Daemon estaba sentado en una banca en el patio de la escuela. Era la hora de almuerzo y aunque se moría de hambre, ni de chiste iba a entrar al comedor, no a menos que quisiera toparse con Max... Ese mocoso de ojos azules hanía estado rondándolo los últimos días. Se la pasaba acosándolo por los pasillos, saludándolo o saltando sobre su espalda como si fueran amigos de toda la vida.
Lo peor de todo era ver como Aron y Scott se mataban de risa a su costa. A veces sentía la tentación de agarrar al pequeño elfo y amenazarlo para que dejara de joderlo. Pero había algo que no se lo permitía, tal vez eran esos enormes ojos azules que lo veían con admiración...
Sacudió la cabeza y gruñó por lo bajo. Se moría de ganas de un cigarrillo, pero se había dejado el paquete en su otra chaqueta. Cerró los ojos y dejó car la cabeza por sobre el duro respaldo de la banca, es sol calentaba su piel de manera agradable.
—Hola...— Se estremeció al escuchar es voz animada. Si seguía de ese modo, terminaría por tener pesadillas.
Daemon se enderezó en su lugar y abrió los ojos para luego fulminar al dueño de aquella voz catarina. ¿Qué estaba haciendo mal? ¿Por qué el pequeño elfo no huí aterrado por la dureza de su mirada?
—¿Qué quieres?— gruñó su mirada hacía al frente. Un grupo de chicas estaba sentada más allá. Ellas lo veían y le lanzaban sonrisitas tontas, por un momento estuvo tentado a correr hacia ellas solo para evitar a Max.
—Como no fuiste al comedor decidí traerte la comida hasta aquí. —Max le tendió un sandwich envuelto en papel aluminió y una lata de soda. —Esta vez no la agite, lo prometo.
—No quiero. — Si, estaba siendo un mal agradecido, pero lo único que quería era que el niño lo dejara en paz. —Largo.
—Pero...
—¡Te he dicho que te largues! ¿Acaso quieres que te lo escriba para que lo entiendas?
"Oh, mierda" Pensó cuando vio esos enormes ojos aguarse, eso antes de que Max se diera la vuelta y volviera al interior de la escuela de manera apresurada. Se quedó sentado tratando de ignorar el sentimienro de culpa que empezaba a enroscarse en su interior. Negó con la cabeza y se cruzó de brazos, no iría tras el moscos, no lo haría...
Se pusó de pie y empezó a caminar en direcció hacia el comedor, seguramente el chico estaría ahí. Al cruzar la puertas dobles se chocó con Scott.
—Fijate por donde vas —gruñó su amigo dándole una mirada ceñuda.
—¿Y a ti qué mierda te pasa?— preguntó Daemon ante el tono enfadado de su amigo.
—Eso debería preguntarlo yo. —Entrecerró los ojos —¿Acaso era tan difícil aceptar la comida que el chico te estaba dando?
—Si...
—Mierda Daemon, pues dejame decirte que aceptar un sandwich no es equivalente a firmar un contrato.
—¿De cualquier maner, por qué jodidos estamos hablando de esto?— su paciencía empezaba a esfumarse.
—Por que el niño vino aquí y estaba llorando, luego salió corriendo. Aron y Tucker se fueron tras el para tratar de calmarlo...
—¿Es en serio?— Daemon se rió con incredulidad —Ni siquiera lo toque, solo le dije que se fuera.
—Daemon...
—Quizá insinue que ra tonto...pero no es para tanto.
—Como te lo explico —Scott le pasó un brazo por sobre los hombros y empezó a guiarlo fuera del comedor — El niño te ve como si fueras su héroe, entonces ahora imaginate como se siente cada vez que tu rechazas sus intentos por acercarse.
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Un Golpe De Suerte (Suerte #1)
Teen FictionPortada cortesía de la talentosa @UmbraBlack ❤ Max sólo quiere ser feliz y tener un poco de buena suerte. Jason es el tipico chico popular, tal vez esconda más que esa fachada de chico bonito. Daemon es frio y distante o quizá solo guarde su corazón...