Capítulo 4

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A veces Naruto se preguntaba cómo había sido capaz de sobrevivir casi quince días con Sasuke en su casa, habían ciertos días en los cuales casi ni se notaba su presencia ya que pasaba durmiendo varias horas seguidas, pero otras veces... ¡no podía decir lo mismo! Además estaba la incógnita sobre la "especie" que era Sasuke, no sabía si catalogarlo como un humano, un gato mutado o... ¿híbrido? De verdad necesitaba que alguien le dijera, por su cuenta jamás lo iba a averiguar. Ni siquiera Sakura tenía una idea clara de ello.

Ya por fin había llegado el último día de trabajo, por lo menos para él en lo que restaba del mes de Diciembre. Decidió cerrar la compañía hacía varios días atrás, como jefe que es, para que sus empleados pasaran unos cuantos días en familia sin ninguna preocupación. Todo estaba casi desolado, de hecho solo quedaban él y Hinata para la fecha de la Navidad. Tan solo fue para dar por finalizado unos contratos y ser libre el resto del tiempo, quería dedicar tiempo a su novia y humano/gato, que tenía en casa. Llevaba varios días pensando en qué podía hacer para ese día especial, la verdad hacía tiempo que dejó de disfrutarlo en "familia", a veces se quedaba solo en casa cuando no quería estar con nadie. Le inventaba alguna excusa a Hinata en años anteriores, pero este sería la excepción.

Su decisión final fue ir con su novia a su propia casa, la verdad era que no tenía valor para dejar a Sasuke solo. Hinata le había ofrecido que fueran con su familia, pero Naruto terminó negándose en tanto pensó en el menor. Había considerado el hecho de llevarlo a la casa de Hinata, pero inmediatamente se daba cuenta que era un grave error hacerlo, era mejor que Sasuke estuviera en su "territorio", como solía decirle casi a diario. Era bastante consciente que desde la primera vez que la vio no tuvo ningún afecto hacia la muchacha, incluso la había rasguñado cuando fue un simple gato.

En esos días también se podía empezar a notar el avance de Sakura con respecto al vocabulario de Sasuke, ya que cada vez se lograba expresar más y daba con más detalle lo que quería o no. Además de también haber aprendido de la misma muchacha ciertas palabras en su contra, eso era lo único que no le agradaba, ¡su "gato" a veces le faltaba el respeto!

Habían acordado en que Sasuke tendría unos 16 años para la sociedad, por su apariencia y carácter era la mejor edad que se acordaba a él. También estaba el proceso de establecer una relación de confianza entre los dos muchachos, eso era lo único que no daba frutos. Naruto siempre acababa con algún rasguño.

A veces tenía que lidiar con ciertos problemas que el pelinegro le daba día con día. Habían momentos que al despertar se encontraba animales muertos a un lado de su almohada, una cuantas veces se había asustado, otras se despertaba por el desagradable olor. No tenía que preguntarse el cómo habían llegado ahí, con el simple hecho de ver a Sasuke sentado en la cama con su mirada atenta y su cola meneandose de izquierda a derecha lentamente era lo suficiente para saber quién era el culpable. Más le chocaba cuando este decía: "Son para ti.", ¡¿cómo iba a querer un animal muerto?! Era absurdo, al final terminaba enterrándolos en el patio. Empezaba a perder la cuenta de cuántos cadáveres había visto, pero entre todos esos estaban: de pájaros, ardillas, mitad de mariposas, etc. Algo totalmente desagradable para él.

Cuando salió de la empresa, en la noche, iba en compañía de Hinata, normalmente nunca iba en auto al trabajo, por lo que tuvieron que irse caminando. Después de todo, la noche estaba bastante tranquila, luces alumbrando todo a su paso daba un aspecto maravilloso a casas, locales, parques, postes, árboles, etc. En el trayecto iba con la esperanza de que todo saliera bien, temía principalmente por el carácter que tenía Sasuke. En el fondo sabía que no se trataba de una muy buena idea, pero era la única manera de poder estar con los dos.

Ambos iban tomados de la mano, momentos así era en los cuales podían ser una pareja como las demás, sin labores de por medio. El ambiente navideño en todas partes era abrazador. Eso le traía varios recuerdos, cuando era un niño solía caminar en las calles tomando una de las manos de sus padres, normalmente iban a cenar a algún restaurante o sólo se sentaban en alguna banca del parque a comer un helado.

Mis Siete Vidas Contigo [NS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora