Capítulo 59

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Capítulo 59:

Thiago: Vamos, Mar?

Mar: Sí! Ya me quiero ir a casa

Thiago: Te preparamos una sorpresa

Mar: Sorpresa?

Thiago: Sí, te va a encantar. Cómo está mi princesita?

Mar: Me parece que tiene hambre, ahora llegamos y le doy de comer

20 minutos después Thiago estaba estacionando el auto frente a su casa

Thiago: Cerrá los ojos

Mar: No! Nos vamos a caer

Thiago: Tranquila, yo te guio

Entraron, y Thiago le dijo a Mar que abra los ojos. Ella lo hizo, y se quedó sorprendida por lo que vió. En toda la escalera cruzaba un pasacalles enorme que decía: Bienvenida Mora. Los estaban esperando Bruno, Sus padres y todos los chicos

Mar: No lo puedo creer!! Te gusta mi amor?

Bruno se acercó a Mar con un enorme ramo de flores en las manos

Bruno: Mami, esto es para vos

Mar le pasó la bebé a Thiago, y se agachó para quedar a la altura de su hijo

Mar: Para mí?

Bruno: Sí, por regalarme una hermanita.

Mar: Gracias hermoso!

Mar lo abrazó, tratando de ocultar las lágrimas que amenazaban con salir. No quería llorar en ese momento, pero ninguna persona en el mundo se resistiría al dulce de su hijo

Mar: Te amo, hijo

Bruno: Yo más mami

Después de Bruno, se acercaron sus papás quienes le regalaron una caja de bombones, los chicos le dieron un hermoso album de fotos para que llenen de recuerdos familiares. Por último, Thiago se acercó a ella, con una enorme sonrisa en su cara

Thiago: Yo también te quiero dar algo

Mar: Vos no me tendrías que regalar nada. Ya me diste mucho

Thiago: No importa. No mires

Mar sintió como Thiago le sacaba la cadenita que siempre llevaba colgando, y unos segundos después se la volvía a colocar

Thiago: Ya podés ver

Mar abrió los ojos y creyó que su corazón iba a explotar de tanto amor. Al lado de el dije que Thiago le había regalado años atrás, había uno nuevo. Una preciosa nena, con el nombre Mora atrás

Mar: Mi amor… es perfecto. Te amo tanto

Thiago: Yo más hermosa. Gracias por todo

Se abrazaron y se besaron, generando una ovación de la gente. Se separaron, con sonrisas cómplices.

Tefi: Ahora tienen que abrir los regalos de la nena

No podían creer que una nena recién nacida pudiera recibir tantos regalos. Pero ya lo tenían claro desde el día que se enteraron que tendrían una nena: Iba a ser su perdición. Por supuesto que Bruno no se quedó atrás.

Horas después todos se fueron a sus respectivas casas para dejar descansar a la familia. Ambos estaban fascinados. Habían perdido la costumbre de tener a un bebé tan chiquito en casa.

Pero no se podìan quejar mucho, porque Mora era super tranquila. No lloraba mucho, y dormìa bastante, cosa que a Mar, exagerada como siempre, le preocupaba. Thiago intentaba con mucha paciencia hacerle entender que era normal que durmiera mucho. Todos estaban bastante embobados con ella, incluso Bruno que la primera noche de la bebè en casa, se despertò preocupado y preguntando si su hermanita estaba bien, porque estaba llorando. Su mamà le explicó que era porque tenía hambre, entonces se pudo ir a acostar tranquilo. Hasta Thiago, que no se despertaba nunca, se levantó en la primera noche de su hija en su nuevo hogar. Dejaron que Bruno se acostara con ellos en la cama grande, y luego de que Mora se durmiera, ellos la imitaron en pocos segundos.

Thiago no se podía dormir. Estaba preocupado. Estaba feliz por tener a su hija en casa, y a toda su hermosa familia, pero había una idea que le daba pánico de solo pensarlo: Cuál iba a ser la siguiente jugada de Juan Cruz ahora que nació la beba? Porque, aunque nadie lo decía, todos sabían que se acercaba el momento. Juan cruz volvería a atacar. Y estaban precavidos, sí, pero una bebé tan chiquita puede ser controlada fácilmente. Pero de algo estaba seguro, ahora más que nunca. Si Juan Cruz quería acercarse a su familia, lo haría sobre su cadáver. Pero, cómo enfrentarse a alguien que puede adquirir mil caras distintas, y nunca se sabe cuál es en realidad?

La historia después del finDonde viven las historias. Descúbrelo ahora