Nunca se había sentido tan incómodo en la soledad de la habitación, siempre solía dormir mientras estaba sólo, pero en estos momentos ni eso era capaz de hacer. Al menos no luego de lo sucedido con Naruto en su oficina. Minutos después de eso, optó por volver a casa lo antes posible, una vez allí, se metió debajo de la cobijas bastante avergonzado. Eso, sin duda, estuvo a punto de ser un beso entre ambos, y Sasuke lo sabía perfectamente. Había visto cientos de personas besarse en la calle, tanto cuando era gato a ahora que es humano, y sabía que se llamaba "beso" porque lo había escuchado en algunos programas de televisión, en esos ratos que pasaba casi todo el día solo.
Sin embargo, en ningún momento de su vida imaginó que le llegaría a pasar a él, ¡nunca! Mucho menos con Naruto, él solo... es la persona que lo sacó de la calle, y ahora solo viven juntos. Además, él tiene a Hinata, ¿no? ¿Por qué demonios habría querido besarlo a él? ¡Eso no tiene lógica! Al menos no para él.
En unos minutos llegaría Naruto, ¿qué le diría? O ¿qué le diría Naruto? La mejor opción era quedarse debajo de las cobijas toda la noche y no salir hasta que vuelva a salir el sol.
—Pero esta es la cama de Naruto...
Podría quedarse en sillón a pasar ahí toda la noche.
—Pero cuando vuelva... el sillón va a ser lo primero que verá.
¿Y si se encerraba en el baño?
—Naruto puede usarlo en cualquier momento...
Al demonio, enfrentaría la situación con la valentía que tiene, aunque no está muy seguro del concepto de "valentía", solo lo ha visto en televisión, y la persona que utiliza ese concepto para sí mismo se ve fuerte, además de no temerle a nada. Saldría de esa cama y lo vería directo a los ojos, ¡eso haría!
—¡Sasuke, ya volví!
¡O mejor dejar que sea Naruto el que se acerque!
Volvió a esconderse, podía escuchar las pisadas del rubio subir por las escaleras, ¡se estaba acercando! Sentía su corazón latir a gran velocidad.
—¿Sasuke?
Estaba en la habitación, ¡estaba en la maldita habitación!
Naruto podía ver un leve temblor en las sábanas, Sasuke siempre se escondía de esa forma cada vez que estaba nervioso. Lo supo desde el día en que había llegado a casa y encontró un jarrón tirado en el suelo. El único culpable era ese felino en cuerpo de humano, y aún con todo su orgullo, no pudo evitar sentir una enorme culpa, Naruto le había hablado de la importancia que tenía ese jarrón, era de su difunto abuelo. Cuando subió a la habitación en busca de alguna explicación, lo había encontrado debajo de las sábanas, igual a como está ahora.
Y no iba a salir.
—Escucha... —se sentó en el borde de la cama —Tengo que darte una disculpa por lo que sucedió entre nosotros hoy, no fue mi intención... ni siquiera estaba pensando con claridad en ese momento. —no recibió respuesta, veía como la sábana de movía por las orejitas peludas —Y también entiendo que estés molesto, tienes toda la razón de estarlo. Yo... fui un imbécil, espero y puedas perdo...
—No estoy molesto...
—¿Cómo?
La sábana se levantó, dejando ver la carita sonrojada de Sasuke. A pesar de que sus ojos son tan oscuros, si lo mirabas de cerca, podías notar como su pupila estaba dilatada. No podía ver a Naruto a los ojos, sentía más pena al imaginar ese pequeño momento y su corazón volvía latir con velocidad, cada vez se confirmaba que debía de estar enfermo, nunca en su vida había sentido su corazón latir tan rápido, la excepción de las veces que fue perseguido por perros.
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Mis Siete Vidas Contigo [NS]
Fanfiction¿Por qué, entre tantas personas en el mundo, tenía que vivir todo aquello justamente él? ¿Por qué su gato se transformó? ¿Por qué tuvo que enamorarse de él? Esas, y más, eran las preguntan que rondaban por la cabeza de Naruto Namikaze. Nunca se hubi...