13| Un gol con dedicatoría

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Max observaba como ambos equipos calentaba antes del inicio del partido. Se encontraba sentado en la segunda fila de los graderios con Scott y Aron, quienes se distraían comiendo golosinas.

—¿Quieres?— le preguntó Aron entregándole una bolsa de frituras.

—Gracias. — sonrio ampliamente y se dispusó a comer.

Vió a su alrededor buscando a cierto chico de cabello negro, pero fue inútil. Daemon aún no llegaba y era probable que no lo hiciera y eso lo hacía sentir triste. Daemon le dijo que iría...aunque claro, eso no significaba que tuviera que hacerlo.

—¡Max!

Volvió la vista al frente solo para ver como Billy lo llamaba desde el otro lado de la vaya que separaba los graderíos y el campo. Se pusó de pie y corrió hasta llegar cerca de su amigo.

—¡Hola Billy!

—Hey, creí que no vendrías— El rubío estiró la mano y le robó un puñado de frituras. —Por cierto, espero que me des animos.

—Claro que lo haré, eso no debes dudarlo, tú solo encargate de esforzarte al máximo ¿de acuerdo?

Billy sonrió y asintió. El castaño se sobresalto cuando Aron y Scott se pararon a su lado.

—¡Hey Billy Boy!— canturreó Aron chocando el puño con Billy. —¿Listo para patear el trasero de los niños mimados de Bradbury High?

—Más que listo. De hecho he esperado por este momento desde el año pasado.

Todos asintieron recordando que el año anterior fue precisame te el equipo de Bradbury High quien los dejó fuera del campeonato justo en las semifinales. Así que topárselos en la primera fase de las eliminatorias era todo un reto, no podían darse el lujo de perder con ellos nuevamente.

—Ten cuidado— advirtió Scott en tono serio. — escuche por ahí que esos idiotas estan dispuestos a ganar a como sea, lo que probablemente significa que jugaran sucio.

—No me sorprendería— Billy soltó un bufido — pero hemos entrenado duro y eso debe se suficiente para ganar.

—Eso espero, porque no me gustaría que te sentaras en la misma mesa que yo si ni siquiera puedes ganarle a esos idiotas en un partido de soccer.

Max se giró sobresaltado al escuhar esa voz y no pudo evitar sonreir ampliamente al ver a Daemon con esa expresión arrogante y su sonrisa de medio lado.

—Creí que no vendrías — susurró el castaño.

—Te dije que lo haría ¿no?

Aron le dió un codazo a su novio para que viera a Daemon. El pelinegro tenía una expresión demasiado dulce y lo más sorprendente de todo es que estaba dirijida a Max y ni siquiera parecía darse cuenta de ello.

—¿Y en dónde esta tu uniforme de animadora?— preguntó Billy con sonrisa burlona ganandose una mirada ceñuda de Daemon.

—Jodete Tucker...

Todos se ehecharon a reir (excepto Daemon). Y como si fuera un experto en arruinar momentos, Jason Cooper se acercó tratando hasta ellos.

—¡Hola chicos!— sólo Max respondió el saludo.

—¡Pero miren, el capitán nos honra con su presencia! Creo que me voy a desmayar — Cuando lo quería, Aron podía ser toda una reina del drama.

La sonrisa de Jason pareció flaquear por un momento, pero volvió a ser grande y luminosa cuando sus ojos grises se posaron en Max.

—Espero que no me pierdas de vista en el partido. — Dijo el capitán en dirección a Max.

Un Golpe De Suerte (Suerte #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora