil propio porque era muy fácil ser rastreado si tu padre posee la empresa más grande de tecnología militar del país. Por otro lado, sabía que sus padres conocían su ubicación solo que le daban su espacio. Aún no hablaba con su padre y eso lo preocupada, él no quería molestarlo y siempre busco su reconocimiento. Ya pensaría como enfrentarlo, por ahora se concentraría en los planos que hacía en sus tiempo libres y en aprender a realizar algunas tareas domésticas para cuando el paquete llegara.
Su vientre empezó a hincharse y volverse notorio. Había ido con un médico y este le dijo que todo marchaba bien, esas palabras lo tranquilizaron mucho, pues hasta el momento lo estaba haciendo bien. Las veces que quedaba con Bruce para revisar sus proyectos en dupla aprovechaba para intimidar a su amigo con la noticia, el último aún no lo asimilaba completamente pero aún así lo apoyaría en todo. Incluso le pusieron un nombre "Proyecto Fire". El tiempo fuera de casa también le sirvió para pensar las cosas y empezó a ponerse en contacto con su mamá y tenerla al tanto de algunos detalles para calmar su angustiado corazón de mamá. También se puso en contacto con Charles, Stephen y Loki, matando de un infarto al último. El contra más grande era que ahora tenía más masa corporal y menos movilidad. Adiós sensual cuerpo de raíces italianas. Hola esférico cuerpo de casi 5 meses. Un jueves cualquiera mientras llegaba de una salida con Bruce, entró con su abrigo de invierno que le ocultaba su subida de peso. Por nada del mundo se espero ver a Steve en la sala, por instinto su cuerpo se apresuró hasta llegar al otro. Estuvieron compartiendo su calor por un buen rato hasta que Steve cayó en cuenta que había algo diferente en Tony. Lo miro a cuerpo completo mientras limpiaba las lágrimas del menor y unas empezaban a surgir de los suyos. - Sorpresa.- Fue lo único que pudo salir de los labios del menor. El mayor no sabía que decir, estaba feliz pero a la vez le preocupaba mucho como Tony lo estaba llevando.
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- Tony, no sé cómo expresar la felicidad que siento, pero también estoy preocupado por ti, sé que esto no está entre tus planes. Te prometo que me haré cargo de todo y me aseguraré de que estés bien en todo momento. No soporto la idea de verte lastimado. - A estás alturas, deberías saber que ya lo asumí. Capitán, ¿ya le dije que me gusta su barba?.- Tony se acurrucó en el cuerpo del mayor mientras el mayor aspiraba su dulce aroma. - ¿Puedo tocarlo? - No deberías preguntar si ya has tocado suficiente para llegar a este punto. Sara les dejo su tiempo a solas para darles intimidad en su reencuentro. Mientras prepararía algo rico para celebrar la llegada a salvo de su hijo y de su nieto en camino.
Mientras la pequeña familia celebraba llamaron a la puerta, Tony se ofreció a ir y lo que menos esperaba era ver a su papá parado enfrente. Muchas emociones por un día.