Un plan malvado

1.1K 66 25
                                    

Sofía quedó impactada viendo cómo la mirada de Hugo se volvía inexpresiva.

~Debo irme Sofía. Sonrió dando la media vuelta.

Axel lo había esperado en el salón principal, no soportaba la idea de ver casado a su hermano con una persona tan superficial como Amber.

~¿Qué pasa hermanito? Esa rubia tonta te está hostigando.

~No, es solo que, me siento atrapado...

~Cualquiera se sentiría así, te compadezco. Sonrió despeinado el cabello de Hugo.

~Sabes.... Yo quiero a alguien, una pequeña niña del pueblo de Encantia. Recuerdo que la vi durante una visita que hice al castillo. Ella había caído en los arbustos del palacio y apenas salió nuestro carruaje ella corrió detrás procurando no ser vista. Desde entonces he pensado mucho en ella. No recuerdo su cara pero... Tenia un broche muy especial entre sus ropas.

~¿Como el que Sofía atesora?.

~Por un momento creí que era el mismo aunque, según tengo entendido Sofia jamás lo ha sacado de su habitación hasta esta mañana. Pero... Algo dentro de mi me dice que la encontraré, ¡Debo hacerlo!.

El duque llegó a su mansión e inmediatamente se encerró en su habitación, su pequeño Joseph había muerto y nisiquiera había podido demostrarle lo mucho que lo amaba.

El señor Steven ya había esperado su regreso. Estaba feliz de que todo estuviera marchando como había planeado.

Con pasos firmes se acercó hasta la habitación e intento hacer que el duque lo escuchará.

~No quería decirle la verdad porque es algo muy duro, pero ahora que lo sabe debe reclamar a lo único que le queda de su hijo “La pequeña Sofía", debe sacarla del castillo de Encantia y traerla a Gales para que asuma su papel como descendiente de su familia.

~Su madre jamás dejará que la aparte de ella. Susurro con apenas un hilo de voz.

~No pedirá permiso, reclamará a su nieta. Usted está en todo su derecho de hacerlo.

El duque apretó los labios y observó a su alrededor.

~Supongo que tienes razón.... Mi pequeño niño me dejó un lindo regalo y yo sabré cuidar bien de ella. Prometo jamás hacerla sufrir como en el pasado.

Max había vuelto a la mansión para implorar el perdón del hombre pero al escuchar esto decidió advertir a la familia de Encantia sobre lo sucedido.

Steven había visto al hombre alejarse y antes de que se fuera lo interceptó.

~¿Qué fue lo que escuchaste?.

~No oí nada, hablo con altivez.

~Espero que no intervengas en mis planes.

~No tendría por qué, Joseph era mi amigo y solo quiero que su padre recobré su felicidad.

~Solo eras el niñero del príncipe de Gales, ¡Nada más que eso!. Hablo haciendo que Max apretara los puños.

~Era su consejero y amigo. A pesar de que yo no pertenecía a la nobleza él me respetaba y me daba mi lugar, en cambio tú parece que no te ubicas se te olvida que tampoco tienes un título nobiliario.

~Pero tendré más que eso ¡Sabes que! ¡No te dejaré ir! Creo que podrías arruinar mis planes...
Steven llevo a Max hasta una vieja cabaña donde lo ato de manos y pies.

~Roland, el príncipe Hugo parece muy triste. Creo que él no se siente bien con los constantes coqueteos de Amber. Hablo Miranda observando al muchacho.

~Es cierto, pero ella está en todo su derecho de hacerlo ya que ambos se pertenecen.

~Ya habíamos hablado de eso... Reprendió haciendo que Roland sonriera.

~No puedo hacer nada más que mantener mi palabra. Si yo desprestigiará a Garrick cancelando el matrimonio, él estaría en todo su derecho de declarar una guerra en nuestra contra.

~Rolly, no puedo creer que esto sea tan grave. Garrick es tu amigo..Yo sé que él lo entenderá.

~Estoy seguro de que no lo hará, estaría jugando con su honor. Por eso Amber es la que tiene la última palabra y naturalmente no nos está permitido persuadirla. Nisiquiera Hugo puede hacerlo.

~Compadezco a ese niño, nunca ha tenido el amor de una madre, nisiquiera expresa libremente lo que siente, siempre es el príncipe perfecto.

~Él es feliz, tiene todo lo que un adolescente querría, es guapo, atlético, inteligente y su reino es sumamente importante.

~Pero no tiene amor.... No es comprendido.

~Insinuas que Garrick no ha sabido comprenderlo.

~Un padre jamás entenderá ciertas cosas. Nosotras las mujeres somos perceptivas a los sentimientos de nuestros hijos, mientras los hombres difícilmente lo entienden.

~Quizas deberías hablar con él, estoy seguro de que te escuchará. Hablo Roland haciendo que Miranda se acercara hasta él.

~Reina Miranda. Hablo haciendo inmediatamente una reverencia.

~¿Podemos hablar pequeño?.

Hugo se sorprendió ante su calidez y no pudo evitar sonreír.

~Se que no eres feliz, quizás nadie se de cuenta pero yo puedo verlo en tus ojos. Tienes unos lindos ojos, Sofía me lo dijo desde que te conocio aquella vez en el pueblo.

~¿En el pueblo? Yo conocí a Sofía en la escuela real. Contesto extrañado.

~¡Te equivocas! Como sabes Sofía era una niña de pueblo antes de ser princesa, ella vio tu caravana acercarse a Encantia y quedó impactada con tus ojos, así que decidió seguirte hasta el castillo. Recuerdo que me dijo que eran iguales a los de su padre y yo no le creí, pero ahora veo que es cierto. Tienes una gran bondad y carisma.

~¿Sofia me siguió?

~Asi es, sonrió viendo cómo las mejillas del príncipe comenzaban a enrojecerse.

~Digame algo, Ese día ¿Sofía portaba el broche de su padre?.

~Lo hacia, decidió dejar de llevarlo cuando entro a la escuela real, le daba miedo perderlo, pero está mañana pensó que sería bueno mostrarlo al mundo.

Inmediatamente llegó a sus recuerdos la mirada de aquella niña del pueblo. ¡Era Sofía! Él ya la quería y apreciaba como su amiga y compañera de vida pero jamás habría imaginado que era aquella niña que le había robado el corazón años antes.
Por eso la amaba inconscientemente pero no podía ir más alla por el recuerdo de la persona a la que estaba decidido a encontrar ¡Y esa persona había estado a su lado todo ese tiempo! ¿Como había podido ser tan tonto?. Tenía ganas de correr hasta ella y abrazarla. Pero su compromiso con Amber lo reprimía, él no podía hacer ninguna tontería que pudiera perjudicar a Sofía.

La historia no contada de Roland y MirandaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora