14| Fiesta, baile y alcohol

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Daemon casí suelta una carcajada al ver como Max abría ampliamente sus enormes ojos azules. No cabía duda de que el pequeño elfo nunca había ido a una fiesta. Colocó la su mano en la nuca del castaño. Le gustaba la forma en la que Max se estremecía bajo su tacto.

—Vamos adentro. — dijo guiando al castaño hasta el ruidoso interior de la casa.

La música estaba a tope  haciendo que fuera difícil escuchar incluso sus  pensamientos. La casa estaba a reventar y la mayoría de personas bailaban de manera frenética, con vasos, de lo que muy seguramente era cerveza, en las manos. Daemon se pusó de puntitas buscando a Scott y Aron entre la multitud, pero no estaban.

—¡¿Podemos buscar algo de beber?!— gritó Max.

—¡Claro!

Se adentraron en la casa, serpenteando por los pasillos. Daemon daba vistazos sobre el hombro cada tanto sólo para asegurarse de que Max seguía ahí. Llegaron a la cocina. En la mesada del centro había una gran cantidad de vasos de color rojo y Max no se lo pensó dos veces para correr hacía ellos y agarrar uno, se lo empinó...pero antes de que pudiera darle un trago, Daemon se lo quitó.

—¿Por qué hiciste eso? — se quejó el castaño inflando las mejillas —Tengo sed.

Daemon suspiró.

—Esos vasos estan llenos de cerveza — abrió la boca con sorpresa —Y me atrevería a decir que tú nunca has bebido una gota de alcohol.

—No, nunca lo he hecho...

—Entonces sería una locura que lo hicieras hoy. —El pelinegro empezó a ver a su alrededor hasta que dió con una hielera llena de latas de soda. Tomó una y se la pasó . —Mejor bebe esto.

—¡Gracias!— Max le sonrió ampliamente haciendo que el corazón del pelinegro diera una voltereta. Esa era una sonrisa malditamente preciosa.

Se quedaron en la cocina porque ahí la música no era tan ensoredecedora. Pero eso no les impidió darse cuenta de cuando los miembros del equipo hicieron su entrada triunfal. Daemon Bufó irritado.  No entendía porque hacian tanto escandalo, era como si hubieran ganado el campeonato, cuando apenas era un partido de las eliminatorias.

—¿Las fiestas siempre son así?— preguntó Max.

—No, las fiestas de niños ricos son así.

Al pelinegro no le gustaba ir a esas fiestas, de hecho estaba en esa dichosa fiesta solo por Max. Odiaba toda la pretensión de los chicos populares...chicos como Jason Cooper que respiraban y comian arrogancia, o eso es lo que pensaba Daemon.

Max asintió sin dejar de beber la soda. Era como ver un animalito curioso que estaba dedcubriendo un nuevo entorno. Inevitablemente Daemon quiso abrazarlo y la fuerza de esa necesidad lo dejó fuera de combate por un segundo.

Volvió a la realidad justo a tiempo para darse cuenta como Jason Cooper se acercaba con la vista fija en Max y con esa sonrisa comemierda plasmada en el rostro. "En tus sueños" pensó Daemon girando en redondo, tapando el campo de visión de Max.

—Oye pequeño elfo ¿quieres ir al jardín? Es que aquí adentro hace mucho calor.

—Esta bien.

El pelinegro se las arreglo para rodear a Max impidiendo que se diera cuenta de la presencia del capitan. Se sentía tan bien joderle los planes a Jason.

**************

Jason se quedó parado en medio de la cocina con la frente arrugada y una sensación desagradable en el estomago. Maldito Daemon ¿por qué se había llevado a Max? ¿Acaso se creía su perro guardian?

Un Golpe De Suerte (Suerte #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora