Once

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No pudo dormir bien en toda la noche, en su mente se repetían las palabras del doctor Ahn. Se sentía asustado, lloro en cuanto salió del hospital y en el trayecto a su casa, ni siquiera se sintió capaz de ver de nuevo a Jinki.
Al llegar a casa las lágrimas ya no salían, simplemente se sentía como en un sueño, se dejó caer en su futón y ahí estuvo tratando de dormir, no quería pensar tanto, quería olvidarse de todo, quería que todo fuera una mentira, deseaba nunca haber conocido a Jinki.
Porque cuando por fin empezaba a aceptar que el mayor le gustaba se enteraba de eso. Tenía demasiado miedo, toda su vida huyó del dolor como para sentirlo ahora. No quería. Simplemente no quería sufrir.
Se paró decidido y saco las maletas con las que había llegado. Desesperado aventó toda su ropa dentro de estas, sin siquiera doblarlas. Revisó todo, habitación por habitación asegurándose de que no olvidaba nada. Cerró la primera maleta y visualizó en la esquina de su habitación, debajo de libros escolares el álbum de fotos que había encontrado la primera semana que llegó.
Se acercó y lo tomo para ponerlo sobre la maleta. Tomo su teléfono y envió un mensaje.

"No soporto más estar aquí. Ven por mi ahora"

Se iría, regresaría a la ciudad y le suplicaría a Siwon que le dieran otra condición para obtener la herencia. Saco sus maletas afuera de su casa y se sentó en las escaleras de afuera. El sol apenas comenzaba a salir, sentía sus ojos cansados pero no podía dormir. Porque cada vez que cerraba sus ojos, lo veía él. Y no quería.

Miro a su alrededor. Las escasas viviendas, la hierba alta, los sembradíos de trigo, las siluetas de las montañas. Sus ojos se llenaron de agua pero rápidamente los enjuago, era lo correcto, tenía que irse y empezar de nuevo como si nada. Lo hacía por el mismo y por Onew. De un modo le hacía mal estar juntos, a ambos. TaeMin por miedo a sufrir y a Onew por enfermedad.
Que cruel era el destino, o al menos eso pasaba por la mente del pelinegro. Sabía que irse sin decirle a nadie era demasiado descortés de su parte, pero no quería que lo detuvieran, no quería que le aclararan las ideas y lo trataran de convencer porque no se quedaría.

Mientras esperaba que el carro llegara por él, saco el álbum de fotos. Comenzó de nuevo desde el principio, viendo a sus padres, a sus abuelos, hasta que apareció el de bebe, sus primeros pasos, etc.
Escucho el motor de un carro acercarse, cerro el álbum y se puso de pie. El auto se detuvo frente a la casa de TaeMin, su amigo se bajó lo más rápido que pudo, JongIn le había dicho a Timoteo que TaeMin quería regresar a la ciudad, que fueran por el enseguida, pero Timoteo se ofreció a ir el solo.

- TaeMin – dijo una vez quedo frente al menor, hecho un vistazo a las maletas de este y volvió la vista a la de TaeMin - ¿Por qué? –

Pregunto preocupado, se suponía que su amigo tenía que quedarse hasta concluir sus estudios, no tenía permitido abandonar.

- Ya no quiero estar aquí – contesto con indiferencia tomando una de sus maletas para llevarla al auto.

Timoteo tomo la maleta faltante y siguió el paso apresurado del pelinegro.

- Pero TaeMin – hablaba mientras TaeMin ponía las maletas en la parte trasera del auto – No puedes dejar el pueblo hasta que... -

- No quiero hablar – lo interrumpió molesto y lo encaro – Así que cállate y conduce –

Subió al auto y azotó con fuerza la puerta. Timoteo suspiro y corrió al lado del piloto, una vez dentro encendió el auto y se fue de ahí. TaeMin se acomodó en el asiento y volteo hacia la ventana, ignorando completamente a su amigo.

Pasaron por el hospital del pueblo y TaeMin sintió un vacío en su estómago y en el pecho, se le quedo viendo hasta que estuvo fuera de su alcance visual. ¿Qué diría Onew cuando se enterara que se fue? ¿Le afectaría? ¿Ya habría despertado?

Sin Querer - OnTae Donde viven las historias. Descúbrelo ahora