PLAYBOY. ─TAEGI.

»🍡« ; Extra (kookgi).

Jungkook se queja entre risas mientras le lanza la cuchara llena de helado a su mejor amigo quien hace un puchero y le vuelve a lanzar la cuchara. Adora estos momentos porque aquí es cuando el mayor deja de pensar por un momento en TaeHyung y se centra en él.

Quizá no debería estar enamorado hasta la médula porque el corazón de Min YoonGi está ligado a Kim TaeHyung pero su fuerza de voluntad es demasiado débil y termina siempre cayendo por ese chico de hermosa sonrisa y ojos gatunos; quizá la mejor opción sería alejarse para evitar que aquellos sentimientos sigan creciendo como hiedras en su piel pero no puede porque imaginarse una vida sin oír la sonrisa de YoonGi es como imaginarse una vida sin poder comprar Timberlands. Un infierno.

—Hyung, ¿ya te sientes mejor? —Pregunta entre risas Jeon, poniendo la tapa del envase del helado en la pequeña mesa de centro frente a ellos —Porque I married an antifan no va a esperarte todo el día.

—¡Yah, Jeon! Sólo a ti se te ocurren películas tan tontas. Sólo admite que la ves por el protagonista —Sonríe burlón sacándole la lengua al menor, quien se ruboriza levemente y pellizca el brazo del pálido.

Jungkook no debe acostumbrarse tanto a estos pequeños momentos que desea sean eternos porque sabe que en algún momento YoonGi ya no va a estar disponible para él y tendrá que hacer su propia vida por separado. Pero, amar a YoonGi es una costumbre de esas que no quieres olvidar y practicas, practicas, mucho más para recordarlas siempre.

Por ejemplo, cuando va al supermercado a comprar y ve sus chocolates favoritos decide tomar dos cajas por si acaso YoonGi vaya a su casa, cuando quiere comprar una camisa decide mejor comprar dos sólo porque le gusta ver a YoonGi usar su ropa a pesar de lo grande que le queda. Siempre. Siempre. Él está en su mente y no puede sacarlo por nada del mundo.

—Listo, creo que deberíamos ver la película. O me pondré a chillar de nuevo —Bromeó el mayor tapando sus piernas con la cobija para apoyarse en el pecho de Jeon dejando que este pase un brazo por su cintura y bese su cabello —Te quiero, Kook.

—Yo también, hyung.

Muy secretamente YoonGi tampoco quería acostumbrarse a esos sentimientos porque aunque duela aceptarlo Jungkook ya no es un niño, es un hombre; uno que decidirá pronto el camino en su vida y él no quiere interferir en eso.

Lo entiende a la perfección.

Sabe que ha cambiado.

Lo único igual en sus rasgos es esos dientecitos frontales semejantes a los de un lindo conejito que sobresalen al sonreír; porque de allí en fuera todo en él ha dado un giro drástico mientras pasó por el camino de la madurez.

Quizá YoonGi quiere ser joven por siempre para quedarse con Jungkook.

Y quizá Jungkook también suena feliz con la idea.

Porque se aman.

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lo prometido es deuda;)