One Shots // Carrusel //

9. Kokimoto

Estamos en la hora de historia y nuestra profesora aún no viene, todos se han salido de sus respectivos sitios haciendo alboroto por todo el lugar. Yo no me muevo, tal vez la profesora o quizá la directora venga en cualquier momento y no quiero que me echen la culpa de algo que no hice.

Justo cuando estaba por echarme encima de mi carpeta para dormir, escucho que Carmen me llama.

- ¡____!- volteo a la dirección en donde fui llamada- Ven, juega a la botella con nosotros.

-Oh, no creo que sea una buena idea- respondo dubitativa. Creo que ese juego es algo parecido al de verdad o reto. No estaría tan mal retar y preguntar algunas cosas a las personas que están en ese círculo.

-Vamos, ____. Nos falta una persona- me asomo un poco para ver a las demás personas a detalle.

Ahí está él.

-Ya sé que es lo que le pasa- habla Paulo al notar que no respondo- tiene miedo.

-Claro que no- me levanto de golpe y me acerco al pequeño círculo- Te vas a arrepentir por haberme retado- Paulo alza sus manos fingiendo estar asustado.

Carmen fue la primera en girar la botella a petición del público, no sé cómo exactamente es el juego pero, el pico es el que manda; eso creo.

Los primeros fueron Mario y Marcelina. Ambos se miraron un par de segundos, se nota que se gustan demasiado.

-Chicos, les toca- dice Alicia con una sonrisa de oreja a oreja. Marcelina se acercó un poco más, luego Mario se acercó y... ¿se besaron?

¿En eso consiste el juego?

-Duh, como si nunca se hubieran besado antes- musita Paulo alzándose de hombros

- ¿Tenemos que besar a la persona que nos toque? - pregunto un poco nerviosa.

-Pues sí, ____ en eso consiste el juego- argumenta Carmen.

-Y ya no puedes salir, eh- señala Paulo. Esto es terrible, nunca he dado mi primer beso y quizá lo de con alguno de estos cuatro chicos que están a mi alrededor.

Mala idea, ____, mala idea.

-Esta vez que lo gire la anfitriona- Paulo me alcanza la botella de vidrio y mis nervios se ponen de punta. Vacilo antes de girarla, cuando lo hago, miro atentamente hacia a dónde se va la botella. Segundos después la botella se detiene, alzo la mirada para ver con quién me ha tocado y recién caigo en cuenta de que la persona que está en frente es Kokimoto.

Mi corazón late más fuerte de lo usual mientras me voy acercando, él también lo hace y entonces, pasa.

Un suave roce de nuestros labios y ya. Exactamente estuvimos sólo un segundo así, pero para mí parece haber sido una eternidad.

Tardo dos segundos en reaccionar y ponerme en contexto: he dado mi primer beso en el juego de la botella borracha, con la persona que me gusta. ¿No está mal, no?

-Bien hecho, japonés- Paulo le da una palmada en el hombro y Alicia me codea y me guiña el ojo. Puedo jurar que mis mejillas están más que rojas ahora. - ¿Le darías una oportunidad a ____?

Voy a matar a Paulo después de esto.

-No. - responde de manera tajante- Un samurái nunca se enamora.

Su respuesta generó un silencio incómodo en el círculo y, a partir de esto, mis emociones cambiaron. De estar feliz, pasé a estar enojada y triste al mismo tiempo. ¿Cómo pudo haber dicho eso en frente de todos?

Después de lo que pasó con Kokimoto, la profesora vino y el juego terminó. A la hora de salida, cuando estaba guardando mis cosas, me encontré con un papel que al abrirlo decía:

<<Lamento haberte hecho sentir mal, pero no quiero que ellos sepan lo que siento por ti. Me gustas demasiado y espero que algún día me perdones>>

¿No que un samurái nunca se enamora?

N.A: Esto suele pasar cuando algunos niños son un poco...tímidos al hacer notar sus sentimientos :s a algunas amigas mías le ha pasado 😂

Ah, y estrellita si crees que Koki es el chinito más bonito <3