Un capítulo más

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Bueno después de mucho tiempo les tengo un capítulo. Perdón por no actualizar tan seguido, pero no soy de esas personas, a mi me surgen las ideas así como pudo ser hoy puede ser mañana... o en dos siglos ahno mentira. La verdad es que escribo cuando la inspiración me llega. En la mañana antes de irme a clases y fue como BOOM y bueno aquí lo tienen.
(Es largo porque hubo muchas personitas que estuvieron meses esperando por este capítulo, perdón de nuevo y sepan que les agradezco que lean mis estupideces, significa mucho para mi.)
Si tienen alguna sugerencia pueden dejarla con gusto, y si ven faltas de orografía les agradecería que me dijeran. Cualquier cosa es bienvenida :)

QUE TENGAN UNA EXCELENTE SEMANA SIN MÁS QUE DECIR AQUÍ ESTA.

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Hubo un tiempo donde las cosas habían sido diferentes. Donde yo tenía dos mejores amigos con los que solía jugar todo el tiempo, donde tenía a dos personas que les importaba tanto para preocuparse por lo que me pasaba, incluso cuando mi vida aún no se había vuelto una completa mierda. Al menos sabía que iban a estar dos personas siempre cuando las necesitará, o eso creí hasta aquel día.

Blake y Dylan habían sido mis amigos desde los ocho años hasta los trece. Habían pasado 4 años desde que me habían dejado de hablar, pero yo aún recordaba cada momento de los días más felices de mi vida.

Dylan era un niño callado, tímido y misterioso. Apenas nos habíamos conocido, pero él era el más cerrado de los tres, con Blake desde el primer momento era imposible que nos callaran, pero con Dylan por más que quería hablarle siempre terminaba evitándome, y sí, jugábamos los tres pero era como si en realidad solo estuvieran él y Blake, en un momento pensé que me odiaba hasta ese día.

Aún recuerdo cuando Dylan tenía 9 años, un día llorando porque su papá le había roto la pelota que le había regalado Blake porque este había golpeado una ventana con ella. Él no quería decirle a Blake por temor a que se enojara, pero en el fondo sabía que le daba vergüenza que se enterará de como era su padre, la relación de Dylan con su padre nunca había sido buena. No era que yo me llevará mejor con el mio, este nos había abandonado cuando yo tenía apenas 4 años.

Esa fue la primera vez que Dylan se quedó a dormir en mi casa y descubrimos el maravilloso mundo de Star Wars, desde ese día el comenzó a llamarme Princesa Leía y yo le decía Chewbacca.