『Uno』

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El chico de tez pálida se encontraba en su departamento junto a su compañero de piso —Y mejor amigo—; ambos estaban algo aburridos.
YoonGi giró su cabeza posando sus orbes en un aburrido Taehyung quién mantenía sus labios apretados en una fina línea recta.

—¿Qué te gustaría hacer hoy, Tae? —Cuestionó arqueando una ceja mientras sus dedos tecleaban hábilmente un par de palabras en el aparato electrónico que reposaba en sus delicadas manos.

—No lo sé, iba a llamar a JiMin pero el muy idiota a fue con su novio a no sé dónde.
HoSeok está ocupado junto a Jin–hyung.
Nam tiene unos asuntos que resolver, prácticamente nos han abandonado.—La lengua del mayor chocó contra su paladar mostrando la molestia que sentía ante el aburrimiento.

Un gran suspiro se escuchó.
Aburridos.
Solos.

—¿Y si jugamos a las escondidas? —Propusó el más alto sonriente.
Su mente había ideado un plan para quitar aquel aburrimiento que abrumaba su mente.

—¡Claro! ~ Suena genial.—Respondió el de cabellos grises sonriendo pareciendo un lindo y tierno gatito.
«Demasiado inocente» Pensó el mayor con una sonrisa algo pícara.

Se levantaron del sofá para que el blanquecino pudiera esconderse mientras el acanelado se posaba en una esquina para contar del 1 al 10.
Taehyung oyó claramente los pasos de YoonGi alejarse y subir las escaleras corriendo, sonrió para sí mismo terminando de contar todo.

—¡Hey, Yoon! ~ ¿Dónde te has metido? —La voz del mayor había bajado una octava sonando aún más rasposa de lo que ya era de por sí.
Sus pasos lentos se acercaron a la puerta de la habitación que se encontraba medio abierta dándole facilidad.—Sé qué estás por aquí ~.

No hubo respuesta.
Entró al lugar analizando con la mirada todos y cada uno de los objetos buscando algo fuera de lugar para poder encontrar a YoonGi.
La puerta del closét estaba entreabierta y pequeñas risitas infantiles se podían escuchar. Taehyung sonrió.
Con pasos lentos cual depredador cazando a su presa se acercó al pequeño espacio abriendo la puerta con brusquedad mientras su amigo estallaba en risas.

—¡Te tengo! —Ríe el de cabellos rubios opacos mientras sus grandes manos se aferran a la cintura del menor provocando aún más carcajadas en este.—Y cómo soy el ganador, deberás hacer lo que yo pida.—Canturrea victorioso separándose del pálido.

—Yah~ dime, ¿qué quieres TaeTae? —Cuestionó poniendo sus manos en sus caderas en la típica posición de jarra.
La sonrisa del adverso no decía nada bueno pero, ¿qué más da? Él también sabía de que iba este juego.

No fueron necesarias las palabras cuando sintió los desesperados labios de su amigo posarse en los suyos, besándolo con voracidad como si estuviera necesitado de aquello rodeando su fina anatomía para presionarla contra él dejando salir un jadeo por sobre los labios de Min; chupó y lamió su belfo inferior haciendo presión sobre este para luego dar paso a su lengua explorando toda la cavidad del adverso.
Las mejillas de YoonGi estaban encendidas en un escarlata brillante mientras sus manos rodeaban el cuello del más alto acariciando sus cabellos.

『Juguemos.
No contestes tu teléfono que suena, déjalo en silencio.
No hay necesidad de decirle a nadie sobre nosotros, déjalo, ¿por qué estás preocupado? Sólo déjalo.』

Los hambrientos labios de Kim pasaron al cuello del pálido dejando pequeños besos allí deleitándose al oír la divinidad de gemidos producidos por el menor.
Las frías manos se adentraron en su camisa dejando toques sucios allí provocando más sonidos de placer por parte del blanquecino. La ropa empezaba a molestar en la caliente situación por lo cuál con hábiles movimientos ambos chicos se habían despojado de sus prendas.

『Está bien, está bien, conozco a tu corazón
Está bien, está bien, está bien
Demuéstrame todos tus secretos.』

Esa tarde Kim degustó por completo él dulce sabor del cuerpo de Min, sus gemidos clamando por más de ese placer carnal qué lo llevaba consumiendo lentamente por dentro, el sudor que resbalaba por su cara y pecho, sus mejillas teñidas de un rojo avergonzando mientras su fragancia se impregnaba en sus blancas sábanas.

Habían perdido la cordura.

Mi corazón cubierto de un frívolo color es tú lugar.
Tu corazón suave y lleno de amor es mi lugar, por supuesto qué amas este juego.—Manifestó Taehyung mientras sus manos recorrían el cuerpo de su amado pequeño.

Ya no había vuelta a atrás.

El juego había comenzado, pero ojo, el principal motivo de diversión aún no llegaba.

“Hey chico, ven a jugar.”

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Espero no haberlos tomado por sorpresa con esto.
La verdad quise ser más explícito respecto al smut pero no cuento con mucho tiempo.
Por cierto, espero la hayan pasado bien ayer y se hayan llenado de regalos no cómo este escritor barato que ni un calcetín le regalaron :(.

PLAYBOY. ─TAEGI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora