Numb.

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Ha pasado tiempo y cosas. Me fui deslavando con lavanda y la banda.
Desperté en tu sillón, no estabas y como en ausencia me siento me senté en el comedor vestida con tu camisa favorita. No supe si volverías y no me importó derramar el opio en las nubes y postrarme con los muros desnudos en tu cama. Era tu casa.
Te esperé y esperé. Todo se fraccionaba. Llegaste. Me miraste tan opaco, tan gris, tan a escala de grises como tu juego de té.
Me miraste y te sentí.
Con las cejas hechas arcos te miré desde el otro lado de la habitación y de un salto me saltaste a los senos, me tomaste de la espalda y acariciaste mi cara sucia. Ayer fue un día pesado y tengo la cara hinchada de tanto alcohol. Te vi sobre mi y me susurraste algo que no entendí, las paredes comenzaban a derretirse a mi alrededor y tu rostro se asemejaba a una caricatura extraña. Todo empezó a tornarse diferente, tan ácido, tintes coloridos y texturas mareadas. No sé si es un sueño o si siga en la realidad.
Alguna vez un video de una chica que se derritía en sus zapatos, se hizo masa en el pavimento. Como yo a tu cama.
Entumida, entumida, numb, hasta las pestañas. Lucías con pánico, el humo no me dejaba ver con claridad, me tomaste en brazos y me llevaste a la sala ¿por qué gritas? ¿Por què hay tantas luces? ¿Por qué no me puedo mover?
El trayecto me marea el oleaje, me duerme el desesperar de mis piernas, numb. Me sonaba Nirvana en la cabeza y todo se iba tan rápido.
Todo tenía tanta luz y los sonidos eran como autos: pesados e iluminados. No me olía pero sabía a licor de jeréz ¿qué hicimos ayer? ¿Cuánto tiempo ha pasado? Numb. Ya no soy Amarilla, ya no soy lila ni azul, todo es.
Había un ruido, desconocía ese olor. Quería que me ayudaras a caminar, quiero más, quiero más.
Cierro los ojos. Cierro los ojos. Cierro los ojos. Cerré los ojos y todo se calló como magia, apreté las manos y arena cayó de mis palmas. Arena, arena y castillos con las luces apagadas en la costa, arena y langosta, langosta y tú, tú que no eres tú, ven.
Ya no hay estrellas por las noches y nadie tiene tiempo ni sentido, no hay, sólo soy, soy con la arena y el jeréz, con la heroína y los peces, soy con el suelo y en mis venas azules y el tímpano roto. Ya no hay vómito en mis botas, ni resaca.
Ya no huele a cigarrillo, todo huele a ti pero no estás. Amarilla despierta. Trip, trip, trip.

Memorables esfuerzos perdidos de un lunes vespertino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora