One Shots // Carrusel //

5. Jorge

No lo entiendo.

No entiendo por qué él es así conmigo.

Le ofrezco mi amistad, por ratos me trata bien y por otros me trata mal. Me trata como su amiga pero ante todos soy una desconocida.

Ya me cansé de que me trate así, estoy cansada de seguir intentando cambiar a Jorge y que no dé resultado.

Estoy molesta con él desde hace una semana por un incidente que pasó en el salón de clases; cuando todo iba bien entre nosotros, cuando se podía ver un atisbo de cambio de su personalidad de "niño rico" se esfumó, por algo que él dijo sobre mí en frente de todos haciéndome quedar en ridículo.

Ha intentado hablar conmigo varias veces estos últimos días, pero no. Ya no voy a creerle más, no quiero volver a caer en su círculo de mentiras de que al final va a aceptar públicamente que soy su amiga. Y al final ocurre lo contrario. Es muy pesado ver casi todos los días a la persona con quien estás peleada, pero ya he faltado muchas veces y si sigo así, me van a bajar en conducta.

Mis amigas no hablan de lo ocurrido porque saben que eso me afecta, no preguntan ni dicen nada sobre el tema. Para mí es mejor así.

Eran las dos últimas horas y nos tocaba música. Salí un rato al baño a mojarme la cara porque ya me estaba durmiendo. No sé por qué tenemos que hacer teoría en el curso de música... es realmente aburrido.

Hice lo que tenía que hacer en el baño y cuando salí me topé con quien no quería toparme en estos momentos:

-____, el profesor me dijo que te avisara que ya estamos en el salón de música. - dice, mirándome a los ojos y yo aparto la mirada porque simplemente no quiero verlo.

-Está bien- avanzo y el camina a mi lado. Es lo más incómodo, pero ya falta poco para llegar.

Jorge abre la puerta de la sala y entro. La sorpresa me llevo yo cuando no veo a absolutamente nadie en el salón y escucho que le pone seguro a la puerta.

Trato de guardar la calma, respiro hondo y pregunto-Jorge, me dijiste que estarían todos aquí. ¿En dónde están?

-____, tenemos que hablar. - dice con una posición firme

-Jorge, tú y yo no tenemos nada de qué hablar- me cruzo de brazos con los nervios de punta.

-Claro que sí, deja de esquivarme y da la cara- aquello último que dice hace que me enfurezca más, pero trato de mantenerme a raya

-No tengo por qué darla contigo- avanzo para llegar a la puerta, pero él me sostiene con un brazo- ¡Déjame salir! ¡Estás haciendo esto en contra de mi voluntad!

-____ Deja de comportarte así, pareces una niña.

-Jáaa, y mira quién habla de comportamientos- trato de salir de su agarre con ambas manos, pero no puedo- voy a pedir auxilio si sigues reteniéndome.

-____, ¿No entiendes que necesitamos hablar?

- ¡Auxilio! ¡Ayúdenme, estoy encerrada! - pataleo con fuerza, pero nada da resultado

-No voy a dejar que te vayas hasta que me perdones- escucho que dice entre mis llamados de ayuda. Pero al ver que no da resultado, muerdo el brazo con el que me sostiene.

- ¡Auch! - Dice y me suelta automáticamente- ¿Pero qué tienes?

-Tengo ganas de salir de aquí. Ahora, si me disculpas...

-Sé que he cometido un error- dice y me detengo sin voltear- Y quiero que me disculpes.

Volteo a mirarlo, aún sigue frotándose el brazo. Si éstas hubieran sido otras circunstancias, ya me estuviera riendo.

- ¿Eso es todo lo que tienes que decir? ¿Que quieres que te disculpe y nada más?

- ¿Qué más quieres que diga? ¡Te estoy pidiendo disculpas!

-Ah no, tú dijiste que quieres que te disculpe, me estás obligando a hacerlo porque sí.

-No vas a estar molesta conmigo todo el tiempo...

- ¿Así es tu forma de pedir disculpas a alguien que supuestamente te importa?

-Hablas como si eso hubiera sido algo grave.

- ¿Ah, no lo fue? Decir a todo el salón que yo soy una tipa que no tiene en dónde caerse muerta por no tener una situación económica como la tuya y que jamás saldrías conmigo porque siempre estaré fuera de tu alcance. ¿Te pareció poco eso? Lo único que faltaba era prestarte el micrófono del colegio para que todos lo sepan. ¿Acaso te gusta verme mal?

-Esta vez me he pasado. Y lo siento, no volverá a suceder

-El punto no es ese, el punto es que siempre lo haces. Yo ya estoy harta. - me encamino decidida a no escucharlo más.

- ¡Espera, por favor, no me dejes! - Toma mi mano y con delicadeza, me hace volver a verlo- Lo siento, ____, en serio lo siento. Soy un tonto, un cretino, un imbécil y todos los insultos que quieras decirme; lo merezco. Sé que está mal tratarte así a ti y a los que me rodean. Pero a veces no puedo con esto yo solo. Te juro que ya no quiero ser así, quiero cambiar esta vez y hacerlo de verdad. Y sólo tú puedes hacer esto... Solo tú puedes ayudarme a cambiar.

Por un impulso, quizás, lo abrazo. Lo abrazo porque lo quiero, y quiero ayudar a llenar ese vacío que hay en él, quiero mostrarle que para la felicidad no existe clase social, quiero mostrarle lo bonita que es la vida viéndola de distintas maneras y lo más importante; quiero salvarlo antes de que sea tarde.

Estamos tan juntos que no queremos separarnos. Nos despegamos un rato para mirarnos a los ojos y ocurre.

Ocurre lo que siempre hemos estado esperando, porque ambos lo queríamos, porque lo necesitábamos. Nos besamos.

N/A: Ya era hora de que cambie el jorge no? :v