III

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Aunque Bakugo quisiera negar ciegamente acerca de su interés por el muchacho, tanto tiempo de conocerlo y de saber con exactitud su actuar lo hace poder notar, quiera o no, la diferencia en Izuku por mínima que sea. Aquello que parecía ser una trivialidad es algo que él logró encajar ante un cambio severo.

¿Él realmente podía hacerle algo a eso? Podía remarcar con fuerza entre dientes que era casi imposible que él no pudiese prestarle atención a Izuku, porque él, ese maldito malnacido que ha seguido su rastro arduamente estaba casi tan cerca de conseguir algo que él mismo no hubiera deseado entregar jamás.

Para este punto en la relación descompuesta y tóxica de ambos parecía todo un enredo. Tan enredado como la espesa niebla que cubría ambas almas en un mismo camino. ¿Ambas podrían simplemente sobrevivir ante la verdadera tempestad?

Y es que, los mejores momentos, los más difíciles y los más memorables apenas estaban surgiendo en esa época. Los jóvenes simplemente estaban haciendo frente con sus mayores recursos a los indescriptibles cambios personales. No solamente iban a aplicar un examen que decidiría parte de su futuro y sus nuevas metas. También estaban enfrentándose a su nuevo ser, a sus nuevas cualidades y características. Estos muchachos comenzaban a adolecer.

Por alguna razón Izuku al paso de un par de días, sorprendió a Bakugo al portar un collar de protección negro en su cuello. Es normal para el uso de los Omegas que quieren evitar una marca por sobre todas las cosas en su vida. Sí que se estaba tragando esa mierda de su posición en la jerarquía.

—Buenos días, Kacchan. —Pronunció el niño moviendo de un lado a otro su mano, con su típica sonrisa que no se iba. —

— ¿Qué quieres inútil?—No había necesidad de contestar pero, aquella actitud de ayer fue ligeramente extraña. Las palabras escaparon de su boca rápidamente. — ¿Que porquería traes en el cuello?

— ¿Esto?—Señaló aquella cinta negra. —Yo... ya sabes, yo...—Comenzó a jugar ligeramente con sus pulgares, nervioso de que decir. Sus mejillas se ruborizaron, como siempre; comenzó a sudar frío y a tartamudear sin lograr formular una respuesta. —

—Cállate. —Ordenó Katsuki ante la muy cotidiana actitud de Deku, rodando los ojos. El estúpido había vuelto, aunque ¿Cuándo se había ido?

Izuku se dirigió a su respectiva banca tal y como siempre, al frente. Deslizó su mochila emitiendo un quejido al traspasar su hombro. Al momento de tomar asiento, terminó chillando ligeramente, intentando ser muy cuidadoso. Estaba claro que Izuku está lastimado, pero, para estos puntos no debería de quejarse tanto. Katsuki se llevó una mano a la nuca, rascando con duda. ¿Qué mierda le sucede a Deku? Tal vez está siendo un imbécil, notando cambios tontos en el chico. Es tan torpe que él mismo pudo ocasionarse ese tipo de cosas o no curarse adecuadamente. Él le importa una mierda ¿Qué no? Déjalo morir, entonces.

Y, como cualquier día, Izuku giró su cabeza de vez en cuando, mirando a Bakugo con sus grandes ojos esmeraldas, compartiendo alguna que otra cosa con él. Él realmente está bien. Izuku compartió alguna trivialidad con el rubio, esperando que este no se enojara, para su suerte reaccionó de la mejor forma, respondiendo sin agredirle y sin gritarle. Ese es todo un avance.

El pecoso no es un completo aislado de lo peor. En realidad, cuenta con alguna que otra amistad dentro de aquella aula, así que de vez en cuando podía verle hablar de más trivialidades con más compañeros en común. Un niño tan risueño, simple y dulce como él es imposible de rechazar, sería muy raro que él fuese una completa nulidad, incluso con su papel de Omega.

Pronto tendrían que postular para alguna institución, cursar sus exámenes de admisión después de despedirse para, con suerte, mantener los lazos afectivos en pie. Izuku con eso bien en mente sabía cuál era su siguiente meta, Yuuei. Y, aunque pareciera un completo suicidio para él, estaba dispuesto a luchar por un puesto ahí. Tal vez será un Omega con muy pocas posibilidades de ser alguien, o de ingresar en una escuela con tales estándares altos donde la mayoría de sus integrantes se conforman por alfas de gran calibre y betas. Ya lo había decidido, desde hace mucho entre deseos fugaces junto a Katsuki. Ambos apuntaban a las superaciones fieles a sus anhelos. Nada es realmente un obstáculo si tú lo deseas. ¿No? Tal vez aún no era consciente sobre la reacción que tendría cierta persona respecto eso.

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Notas del autor:

«Tal vez aún no era consciente sobre la reacción que tendría cierta persona respecto eso».

No, no se refiere a Bakugo. ^^ 

¡Nos vemos mañana! [KatsuDeku] |OMEGAVERSE|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora