Un Golpe De Suerte (Suerte #1)

24| "Te extraño"

Hoy doble cap
(1/2)

Dejó caer la cabeza contra el respaldo del sofá y clavó la vista en el techo blanco de la sala de estar. La portatil descanzaba sobre sus piernas cruzadas. Por lo general los sábados solían ser días buenos, pero desde que Daemon había salido de su vida, daba la sensación de que cada día era peor que el anterior.

Cerró los ojos y suspiró. Dos días atras había llegado a la conclusión (gracias a Jason Cooper) de que hablaría con Daemon la proxima vez que se lo pidiera, y entonces Daemon había "desaparecido". El pelinegro falto a la escuela los últimos dos día de la semana y para Max eso era prueba de que Daemon ya no quería saber nada de él.

Su teléfono vibro anunciando un texto, por un momento pensó en ignorarlo, pero sabía de quien se trataba y también sabía que si lo ignoraba tendría problemas. Así que leyo el mensaje.

«De: Billy

¿Hay alguna posibilidad de que cambiaras de opinión y quieras venir al juego?»

Lo pensó por un momento y por último decidió que en realidad no se sentía de animo para ver un partido de fútbol. Al equipo de Soccer le tocaba jugar como visitante en la ciudad vecina y tal vez ir era buena idea para despejar su mente...pero sabía que Aron y Scott irían, lo que significaba que Daemon iría y si era sincero consigo mismo; no estaba de humor para ser ignorado.

«Para: Billy

No, no he cambiado de opinión. Pero sabes que aunque no este ahí, estaré dándote animos así que más te vale anotar unos cuantos goles...

Te quiero Billy, suerte. »

Después de escribir la respuesta, apago el teléfono. Volvió a quedarse inmóvil perdidó en sus pensamientos y esta vez fue interrumpido por el sonido de la puerta principal abriéndose. Escucho pasos acercándose a la sala y no necesito girarse para saber que se trataba de su padre.

—Aquí estas— dijo aquella voz grave que hacía semanas no escuchaba—Creí que no estabas en casa.

Max cerró la portatil y se giró en sofá para poder ver a su padre. Howard Archer era un hombre alto con rasgos afilados y serios, su cabello era castaño como el de Max, pero sus ojos eran de un color azul oscuro y profundo lo que le daba a su rostro un toque de dureza.

—Hola papá—dijó el pequeño castaño con desanimo. —¿Qué tal el viaje?

El señor Archer se quedó en silencio por un momento dándose cuenta de que algo no andaba bien ¿Por qué Max no había saltado sobre él para abrazarlo mientras le hacia una y mil preguntas sobre el viaje?

—Bien, ya sabes. Cansado y un poco aburrido.

Max asintió y no dijo nada más lo que hizo sentir un poco incomodo al señor Archer. No sabía que le pasaba a su hijo, pero era extraño verlo decaído, no parecía el mismo chico risueño de siempre.