HUDSON
–Pero entonces... ¿No hay nada nuevo en tu vida? –Pregunta Cal en un susurro para no interrumpir la grabación de la escena. Le miro con una ceja levantada, me llevo el dedo índice hasta la boca y le pido que se calle. Llevamos un buen rato intentando grabar la maldita escena y por primera vez, está saliendo bien. Lo último que faltaría sería que se estropeara una vez más. Lo único que quiero, es llegar a mi casa, darme un buen baño mientras leo un libro. –Vamos, Hudsie... Seguro que tienes algo interesante ahí guardado bajo esa armadura musculada y sexy.
–Cállate. –Contesto sin tan siquiera mirarle.
–Cállame con un beso. –Bromea acercando su boca poniendo morritos balanceándose demasiado en la silla, tanto que se cae al suelo haciendo un ruido estridente. Se levanta enseguida, se sacude los pantalones y nos mira. –Estoy bien. Estoy bien.
–Pienso matarte. –Gruño levantándome de la silla para salir de allí.
No aguanto más un 'No me puedo creer que hayas hecho eso' de la boca de Elena. Si lo escucho de nuevo, prometo cometer un homicidio.
–¡Hudson! ¡Vamos! Si lo estaban haciendo fatal. Tampoco te enfades. –Dice Cal detrás de mí. –Además, el que debería estar enfadado soy yo, no tú.
Ante sus palabras, me doy la vuelta con la cabeza ladeada y seguramente, una cara que da miedo.
–¿Que tú qué? Llevamos intentando hacer la misma escena cerca de 15 veces y como tú estás aburrido, has decidido tocar las narices jodiendo la única que estaba saliendo de forma considerable. –Digo cruzado de brazos acercándome a él. Mi amigo traga saliva y resopla.
–Spencer me va a odiar por esto, pero sé que os acostasteis. –Responde mi amigo agachando la cabeza. –Pensé que era tu mejor amigo... Que me contabas las cosas... Pero ya veo que solo somos compañeros de trabajo que de vez en cuando, salen por ahí.
–Cal... –Le llamo apretándome las sienes buscando paciencia. –No te he contado lo de Spencer porque no quiero que la gente piense lo que no es. Fue un simple polvo, ¿tú me cuentas todas las chicas con las que tienes sexo?
–¡Sí!
–¿En serio? Pero si... –Empiezo a decir. Al darme cuenta de que mi amigo tiene menos vida sexual que una piedra, arrugo la cara y me callo. –¿Qué quieres que te cuente, Cal?
–¿Qué... Qué sentiste? ¿Por qué lo hiciste? ¿Te gustó? ¿Te gusta Spencer? ¿Tiene algún tatuaje en su zona íntima? Tiene pinta de ser de esas.
–Demasiadas preguntas. –Respondo señalándole con el dedo. –Si quieres... Después del rodaje, vamos a tomar algo al centro y te lo cuento todo, ¿vale? Pero por favor, guarda silencio hasta que se acabe esta escena.
A pesar de casi tener que sellarse la boca con silicona, cumple su promesa y terminamos de grabar la escena. Ahora me toca a mí cumplir la mía.
Entramos en una cafetería cerca de la casa de mi amigo que suele estar vacía a pesar de que la calidad sea extraordinaria. Con nuestro pedido en las manos, nos sentamos al final del local para que nadie nos moleste mientras mantenemos una conversación que apenas sé cómo empezar.
–Spencer es una mujer guapa. –Admito dándole un sorbo al café. –Es diferente a todas las chicas que he conocido a lo largo de mi vida: llena de vida, con carácter y temeraria. Esto último es lo que más me gusta de ella quizás. El día de la boda estaba increíble en ese vestido granate y desde que la vi, sentí la necesidad de tocarla. Cuando lo hice, no pude parar. Fin.
–¿Fin? –Pregunta Cal haciendo aspavientos con los brazos. –¿Te la tiraste solo porque te ponía cachondo?
–Es lo que suele pasar cuando tienes sexo con una persona. –Contesto entrecerrando los ojos. –¿Qué esperabas? ¿Una historia de amor?
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[ENTRE DOS PAREDES]
RomanceHISTORIA ACABADA Dos chicos. Dos polos opuestos. Uno. Hudson Whitaker. Un productor de cine adicto al café. 80% cactus. 20% sarcasmo. El otro. Kilian Blake. Un enfermero que nadie sabe cómo ha podido llegar a serlo. Futuro payaso de circo e inten...