Había pasaso una semana desde el asunto de la carta. Max se había disculpado con Lily por no haber podido cumplir con el asunto y de sobra esta decir que la chica había entrado en pánico, temía convertirse en el hazme reir de todo el equipo de soccer...afortunadamente Max la tranquilizó.
Pero si en algún momento Max había creído que el asunto de la carta estaba olvidado, se había equivocado miserablemente. Lo supó cuando se dio cuenta que Henry Miles y Brice Olsen(otro de los miembros del equipo) lo seguían disimuladamente por los pasillos y no, no eran paranoías suyas.
-y entonces el jodido entrenador me dijó que debía ir lo que queda de esta semana y la otra completa y limpiar los vestuarios durante la hora de almuerzo ¿puedes creerlo?
Max giró la vista en dirección de su mejor amigo. El chico rubio lo observaba con sus vibrantes ojos verdes, a la espera de una respuesta, lo cierto es que el castaño no recordaba de que iba la platica. No le quedaba más que tentar a la suerte.
-Pues vaya cosa - hizó una mueca de costernación y supo que dijo lo correcto cuando Billy sonrió -¿Son ideas mias o el entrenador la tiene contra ti?
-Pues no sé- Billy bufó-Pero seguro como el infierno que no le voy a demostrar cuanto me molesta su actitud odiosa. Porque si hay algo que haga enfadar al viejo ese, es que no caiga en sus provocaciones.
-Haces bien, lo menos que necesitas justo ahora es que de verdad se ensañe contigo.
-Exacto.
Y esa ers precisamente la razón por la que Max no le había contado sobre el altercado que tuvo con Jason y Henry. Estaba seguro que Billy correría a confrontarlos y eso solo sería una excusa para que el entrenador Bradford la tomara contra su rubío amigo.
-Bueno, tengo que cumplir mi castigo, así que me voy...te veo luego.
¿Qué castigo? Estuvó a punto de preguntar el castaño, pero no lo hizo. Se quedó parado a mitad del pasillo, viendo como su amigo se iba mientras la campana sonaba, dando aviso para el almuerzo. En un abrir y cerrar de ojos, el pasillo se convirtió en un área congestionada llena de alumnos en busca de comida, como depredadores.
Aun con todo ese caos de cuerpos en movimiento, Max fue capaz de identificar la clara cabeza castaña de Henry y unos paso por detrás, Brice le dedicaba una enorme sonrisa de tiburón.
Max tragó en secó y giró en redondo, tratando de decidir a donde debía ir para esconderse. La azotea estaba totalmente descartada y los baños era como servirse en badeja de plata.
Resultaba un poco ridículo que fuera Henry quien lo estuviera persiguiendo por todos lados ¿acaso no debería ser Jason quien lo hiciera? Después de todo era su casillero donde Max pretendía depositar la carta.
Metido en sus pensamientos, no se dio cuenta de que había llegado a un "callejón sin salida", su unica escapatoría estaba tras las puertas dobles que daban al comedor...y pues, no es que le emocionara entrar en el y ser humillado o golpeado frente a todos los estudiantes. Pero tampoco quería ser golpeado en un pasillo desierto, en donde nadie podía ayudarlo.
Se precipitó hacia el comedor. Fue un poco chocante el contraste de ambientes, el silencioso pasillo siendo opacado por el bullicio de los alumnos que charlaba y comian a la vez. Fue un alivio que nadie le prestara verdadera atención, así que avanzó un par de pasos antes de darse cuenta de que tampoco es que tuviera a nadie que puediera ayudarlo ahí dentro; pero vamos, ni loco iría hasta la mesa donde se encontraba la dulce Lily Price disfrutando tranquilamente su almuerzo. Si, a veces apestaba tener solamente un amigo y no, no pensaba ir a refugirse detrás de Billy como siempre lo hacía.
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Un Golpe De Suerte (Suerte #1)
Teen FictionPortada cortesía de la talentosa @UmbraBlack ❤ Max sólo quiere ser feliz y tener un poco de buena suerte. Jason es el tipico chico popular, tal vez esconda más que esa fachada de chico bonito. Daemon es frio y distante o quizá solo guarde su corazón...