Una semana había pasado desde que Ino lo había encontrado, cabe mencionar que Sasuke intentó escapar más de una vez, pero siempre se encontraba con aquel detestable perro, a ojos del azabache, en sus puntos de escape. A veces estaba dormido cerca de la puerta, o se sentaba cerca de la ventana, de verdad que nunca ha tenido suerte con los perros. Cuando tomaba un poco de valor, se intentaba acercar ya fuese a la ventana o a la puerta, pero Akamaru empezaba a mover su cola y se ponía en posición de querer lanzársele encima, este solo quería jugar, pero Sasuke se sentía amenazado y terminaba sobre la mesa con la cola erizada.
Sabía que cada día que pasaba significaba que estaba más cerca de volver con Naruto, eso lo ponía más nervioso que el perro. Más de una vez pensó en volver a entrar en su habitación por la noche, ¡pero no podía salir, por un demonio! Ah, y el pajarito se había quedado con él, a veces lo observaba descansar al otro lado de la ventana, otras seguramente iba en busca de comida, o refugio de la lluvia, lo que fuera.
Era domingo, no pasaba del medio día. Ino había salido de casa para ir de compras con Sakura, él se negó rotundamente a salir si no era para ver a Naruto, ¡ahora ese era su único objetivo! No había logrado quedarse tranquilo desde que se despertó, no dejaba de sentir una sensación incómoda en su pecho, además de eso, no dejaba de pensar en su rubio. Es como si sus sentidos gatunos le dijeran que fuera a verlo, ¡y debía hacerlo! ¡Por los sagrados tomates que lo haría!
Se levantó del sillón decidido a salir, pero nuevamente Akamaru se le acercó. Sintió como poco a poco sus sentidos se activaban, pero al pensar otra vez en Naruto sacó valentía de no sabía donde. Con las orejitas bien en alto, al igual que la cola, respiró profundamente, y en solo unos segundos... dio media vuelta y corrió rápidamente hacia la ventana listo para saltar. No estaba huyendo de Akamaru, solo era una salida estratégica hacia su libertad, sí, eso era.
Ahora, sin saber exactamente hacia donde ir, solo empezó a caminar con la esperanza de encontrarlo. Quizá ir al departamento sería la mejor opción, ya después vería qué le decía.
Le sorprendía la cantidad de personas que andaban en las calles los fines de semana, por eso no me gustaba salir... ¡aunque está vez era una excepción! Nadie le prestaba atención, unos iban hablando entre ellos, otros se limitaban a observar la pantalla de los celulares sin fijarse por donde iban y unos cuantos parecían disfrutar del día. Se emocionó cuando pudo ver aquel edificio en el que vive Naruto, podría entrar por la puerta como veía que todo mundo hacía, pero él lo haría por la ventana, como buen gatito que es.
Primeramente asomó apenas sus ojos por la orilla de ventana, al menos quería asegurarse que Naruto no lo viera entrar. Luego, de un salto, entró mirando cada rincón de la habitación, el aroma que percibía lo relajaba... era el aroma de su rubio. Al no escuchar ruidos del otro lado de puerta, optó por salir del cuarto. Todo seguía en silencio, así que bajó al primer piso con la esperanza de encontrarlo ahí. Escuchó unos ruidos provenientes de la cocina, por lo que camino a esta con algo de emoción. Saltaría sobre Naruto par darle un gran susto, lo haría, claro que lo haría.
Se detuvo de golpe al ver una cabellera rubia larga, la persona estaba de espaldas quizá se preparaba algo de comer. No sabía que Naruto tenía hermana, porque de imaginaba que eso era, ¿y si no lo era? ¿Y si era una intrusa? ¡¿Y si ya tiene otra novia y se olvidó de él?! ¡Claro que no! Nadie le iba a quitar lo que es de su propiedad, ¡menos si es un rubio tarado cabeza hueca que se llama Naruto!
Dejó salir un poco sus garras, y dando lentos pasos, caminó hacia la persona que seguía dándole la espalda. Al levantar una mano para atacar, está se dio la vuelta.
—¡AHHHH!
—¡AHHHHH!
Gritaron los dos al tiempo, la persona rubia dejó caer la comida que tenía entre las manos, y Sasuke,en sólo segundos, ya estaba otra vez en el marco de la puerta con su cola erizada del susto que él se había llevado.
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Mis Siete Vidas Contigo [NS]
Fanfiction¿Por qué, entre tantas personas en el mundo, tenía que vivir todo aquello justamente él? ¿Por qué su gato se transformó? ¿Por qué tuvo que enamorarse de él? Esas, y más, eran las preguntan que rondaban por la cabeza de Naruto Namikaze. Nunca se hubi...