Veintiuno

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- Onew - repitió parándose en el centro de la casa, su corazón comenzó a latir de preocupación. ¿Dónde rayos estaba Jinki?

- Aquí... estoy - escucho apenas ese pequeño susurro, creyó oírlo en el baño así que se acercó rápido a este.

- ¿Onew? - trato de entrar, pero la puerta tenia seguro - ¿Estas bien? -

Y no recibió respuesta.

Eso solo le preocupo más, no se escuchaba ni un solo ruido. Recargo su oído a esta, esperando escuchar algo, y lo hizo. Escuchaba la respiración de Onew agitada.

- Onew – insistió golpeando de nuevo la puerta - ¿Te sientes bien? – silencio – Onew... ¿Qué pasa? –

Eso empezaba a ser desesperante. Si Onew no le contestaba se volvería loco.

- Onew – volvió a insistir.

- Estoy bien... - lo escucho decir, aunque igual que su respiración, se escuchaba agitado. – Solo... voy a tomar una ducha –

Algo que TaeMin había aprendido, era saber cuándo Onew mentía. A parte, que llevaba adentro un buen rato y su voz sonaba mal.

- Onew, abre la puerta – dijo forzando la puerta, sin lograr nada.

El agua cayendo se escuchó del otro lado de la puerta, ocultando con ello la respiración del mayor. Eso solo hizo que la preocupación del menor aumentara. forzó la puerta de nuevo, y otra vez.

- Jinki... abre la puerta – esta vez su voz fue más autoritaria.

Y debía comprenderlo. Al no saber lo que ocurría en el baño lo estaba preocupando demasiado, sentía que su corazón se salía, y solo se calmaría al ver bien al castaño.

- ¡Ábrela! – grito con desesperación al escuchar un quejido del contrario.

- Déjame solo – dijo Onew en susurro, pero audible para el pelinegro.

- Voy a abrirla –

TaeMin comenzó a forzar la puerta. Sus manos ardían por la fuerza causada, sin embargo, no se daría por vencido hasta conseguir abrirla.

Retiro sus manos, le ardían horrible y vio como estas estaban irritadas. De pronto, el sonido de algunas cosas caerse en el baño resonó.

- ¡Onew! –

TaeMin olvido la irritación de sus manos y comenzó a golpear la puerta con su hombro, para por lo menos lograr abrirla de ese modo. Ya no escuchaba nada dentro del baño más que el agua cayendo.

Uno, dos, tres... varios golpes con su hombro hasta que la puerta se abrió gracias a eso.

Sus ojos se abrieron, su corazón dejo de latir unos momentos al ver a Onew tirado en el suelo, aun con la ropa puesta pero empapada de agua.

- Onew –

Corrió para ayudarlo a pararse, ya que el mayor intentaba hacerlo sin conseguirlo. Lo tomo por debajo de los hombros, pero tampoco lo consiguió, quedando sentado en el suelo junto con él.

- Onew – dijo con desesperación TaeMin, con lágrimas en los ojos al ver que Onew caía en la inconsciencia poco a poco y sostenía su pecho, dando a entender que le dolía.

TaeMin era más pequeño y delgado que Onew, por lo que no soportaba el peso de este. Así que como pudo, lo acomodo entre sus piernas, recargándolo en su pecho y cerrándole a la llave de agua.

- Onew – susurro TaeMin al oído de este, sintiendo como sus lágrimas caían y su voz se quebraba – Onew, no me dejes –

Ya dentro del baño, se recrimino al no haber podido escuchar la respiración tan agitada del mayor. El sudor de este se combinaba con el agua que había caído sobre él, sus labios estaban semiabiertos permitiendo que pudiera inhalar todo el oxígeno posible, y sus ojos parpadeaban, peleando para mantenerse abiertos.

Sin Querer - OnTae Donde viven las historias. Descúbrelo ahora