Maratón /
CAROLINA.
Estaba nerviosa y desconcertada. Las veces en las que me sentía así era cuando esperaba la calificación final del semestre. Pero ahora, mientras entrábamos al restaurante que Agustín había mencionado, sentía varias y raras emociones en mi estómago.
Aún seguía pensando que era un descortés. Pero también estaba consciente que quería solucionar su error. Tal vez podía acceder a eso por esta vez.
Al momento en que tomamos asiento, percibí algunas miradas de los demás clientes. Era posible que conocieran a Agustín. Amy mencionó que había desaparecido varios meses por conflictos con la autoridad, entre otros rumores. Era evidente que su regresó a Crawford provocó conmoción.
Incluso la mesera lo observó con curiosidad antes de escribir nuestros pedidos. Nuestra mesa se quedó en silencio. Me sentía un tanto vulnerable ahora que lo tenía frente a mí. Era como si su presencia absorbiera toda mi cordura de entablar una conversación.
—Así que... ¿Julian y tú son amigos desde hace mucho tiempo?
Apartó la vista del gran ventanal que estaba a nuestro lado y me miró. El tono gris de sus ojos se veían más claros a la luz del día.
—¿Estás interesada en él? —preguntó, con el ceño casi fruncido.
Resoplé y negué la cabeza.
—Uh, no. Él no es mi tipo.
Un atisbo de alivio suavizó su rostro.
—Ya veo. Y bueno, conozco a Julian desde hace cinco años. —Recargó los brazos en la mesa, tomando una postura cómoda y mostrando una gran cantidad de tatuajes—. Es uno de mis mejores amigos, al igual que Jay, quien pronto regresará al vecindario.
—¿Él también se dedica a... boxear?
—No, realmente. Más bien se encarga de hacer tatuajes.
—Oh. Ahora entiendo porque tienes tantos. —Sonreí, mirando los dibujos que empezaban en algún punto debajo de la manga de su camiseta, a la punta de los dedos.
—Es un artista en lo que hace. Tiene mucho talento.
Quería indagar qué significaban cada uno de sus tatuajes. Pero cabía la posibilidad que estuviera relacionado con su vida personal. Y dado que no le gustaba hablar mucho de ello, evité hablar del tema.
—Julian es el que te enseña a pelear, ¿cierto? —quise saber, porque recordé la capacidad que tenía al enfrentarse a su oponente.
—Lo hacía cuando apenas era un adolescente —dijo—. Era algo así como mi entrenador. Ahora sólo me da algunos consejos.
—Supongo que es mayor que tú.
—Tiene veintitrés y yo veintiuno. —Se encogió de hombros—. Dos años no es mucha diferencia.
—¿No vas a la universidad? —Estaba segura que no asistía. WestCoast era la única universidad que había en la ciudad y lo recordaría si lo hubiera visto por el campus.
ESTÁS LEYENDO
Heridas Ocultas [Aguslina] [Adaptada]
FanfictionNo estoy enojado, estoy herido. ¿Entiendes la diferencia?. #714 en Romance [ 26.01.18 ] #923 en Fanfic [ 13.05.18 ] Historia adaptada Todos los derechos a su escritora original: KendyMadness.