Seis

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El cielo azul, las nubes esponjosas y blancas. El clima perfecto para estar feliz ¿No?... Entonces ¿Por qué JinKi parecía no notarlo?
Su mirada estaba fija en la puerta corrediza del salón, recargando su mentón sobre su mano, y está en la mesa; esperaba que la puerta fuera abierta y entrara el chico pelinegro.

La campana sonó e hizo una mueca, al parecer, TaeMin volvería a faltar. Volvió la vista a la ventana y no la apartó. Se quedó viendo el movimiento lento de las nubes. ¿Dónde estás TaeMin? — musitó en sus adentros, suspirando por la ausencia e intriga que le provocaba.
Escuchaba las voces de su entorno, pero era ajeno a ellas. De pronto, escucho la puerta ser recorrida y a sus compañeros guardar silencio, seguramente el profesor ya había entrado.

Volteo enseguida al escuchar la silla que estaba a un lado de él, rechinar. Encontrándose con TaeMin sentándose.

- Viniste - sonrió.

- Si, bueno - se acomodó en su asiento, respondiendo sin importancia, como de costumbre - No venía porque mi uniforme estaba sucio -

JinKi se le quedó viendo junto con una pequeña sonrisa. Las clases comenzaron y no apartaba la vista de él. Simplemente, se sentía bien al verlo.

TaeMin, al sentir la mirada del mayor, volteo y se recargo de su mano. La campana había sonado por lo que empezaban a salir al recreo, menos ellos dos.

- ¿Tan guapo soy? -

- ¿Qué? -

- No has dejado de verme desde que llegué - lo golpeó en el brazo levemente - para la próxima, traeré una foto mía -

Onew río.

- Estar en el pueblo sí que te hace daño, TaeMin -

- ¿Daño? Ja - cerró su libro - pues claro que me hace daño estar aquí -

Onew río e iba a seguir hablando pero Seulgi entro de un de repente al salón, interrumpiendo a Jinki.

Se quedó en la entrada, viendo curiosa a ambos.

- Onew - hablo pero no dejaba de mirar a TaeMin - Te estamos esperando para almorzar -

- Ah, sí, enseguida voy -

- Ok, date prisa -

Miro por última vez a TaeMin y se dio la media vuelta para irse.

- Bien - Jinki se puso de pie - Me están esperando... ¿No quieres ir? -

- No -

- Anda vamos, almorzaremos juntos -

- Dije que no - dijo TaeMin serio - Puedes irte. Vete con tus amigos -

- Bien, como quieras - revolvió el cabello de TaeMin y corrió por su vida.

- ¡Oye! - TaeMin grito cuando Jinki se fue, acomodó de nuevo su cabello y dejó de fruncir el ceño. Se levantó de su asiento y fue directo a la ventana. Vio como los demás estudiantes jugaban en las canchas, como los grupos comían juntos, había también algunas chicas atentas a cómo los hombres jugaban futbol. Los profesores comían aparte de todo aquel alboroto. TaeMin suspiro, nunca tuvo problemas de sentirse solo en su anterior preparatoria, ya que no asistía, si de buen humor estaba iba una vez a la semana.

Iba a volver a su asiento pero su vista se posó en aquella sonrisa. Curioso de ella se recargo de la ventana para poder verla mejor, JinKi siempre sonreía, parecía que todo su alrededor era felicidad. Sus amigos también parecían disfrutar de la presencia de él. Se preguntaba qué era lo que hacía tan feliz a JinKi, simplemente no lo entendía.

Sin Querer - OnTae Donde viven las historias. Descúbrelo ahora