Domingo.

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Hoy es domingo.
Y todo está al revez
Mis calcetines
Mis cobijas
Mis pensamientos
Y hasta mi comida.

Me pasó de noche, no se veía la luna, había gente caminando, mis amigos borrachos con esencia etílica.
Pasó una estrella fugaz por mi cabeza y deseé no vivir eso.
Aveces no sé quien soy.
O que hago.
O si lo que hago está bien
sólo quiero vivir.

Ayer no fue sábado,
No había nombre de día
Porque no estaba orbitado.
Ayer había hierba en mis bolsillos.
Pero no.

Me acuerdo cuando te entregaste a mí, me acuerdo como me aferraba yo a ti.
Me acuerdo los dos soñando en una noche de pasión, no lo escuchas, no me miras.
Ayer vi tu casa y me dejaste entrar a tu cuarto.
Me hiciste el amor.
Te pedí que me amaras lento.
Pero todo se perdió al compás de un ska.
Sacaste las cervezas. Vamos a embriagarnos. Pero yo sólo quería amarte en silencio y acostados, contando tus latidos con tus manos en mis rodillas.

Hoy es domingo
Y no es de madrugada
Pero me siento en insomnio.
Hoy es domingo y no lo es.

Domingo. Así se llama el padre de mi amiga, el padre del padre de mi padre de su padre del padre del padre padrino apadrinado. Domingo.
Domingo con D de danza.
Pero lo curioso es que hay tanto silencio en mi que sólo danzan mis párpados en el escritorio.
Los domingos son recreativos.
Pero yo los odio.
Porque un domingo no es domingo sin ser domingo, porque los domingos son azules, como tú y hoy es verde, como yo.

Los domingos me acuerdo de las tardes del verano pasado.
Los domingos suelen ser aburridos.
Como un loro.
Un loro gordo.
Los domingos me dan ganas de pasear en bici, pero no sé andar.
Los domingos es familiar,
pero entonces domingo no es domingo pues familia no es familia.

Me encontré con un flyer de una tocada, empapada de cerveza y te pregunte ¿piensas llevarme? y me viste de lado, tu cara de volvió pálida en dos segundos, hasta dejaste tu cigarro. Me llevaste a tu cuarto de nuevo.
Me duele.
Y hubo un silencio azotador.
Y hoy es domingo.
Y duermes, como si fuera domingo.
Pero yo estoy despierta como si fuera lunes.

Memorables esfuerzos perdidos de un lunes vespertino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora