Diez

692 75 76
                                    


TaeMin se removió entre las mantas. Abrió lentamente los ojos y parpadeo varias veces para que su visión se aclarara. Se sentó de inmediato al percatarse que estaba en otra habitación. La vergüenza recorrió todo su cuerpo al recordar lo sucedido. Sus mejillas se sonrojaron y se cubrió con las sabanas.

No podía creer que beso a Jinki. Todo se hacía borroso después de que sus labios chocaran, por lo que no sabía la reacción del mayor.

Escucho ruidos en la casa, tomo aire y se puso de pie. Fue porque estaba enfermo, por eso lo beso. No por otra cosa. TaeMin trataba de convencerse de esa manera. Camino con pasos lentos hacia la salida de la habitación y se guio por el ruido. Llego a lo que parecía ser la cocina, se asomó avergonzado y visualizo a Jinki sirviendo en un plato hondo, caldo.

El mayor escucho un pequeño golpecito en la madera del suelo y al levantar la vista se encontró con TaeMin. Se quedaron así unos segundos y TaeMin no pudo evitar sonrojarse un poco, pero como antes, Onew fue el primero en apartar la mirada.

- Ya despertaste – comento Onew mientras servía otro plato de caldo.

- S...si – contesto entrando por completo a la cocina.

- ¿Cómo sigues? – pregunto sin siquiera ver al menor.

- Un poco mejor –

Onew solo asintió y tomo ambos platos para ponerlos en la mesa y se sentó. TaeMin se quedó de pie, mirando al suelo, tímido. Jinki lo volteo a ver y al notar que este no hacía nada suspiro.

- ¿No quieres comer? – TaeMin alzo la mirada y el contrario señalo el plato – Te serví, esto te hará bien –

- Ah, si – TaeMin rápidamente tomo asiento. Onew lo miro sorprendido, el menor se estaba comportando extraño, pero decidió ignorarla y comenzó a comer al igual que TaeMin.

Almorzaron en silencio. Ninguno decía nada, solo se dedicaban a comer. Pero TaeMin, miraba a Onew de vez en cuando y bajaba la mirada rápidamente, aun tenía vergüenza por lo que recordaba. No estaba seguro si había sido un sueño o no, pero Jinki actuaba normal, como si nada hubiera pasado aquella noche. Miro atentamente a Jinki, tenía que preguntarle, pero cada vez que separa sus labios para preguntar los cerraba. Y si solo fue un sueño y hacia el ridículo frente al castaño. Estaba perdido en sus pensamientos hasta que Onew lo regreso en sí.

- ¿Estas bien? –

- ¿Eh? – TaeMin sintió los nervios correr por todo el - ¿Por...por qué lo dices? –

Onew solo mordió su labio inferior y tomo ahora su plato vacío. – No has terminado ni la mitad de tu caldo –

Se levantó y lavo su plato. Era la oportunidad de TaeMin, tomo aire y se atrevió.

- Oye Onew – jugo con sus manos - ¿Cómo llegue aquí ayer? –

Comenzaría con esa pregunta para así ir desglosando después las demás y no fuera tan obvio. Jinki coloco el plato en su lugar y suspiro para después voltear a ver al menor.

- ¿No recuerdas nada? –

TaeMin sintió su corazón comprimirse y asintió levemente – Si, solo que todo es borroso –

- Llegaste con temperatura, tocaste la puerta y te desmayaste – hablo caminando hacia una mochila que descansaba en el suelo a un lado de la puerta, mientras se colocaba un suéter – Después de eso te quedaste dormido –

TaeMin frunció con ligereza el ceño - ¿Solo eso? – pregunto curioso.

- Solo eso – afirmo Onew tomando la mochila.

Sin Querer - OnTae Donde viven las historias. Descúbrelo ahora