Estamos los dos en este sillón esperando a que no den las doce, soñando en que no acabará el día, vamos soñando en encontrar el momento perfecto para acabar las líneas, ayer fue domingo y fue un domingo tornasol lleno de olores a valle, a sol, camina conmigo, sácame a pasear, a cigarrillos nacionales, come pizza y toma vino, a cielo azul, ladra, corre, salta, grita y caga, el día era estupendo para caminar de manos.
Amarilla me mira del otro lado y me pregunta por el baño, al fondo a la derecha muñeca. Amarilla me llena de nostalgia, me llena de camina conmigo y calzoncillos rojos, su labial color vino italiano me pregunta como me siento y yo le suelo contestar que bien pero mejorando, sabes, ese labial que te quita el sueño a media noche, como hoy. Amarilla sale del baño y me miras tú con esa maldita lástima tierna, me dices Cuquito, dame un besito que te necesito, y me da rabia tu ternura porque me da odio en cada baba y tus dientes me dan esa vaga sensación de amor pero vamos, somos vagos y nos gusta morir un poquito en cada baba.
Hoy me dan ganas de tirarte a la cama y hablarte de todos los árboles que vi en la semana, de decirte cuando fui a Hidalgo y vi todos los colores de verdes que existían, que ganas de describirte cada insecto y cada cantina a la que fui por ti quiero hablarte de la vez en la que me tiraron una maceta en la cabeza porque yo que sé y pum pim pam caí al suelo y de pronto había toda la gente alrededor, o de contarte cuando salí a buscar una pizza extraña en un lugar extraño, iba cruzando con las ganas estruendosas, vi el alto y crucé, te juro que estaba a dos pasos de suber a la acera, te lo juro y sólo caí al suelo, hubo un golpe en mi cadera y me fui derrapando algun metro y una motocicleta cayó a mi lado, el conductor insatisfecho me miró y se fue, te lo juro que así fue.
Te vi unos segundos y regresé a darte el beso que me pediste, ay bonita, que cosa tan bonita son tus babas que me dejas después de tus besos, que bonita y que tan seria se pone tu carita cuando te quitas y me miras y me susurras por los ojos que no soy nadie, que bonita sonrisa cínica y desdeñosa que me quita la vida, ay que bonita estás, te juro que te robo a mi pueblo y te regreso con siete hijos, pa que tengas más que hacer que rascarte el ombligo, bonita, vámonos a la casita y te hago todas las maravillas que tus ojitos recelosos me permitan regalarte, bonita, dame ahora tú un besito que ahora yo te necesito bonita.
Y me miras, con ese maldito asco y te ries con cinismo, porque no eres de sólo besarme a mi, no, eres más del tipo de alma libre y despreocupada, hasta un poco egoísta yo diría y te vas.
Amarilla me habla Ay Cuquito, eres alguien muy loco, me llenas de angustia de verte tras esa bonita, tan bonita y tan cabrona y mírate, tú tan pendejo, y yo sé que Amarilla tiene razón pero a mucha honra me apendejo por sus manos frías llenas de gonorrea.
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Memorables esfuerzos perdidos de un lunes vespertino.
PoetryNo hay mucho que decir. Es un lunes, por la mañana.