Capítulo 21

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Gracias a los  más de mil lectores de la novela!!!! Estoy feliz de que les guste!! Y espero que la disfruten!!

Capítulo 21:

Septiembre, 2014

Mar: Hola?

Ceci: Hola Mar, habla Ceci!!!

Mar: Ceci!! Cómo andás?

Ceci: Bien, pero necesito tu ayuda urgente

Mar: Decime

Ceci: Estamos decorando el salón para el cumple de Aurora, pero dos de las chicas que iban a ayudar me avisaron que no vienen, podés venir un rato?

Mar: Sí, claro!! No hay problema, ya voy

Ceci: Gracias, entre tres a lo mejor llegamos a tiempo

Mar: Por qué tres?

Ceci: Vos, yo y la madrina de Aurora.

Mar se dirigió a buscar a su novio y a su hijo: Los encontró en el patio jugando, al rugby por supuesto. Al verla, Thiago le susurró algo al oído a Bruno, éste rió y ambos salieron corriendo hacia Mar: Ella no tuvo tiempo de reaccionar, porque en cuestión de segundos los dos ya la habían tirado al piso, y le hacían cosquillas sin parar.

Mar: Basta! Basta!! Ei, me van a ensuciar!!

Thiago: Enano, decile “No te enojes, mami!!”

Bruno: No te enojes, mami linda

El pequeño sin dudas había aprendido eso de su padre, porque cada vez que discutían, Thiago siempre la arreglaba diciéndole a Mar algo lindo, abrazándola y dándole un beso. Y pidiéndole perdón, claro. Entonces, el nene escuchaba esas cosas, y sabía que cuando su mamá se enojaba, bastaba con decirle un elogio, un “te amo” y hacer carita de pobrecito, que ya estaba todo arreglado. Y claro, Mar tenía una debilidad especial con su hijo. Y con su novio, por supuesto.

Mar: A ver!! Salgan de arriba mio que me tengo que ir

Thiago: Qué decís vos, hijo? Salimos o no?

Bruno: Ehhhh, no!!!

Mar: Ah, no? Ya van a ver

Mar intentó agarrar a su hijo para hacerle cosquillas a él, pero le fué imposible. El niño se alejó corriendo hacia adentro, y además, ella tenía arriba a Thiago, y no era muy fácil sacarlo

Mar: Dale mi amor, me tengo que ir a ayudar a Ceci con el salón!

Thiago: Ceci no te va a decir nada si llegás un rato más tarde- Le contestó, dándole un beso

Mar: Pero…- Intentó decir ésta, pero no pudo terminar porque Thiago empezó a besarla. Y cuando Thiago la besaba, nada cobraba sentido. Cuando por fin se pudo separar de él, Thiago le sonreía como un niño

Mar: Y la sonrisita por qué?

Thiago: Porque te amo

Mar: Sos más tierno!! Yo también te amo- Y esta vez, fue ella quien lo besó a él.

Cielo: Ah, bueno!! Nosotros no les hicimos una habitación tan linda para que ustedes ocupen así el patio.

En seguida, los dos se incorporaron, muertos de vergüenza. Pero al ver la cara de diversión de Cielo, comenzaron a reír.

Mar: Muy lindo todo, pero de verdad me tengo que ir

Thiago: Está bien, querés que te lleve?

Mar: No, no hace falta, es cerca, me voy caminando- En parte era cierto, pero Mar sabía que si aceptaba que Thiago la llevara, estaría 20 minutos más ocupada dentro del auto.

Mar: Vos lo podés llevar a Bruno a las seis al salón?

Thiago: Si, no te preocupes

Mar: Genial. Nos vemos más tarde- Le dió un beso rápido a Thiago, uno a Cielo en la mejilla y se fué. Cielo quedó mirando a Thiago con cara de madre protectora.

Cielo: Ojo vos!!

Thiago: Perdón?

Cielo: Sabés a lo que me refiero

Thiago: Yo mejor me voy a buscar a Bruno.

Thiago salió del patio con una sonrisa, y Cielo lo miraba cuando fue a buscar a su hijo, orgullosa.

La historia después del finDonde viven las historias. Descúbrelo ahora