Capítulo 23

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Capítulo 23:

Thiago: Mar! Mar! Despertate, cocorita!!

Mar: Es temprano, dejame dormir!!

Thiago: Dale, que tenemos que hacer muchas cosas hoy!

Mar: Mentira!! Si hace tres días que no vemos la luz del sol, qué vamos a tener que hacer!!

Thiago: Se pueden hacer muchas cosas sin tener que salir

Mar: Bueno, pero esas cosas pueden esperar un rato. Dale, veni a acostarte un ratito más

Thiago: No puedo, tengo que llamar a la discográfica y ver unos temas con Mati.

Mar: Por favor???- Haciendo puchero

Thiago: Como me podés, mi amor

Ella festejó su logro y Thiago volvió a su cama. Abrazó a Mar, y no tardaron en quedarse dormidos los dos. Se despertaron una hora después, con unas risitas suaves.

Bruno: Mami, arriba!!!- Bruno le daba besos. Mar abrió un ojo, y enseguida se asomó una sonrisa en su cara. Amaba que su hijo la despierte

Mar: Buen día pimpollo!!!!

Mar subió al niño a la cama y comenzó a hacerle cosquillas y darle besos. Thiago, que se despertó con las risas, los miraba con los ojos iluminados.

Thiago: Qué hace este monstruito tan temprano acá?

Bruno: Papi!!!- Y se lanzó sobre él. Thiago lo agarró y también le hizo cosquillas

Thiago: Qué vamos a hacer hoy?

Bruno: Quiero ir a la casa de Aurora, puedo?

Mar y Thiago se miraron. No sabían cómo explicarle a Bruno que si salían fuera de la mansión, corrían peligro porque su “abuelo” los quería a ellos.

Mar: Mi amor, mejor hoy nos quedamos acá en casa, dale?

Bruno: Pero hace mucho que estamos acá!

Thiago: Enano, tenemos que quedarnos acá un tiempo, sí?

Bruno: Por qué?

Thiago: porque afuera está pasando algo malo, y nosotros nos tenemos que proteger

Bruno: Pero no nos podemos proteger en otro lugar?

Mar: No, porque en realidad es ésta  casa la que nos protege

Bruno: pero qué va a pasar con Aurora, la tía Cami, o mis compañeritos del jardín? Ellos no están acá

Thiago: Ellos están bien en sus casas, como nosotros

Bruno: Entonces no les va a pasar nada?

Mar: No chiquito, no les va a pasar nada. Ahora, vamos a desayunar algo?

Bruno: No, vamos a quedarnos acá, solo nosotros tres!

Mar: Está bien, yo voy a preparar algo de desayunar, y vuelvo acá, quieren?

Bruno: Sí!! Gracias mami!!

Thiago: Mientras mamá se va, nosotros vamos a hablar de cosas de hombres, no?

Bruno: Obvio, pero mamá no puede escuchar

Mar: Cómo que no? Vos sos chico todavía!

Bruno: No, yo ya soy grande

Mar: Ya vas a ver cuando seas grande. Ya vuelvo

Mar salió de su habitación con una sonrisa enorme en su rostro. Era una mujer feliz. Vivía con sus amigos, tenía a sus papás, trabajaba en lo que le gustaba, tenía a una hermana que adoraba y sobrinos hermosos, y sobre todo, tenía a los don hombres de su vida esperándola en su cuarto.

10 minutos después, estaba terminando de preparar el desayuno. Rama entró en la cocina, pero su cara no era la misma de siempre. Se lo notaba raro, Mar no pudo deducir bien. No sabía si estaba enojado, triste o emocionado.

Mar: Ramita, buen día!!- Dijo, dándole un beso en la mejilla

Rama: Buen día, Mar

Mar: Estás bien? Te noto algo raro

Rama: Sí, estoy mejor que nunca. Pero necesito hablar con vos, urgente

Mar: Pasó algo?

Rama: Sí, y es muy importante

Mar: Bueno, decime!

Rama: No, acá no. Por ahora, solo vos lo vas a saber. No quiero que nadie se entere todavía

Mar: Me estás asustando, Rama. Vení, vamos al escritorio, que Cielo y Nico todavía duermen

Se dirigieron al escritorio. Rama estaba algo serio. Cuando llegaron, cerraron la puerta. Rama empezó a hablar, pero se quebró antes de empezar. Parecía que estaba por llorar.

Rama: Mar…

Mar: Qué pasó, Rama?

La historia después del finDonde viven las historias. Descúbrelo ahora