Las estrellas del cielo.

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Una vez frente al picaporte de aquella puerta, dudas, sentimientos y algunos efectos nocivos provocados seguramente por ese interrogatorio se desvanecieron. Si algo sucedería era probable que nadie más que yo tuviera la necesidad de entender cada cosa que pasaba y que pasaría. El tiempo llego y el valor movió mi brazo a la puerta dando asi inicio a una especie de aventura o tal vez a una pesadilla...

Una especie de rayo solar raspaba mis pupilas, las hojas surcaban por el suelo en clara evidencia de viento y un...si era un ¿pueblo?.

Árboles, cabañas, caminos formados por la naturaleza...¿era real? ¿Enserio me dejaron en un sitio como este?...

Tener miedo era lo mas natural posible pero el lugar no parecía que fuese a devorarme. Con puños apretados y con una visible molestia maldije con las fuerzas que tuviese en ese momento a sea quien fuera que me trajo hasta este sitio.

¿Irlandés? O ¿tal vez sea escoces?. Pintaba de manera nordica del medievo pues el lugar era mas rustico que una montaña nevada. Gris con una fachada de verde seco...el sitio en definitiva tenia las ramas y arboles repletos de ¿dibujos o letras? en sus troncos.

Un tiempo para analizar sin mover si quiera un musculo, respiración que no provocaba sensación alguna y una total incredulidad de que en todo ese tiempo nadie apareciera para decir que la broma termino o que un residente me brindara ayuda para localizarme en algún punto del mapa.

—Cuando esto termine sin duda alguna ese estúpido ira a la cárcel—molesto con ojos enmarcados comencé a dar los primeros pasos.

El cielo no tenia un sol pero era realmente extraño que lo último de lo que me percate fue de eso. Asumia como cualquier persona normal que habita en el planeta tierra que la luz provenía del sol...

— ¡¿Pero qué rayos pasa aquí?!—desconcertado totalmente perdido. Verificaba que mi cuerpo no tuviera alguna anomalía y que todo esto fuera solo el producto de una droga.

Las manos sobre mi cabeza, el cabello arrogando sudor, ojos perdidos y muy abiertos...

Un paso seguido de un miedo mental indescriptible...

Quizás...solo era la puesta del sol y todo tiene explicación o al menos pensar en eso aliviaba la poca calma que pude tener antes de todo esto.

— ¡Oye tú!, el camino correcto es por acá...

Una voz...si era una persona y lo mas importante ¡Estaba viva!

Respiración profunda, reacomodo parcial de imágenes tenebrosas sobre este sito y algo que tenía al mil por hora a mi corazón.

Voltee para ver a es emisor de tales palabras...

Una belleza de mujer, la divinidad, lo más parecido a un ángel e incluso la musa perfecta de cualquier poeta, pintor y cualquier otro personaje que adulara a la mujer como parte de su vida.

—Debes venir...

Era apenas visible la silueta de aquella mujer en el instante que poco a poco se alejaba del lugar donde apenas hace unos momentos se detuvo para poder deleitarme con su belleza.

Una sensación de sueño apareció de repente sobre mí, logre evitar un bostezo pero tuve una necesidad inmensa de cerrar mis ojos y lo hice...

— ¡¿Dónde se ha metido?!

Al volver a abrir mis ojos la chica ya no estaba supuse que se perdió en la lejanía pero di gracias a quien fuera quien fuese porque arreglo esa mala impresión del sitio.

Camine con rumbo preciso a donde la chica se perdió. Unas cuantas cabañas rusticas y uno que otro enorme paisaje verde fue apareciendo con cada paso que marcaba, además parecía ser que lo que dijo la joven era cierto o al menos el camino que me recomendó me llenaba de una tranquilidad enorme.

EL VALOR DE UNA PROMESA[PAUSADA-EDITANDO].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora