Capítulo 37

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Muchas gracias a todos, 5, 000 lectores!!! De verdad, me pone muy feliz saber que a tantas personas les gusta lo que escribo!! 5,000 veces gracias!!!!!

Capítulo 37:

Mar y Thiago estaban en una plaza vacía. Era temprano a la mañana, pero estaban aburridos asi que llevaron a Bruno a jugar un rato. el nene estaba en un arenero, armando un castillo. Ellos lo miraban desde un banco cerca. Bruno ya comenzaba a evidenciar sus dones únicos. Era muy inteligente, pensativo y razonaba casi como un adulto. le encantaban los juegos para pensar, y resolver problemas. Sus padres no podían estar más orgullosos de él. Ya comenzaba a preguntar cosas de la vida. Y esperaba con muchas ansias a su hermanito, o hermanita. No querían saber hasta que naciera

Mar: Cuidado con eso, Bruno!!

Thiago: Dejalo, mi amor, no se va a lastimar

Mar: Nunca está de más un poco de cuidado

Thiago: No  seas perseguida

Mar: No, yo soy..

Thiago: Precavida, ya sé.

Mar: No me ningunees!!!

Thiago: Solo te digo que te relajes, le vas a hacer mal al bebé. Nos va a salir super perseguido el chico

Mar: O chica, no sabemos todavía

Thiago: Y dentro de poquito vamos a saber, no mi amor?- Dijo, acercándose a la panza de casi 7 meses de Mar y dándole un beso

Mar: Sentiste eso?

Thiago: Pateó, no?

Mar: Si!!!! Ya reconoce tu voz!!!

Thiago: Obvio, con mi campeón vamos a ser super unidos

Mar: No, porque yo voy a ser más unida con mi princesita

Thiago: Nosotros le damos la razón a mamá, pero sabemos que sos un varón, verdad?

Como respuesta, el bebé volvió a patear

Thiago: Viste? Nosotros nos entendemos

Mar: Seguí hablando vos nomás

Mar levantó la vista para controlar a su otro hijo, el mayor

Mar: Y Bruno?

Thiago: Debe haber ido a buscar más juguetes

Mar: Pero es raro que no avise. Bruno, donde estás? Bruno

Mar se levantó y comenzó a buscar a su hijo. Thiago se quedó sentado, sabía que ella no se quedaría tranquila hasta que lo viera. De repente escuchó un grito. Un grito de Mar. Corrió hasta donde ella estaba, y la encontró en el suelo, llorando. Se había doblado fuertemente el tobillo.

Thiago: Mi amor, estás bien?

Mar: Andá a buscar a Bruno, rápido!!

Thiago: Qué?

Mar le señaló a un hombre que se dirigía a un auto en el estacionamiento. Estaba llevando a Bruno con él, que gritaba, lloraba e intentaba escapar.

Mar: Rápido, yo me quedo acá!!

Thiago no lo dudó y salió corriendo lo más fuerte que pudo. Cuando el hombre vió que se acercaba, empezó a correr también, y logró llegar al auto. Thiago corrió más rápido todavía, pero no pudo alcanzarlos. El hombre se subió al vehículo y arrancaron a toda velocidad. Intentó correr atrás del auto, pero no pudo. Agitado, cayó al suelo, golpeándolo con sus manos, y gritando, lleno de ira y frustración.

Pero no podían perder tiempo. Fue enseguida al lugar donde estaba Mar, que también estaba herida. Se sorprendió al ver que el lugar estaba vacío. Sólo quedaba el arenero, y en el banco donde habían estado, se encontraba un señor mayor leyendo un diario

Thiago: Disculpe, no vió a una chica por acá? Está embarazada, y…

No pudo terminar la oración porque el viejo le señaló a otro lugar, donde dos hombres se llevaban a Mar. Thiago se asustó todavía más, pero otra vez no pudo llegar. Vió cómo Mar lo miraba, y gritaba su nombre, pidiendo ayuda. Uno de los hombres le dió un fuerte golpe en la panza, y ella gritó de dolor. Unos segundos después, el auto había arrancado y desaparecía. Thiago se quedó parado, inmóvil, mirando la nada. De repente, sintió que alguien le hablaba por detrás. Se dió vuelta, llorando, y vió al viejo con el que había hablado antes. Lo miro´un rato, hasta que habló

X: Que pena lo de tu familia, Thiago

Thiago: Vos…?

Juan Cruz: Hola, hijo

La historia después del finDonde viven las historias. Descúbrelo ahora