Mis Siete Vidas Contigo [NS]

Capítulo 3

Trataba de asimilar lo que estaba sucediendo, resulta que su gato estaba delante de él transformado en un humano, ¡¿cómo carajo pasó eso?! Y no solo eso, si no que este se había asustado al verse en ese cuerpo. Le había costado un poco hacer que se tranquilizara. Luego tuvo que arreglar el tema de la desnudez que tenía, pero eso fue algo sencillo, simplemente le pasó una de sus camisetas, la cual le había cubierto bien ese cuerpo de adolescente.

—Bien, esto sigue algo... loco... ¿no sabes cómo pasó esto?

—No.

—¿No puedes darme un poco más de información? —cruzó sus brazos, era complicado hablar con tan poco vocabulario de Sasuke —¿Dónde aprendiste lo que sabes?

—Lo aprendí de humanos.

—¿Cómo? Acaso... ¿cuándo los escuchabas hablar? —dedujo, a lo que Sasuke asintió —Bien... quizá haya que trabajar un poco en eso, es complicado saber más de todo esto si hablas tan poco.

—¿Puedes... decirme el nombre de la cosa roja otra vez? —bajó su mirada

—¿La cosa roja? —levantó una ceja

—Con la que tú cama se ensució, olvidé el nombre...

No sabía a qué se estaba refiriendo, tenía que hacer uso de su memoria y saber qué "cosa roja" había manchado su cama. La verdad es que han tenido varios accidentes con la pobre.

—¿Algo más específico? ¿Cómo era?

—Redondo... le salía líquido.

—¿El tomate? —claro, fue aquel incidente con el sandwich

—¡Ese era! —sonrió

Se daba cuenta que su "gato" parecía tener dos personalidades, a veces se comportaba bastante serio y otras veces como si fuera un niño.

—¿Qué comías? —a veces deseaba poder leerle la mente para saber a qué se estaba refiriendo, pensaba que seguían bajo el mismo tema, así que solamente seguiría la corriente

—Un sandiwch. —respondió, notaba que Sasuke le prestaba atención, igual a cuándo era un gatito —Es... una combinación de varios ingredientes: como pan, lechuga, jamón, tomate, etc. Cada persona lo prepara a su gusto.

—Ya veo... me gustó el tomate.

—¿Ah si? —el pelinegro asintió, a lo que Naruto le brindó una cálida sonrisa —¿Qué recuerdas de tu vida?

—No mucho, lo primero es la calle.

—No es de gran ayuda... —dijo para sí mismo —Te propongo un trato.

—¿Un qué?

—Un trato, es como un acuerdo que vamos a hacer los dos. —las orejitas de Sasuke se movían un poco, pero él no decía nada —Yo te voy a ir enseñando a que amplies tu vocabulario.

—¿Para qué? Hablo bien.

—Pues sí, pero sería conveniente que hables más... así podrías expresarte mejor y dar a entender lo que quieres más rápido. —Sasuke parecía mirarlo no muy seguro de eso —Hagamos un ejemplo, ¿por qué no te gusta tu comida? La que botaste aquel día. —y todos los días anteriores

—Porque no.

—Quiero que me expliques tus razones, ¿si? Dame solo dos motivos.

—Huele mal y... se ve feo. —hizo una pequeña mueca de asco

—Ahora, si yo te pregunto "¿por qué no te gusta tu comida?" Tú dices...

—Porque... no.

—Esto... puede demorar un poco.