Capítulo 67

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Capítulo 67:

Después de asegurarse de que Bruno y Mora estuvieran bien dormidos en sus camas, Mar y Thiago por fin se acostaron. Ambos estaban muy tensos por lo que vieron. Se dieron vuelta para quedar de costado, uno frente al otro, tirados en la cama

Thiago: Estás bien?

Mar: Sí, me siento un poco culpable. No quería gritarle de ese modo a Cielo, pero no podía más

Thiago: Cielo lo entiende, Mar. No es tu culpa, todos estuvimos bastante mal

Mar: es que ya estoy harta, Thiago. Cansada de vivir con miedo, pensando en que en cualquier momento puede venir Juan Cruz y llevarse a mis hijos. No podría soportar eso

Thiago le acarició suavemente la mejilla

Thiago: ya lo sé, mi amor. Yo también estoy muy asustado, y siempre temo lo peor: No sabemos para qué los quiere a ellos, pero estoy seguro que no es nada bueno. Y no me perdonaría si les pasara algo

Mar: Por qué no podemos darles una vida normal? Ellos no tienen la culpa de nada. Solo les tocó esta familia.

Thiago: Ninguno de nosotros tiene la culpa. Es este enfermo que esta obsecionado con volver a Eudamon

Mar: Y si hacemos algo, Thiago?

Thiago: Algo como qué?

Mar: Algo para protegerlos, no sé. Podríamos irnos a otro lado por un tiempo

Thiago: Nos encontraría igual. Ya nos conoce

Mar: Y qué sugerís, que los mandemos lejos a ellos solos? Nunca podría hacer eso. No quiero que mis hijos crezcan sin sus padres, como nosotros

Thiago: No mi amor, no digo eso. Tenemos que encontrar una solución. Pero te juro, que nada ni nadie nos va a separar de ellos

Mar: Que raro que es ésto. Antes, la ley del orfanato era cuidarte solo, y solo a vos. Nadie te iba a proteger, ni ibas a poder cuidar a nadie. Mirame ahora, que soy capaz de dar mi propia vida por estos dos enanos, con tal de verlos bien

Thiago: Eso demuestra que sos una excelente madre

Mar: Por favor, una buena madre sabría muchas cosas más que yo acerca de como cuidar a sus hijos

Thiago: No, una buena madre es la que entiende a sus hijos, los quiere, y la que daría la vida por ellos, como vos

Mar: No sé, Pela. A veces creo que nunca voy a poder ser esa madre que ellos se merecen

Thiago: Ellos se merecen a la mejor mamá del mundo, protectora, dulce, divertida, cariñosa, como lo sos vos

mar: Sos increíble, mi amor. Nunca hubiera podido hacer esto sin vos. Sos mi sostén, sola no hubiera llegado a nada.

Thiago: No creas, vos podrías sola hasta con 10 chicos.

Mar: No me parece. No puedo estar más feliz por haberte encontrado, y de lo que estoy completamente segura es que les dí a mis hijos el mejor papá que puedan pedir

Thiago: Eso espero

Mar: Y aunque las cosas nunca se dieron como esperamos, al final terminamos teniendo nuestra familia feliz

Thiago: Muy, muy feliz

Mar: Y si tenemos que enfrentarnos con Juan Cruz y 100 de sus hombres para mantenerla así, lo vamos a hacer

Thiago: Por supuesto. Porque a la familia  Bedoya Agüero- Rinaldi nadie la separa, nunca

Mar se apoyó en el pecho de Thiago y éste comenzó a acariciarle el pelo con sus manos. Eso era todo para ellos, y sabían que podrían enfrentarse a 100.000 villanos, pero siempre se mantendrían unidos, porque ese es su pacto, que nació hace muchos años, y durará para siempre

La historia después del finDonde viven las historias. Descúbrelo ahora