Veinte.

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Ambos caminaban por los pequeños pasillos del mercado. Iban tomados de las manos mientras revisaban cada puesto.
Era su primer día de casados, y aunque habían estado algo avergonzados por haber despertado sin ropa y demasiado abrazados, salieron de la cama a tomar una ducha para después almorzar juntos. Pero no contaban con que ya no había nada en la alacena, por lo que tuvieron que ir al mercado.

- Espera -

Onew soltó la mano del pelinegro y se adelantó con pasos rápidos. TaeMin rio un poco al ver como este se acomodaba unos metros frente a él y lo enfocaba con su cámara.

- ¿Qué haces? -

- Necesito capturar este momento - dijo algo burlón el castaño - Lee TaeMin caminando libremente por el mercado, se no puede notar que no está en su habitad natural -

TaeMin negó burlón y se acercó al mayor para cubrir el lente de la cámara. La cual había encontrado Jinki días antes, y se había obsesionado con tomar foto a todo.

- No empieces Lee Jinki - sentencio el pelinegro provocando una sonrisa en el contrario.

- Claro, claro - bajo la cámara - vamos a comprar lo que hace falta -

Volvieron a unir sus manos, entrelazando sus dedos. Así se fueron un largo rato hasta terminar las compras de la mañana. Se dirigieron entre bromas a donde habían dejado la motoneta del castaño.

- Por fin - suspiro TaeMin al llegar al lugar. Volteo a ver a JinKi el cual lo veía con su rostro pensativo. - ¿Qué sucede? - cuestiono.

- ¿No crees que es hora de que aprendas a manejar una moto? - levanto una ceja.

- ¿Qué? - pregunto con una risa - No, no creo -

- Anda, vamos - animo el contrario extendiendo las llaves - esta vez tu nos llevaras a casa -

TaeMin tomo las llaves lentamente y vio como el mayor se subía a la motoneta con una sonrisa.
Resignado y dudoso subió delante de Onew y se quedó así, porque no sabía ni que hacer.

Onew comenzó a explicarle, para que servían unas cosas y otras. Como debía frenar y acelerar.

- Tengo miedo, Onew - chillo el menor antes de encender el motor - ¿Y si chocamos? -

- Tranquilo, yo te iré guiando - sobo los hombros del contrario.

TaeMin chillo de nuevo y no tuvo de otra más que encender el viejo motor. Lentamente empezó a avanzar y escucho la risilla del de atrás.

- Sera divertido, ya verás -

- Eso espero - sonrió nervioso soltando un poco más el freno.

La motoneta empezó a ir más rápido y TaeMin soltó un pequeño grito entre una pequeña risa. Sentir el viento golpear su rostro era una sensación tan refrescante. Poco a poco dejo ir el miedo para darle paso a disfrutar, el pequeño trayecto que le quedaba para llegar a casa.

Escucho la risilla de Onew susurrando un - Te lo dije - cerca de su oído.

TaeMin miro de reojo al mayor y sonrió aún más, si es que se podía. Fijo su mirada de nuevo al camino y acelero un poco el motor. Onew se sujetó del suéter del pelinegro y negó entre risas. Al parecer TaeMin ya había tomado confianza con la vieja motoneta. Cuando se sintió seguro, se soltó poco a poco hasta extender sus manos a los costados, bien estiradas. Cerro los ojos y sintió como el aire frio golpeaba su rostro y respiro hondo, sentía como si fuera volando, se sentía parte del aire.

Volvió las manos a la cintura del menor cuando sintió que la motoneta vacilaba un poco por la carretera, e inmediatamente TaeMin se disculpó por no ir atento en el camino, pero su excusa era válida para ambos, ya que se había perdido en lo bien que se sentían. Se sentían bien con el solo hecho de que se hayan conocido, los hacia felices. Y ambos sabían que estarían felices el tiempo que tengan el placer de su compañía, así sean diez minutos, dos años, o treinta...

Sin Querer - OnTae Donde viven las historias. Descúbrelo ahora