Capítulo 18

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Capítulo 18:

Julia: Mi chiquito mayor está listo para ir de paseo con la abuela y sus primos?

Bruno: Si!!!!

Mar: Que lindo! Donde van a ir?

Julia: A la plaza, seguramente

Mar: Bueno, portate bien, abrígate, no pelees con tus primos y no vuelvan tarde, sí?

Bruno: Si mami

Julia: Subí al auto, los nerditos están ahí. Más tarde lo traigo, mi amor

Mar: Dale, gracias!

Luego de que bruno se fuera, Mar y Thiago aprovecharon el domingo solos en casa. Miraron una peli, cocinaron algo, jugaron, y se mimaron mucho. Hacía bastante que no estaban completamente solos, y se dieron cuenta que lo necesitaban. Más tarde, bajaron a charlar un rato con sus amigos.

La tarde se pasó bastante rápido, pero llegaron las 19:30, y Mar se preguntó que estarán haciendo su mamá, su hijo y sus sobrinos tanto tiempo.

Thiago: Seguro que tu mamá los llevó a tomar un helado, no te preocupes.

Decirle a Mar que no se preocupe era como decirle a Tefi que no grite, así que decidió llamar a su mamá. Le pareció raro cuando saltó el buzón de voz luego de un rato, entonces volvió a llamar. Intentó cuatro veces, pero no contestaba. Le pidió a Thiago que llamara desde su celular, porque a lo mejor era un problema con el de ella, pero nada.

A las 20:15, ya se empezaron a preocupar. Tefi también probaba llamar, pero no pasaba nada. Los chicos intentaban tranquilizarlas, pero ellos también estaban preocupados. A las 20:35, ya toda la mansión estaba tratando de localizar a Julia y los cuatro nenes. Mar y Tefi estaban muy angustiadas. Nadie sabía qué pensar: Si había pasado algo con el celular de Julia, saltaría directamente el contestador, al igual que si no tuviera batería. Si se habían perdido, hubieran llamado. Y si era algo más grave… nadie quería pensar en eso.

A las 21:00, la casa era un caos total. Mar no pudo resistir más y empezó a gritar, patear, tirar cosas  y pelear. Tefi lloraba. Luca, Tacho y Teo habían ido a dar una vuelta, a ver si los veían. Cuando volvieron, todos quedaron en silencio, pero al ver su negación, supieron que no habían encontrado nada. Ya estaban pensando en llamar a la policía, los bomberos, la guardia nacional o las fuerzas armadas, pero que los encontraran. Cuando el celular de Tefi empezó a sonar. Todos se quedaron como estatuas. En la pantalla decía Mamá. No sabían si eso era buena o mala señal. Tefi contestó, temerosa.

Tefi: Hola?

Julia: Tefi, soy mamá, por favor escúchame, no tengo mucho tiempo.Nos tiene. Juan Cruz nos secuestró. Estamos bien, pero por favor vengan a ayudarnos. Estábamos en la plaza a tres cuadras de la mansión, y cuando nos agarraron, nos subieron a un auto, grande, rojo. Yo sé que es Juan Cruz. Estamos en una especie de galpón, no debe ser muy lejos, viajamos solo 5 minutos…- La voz de Julia se dejó de escuchar. En su lugar, había una conversación a lo lejos. Una era la voz de Julia, y la otra de un hombre, que enseguida se dieron cuenta que era Juan Cruz. Estaban discutiendo, y después se cortó la llamada.

Tefi estaba pálida. Entre llantos, les contó lo que había escuchado. Mar se puso a llorar, desconsolada. Thiago la abrazaba, con lágrimas en los ojos. Nacho, que se hacía el duro, se quebró en ese instante.

Cielo: Chicos, no hay tiempo que perder. Creo saber donde es ese lugar, tenemos que ir. Los vamos a salvar.

La historia después del finDonde viven las historias. Descúbrelo ahora