Sin Querer - OnTae

Epílogo

Suspiro y se recargo de su silla giratoria. Escucho el teléfono de la oficina sonar y contesto con toda la calma del mundo.

- ¿Qué pasa Jessica? –

- El joven MinHo está en recepción, está esperándolo – se escuchó la voz femenina del otro lado de la línea.

- Oh si, enseguida bajo –

Colgó la llamada y tomo sus cosas para salir prácticamente corriendo. Se le había olvidado por completo que ese día irían a ver los trajes de boda.

- ¿Ya se va Joven TaeMin? – pregunto su secretaria, Wendy.

- Si, es súper tarde – se acomodaba su saco.

- ¿Ira por JinWoo? – Le brillaron los ojos a la chica. No era secreto que todos amaban a su pequeño hijo.

- No, iré con MinHo a ver los trajes – rodo los ojos, escuchando la risa de Wendy. – Tal vez mañana lo traiga –

- Espero que si Joven -

– Cancela mi agenda de hoy, no creo regresar –

- Como ordene –

Dicho eso subió al elevador, pulsando el botón de la planta baja.

En cuanto las puertas del elevador se abrieron, salió a pasos largos llegando a la recepción. Vio a Minho platicando con Jessica y en cuanto lo vieron ambos sonrieron.

- Vaya, hasta que llegas – se quejó MinHo burlón.

- Solo vámonos – dijo sin detenerse.

Jessica se despidió de ellos y estos subieron al auto.

- Vamos súper tarde – MinHo vio su reloj.

- Lo siento, se me olvido –

- Por favor, acelérele chofer – dijo Minho.

Llegaron en poco tiempo a la tienda de trajes y vestidos de boda. Minho bajo casi corriendo, jalando a TaeMin para que se diera prisa.

- Espera aquí, iré a ver lo de la cita –

Se fue dejando solo a TaeMin, así que este comenzó a caminar lentamente en la tienda. Admirando los hermosos trajes que tenían. Sonrió al recordar su boda a los 18, sus trajes de eso entonces no se compraban con los que había en la tienda, era obvio que los suyos fueron más hermosos.

- Puedo mostrarle lo que guste – escucho a sus espaldas.

- Oh, no gracias – sonrió negando – estoy esperando a alguien –

La trabajadora asintió y se retiró de nuevo. No paso mucho cuando escucho que le gritaron desde la entrada, volteo y sonrió al ver a Jinki sonriente bajo el marco de la entrada de aquella tienda. Sonrisa que se borró al ver que Kibum entraba, haciendo que la imagen de Jinki desapareciera.

- TaeMin – Kibum se acercó a él y ambos se dieron un abrazo.

- Hola Kibum –

- Creí que no vendrías – se separaron.

- MinHo fue por mi hasta mi oficina – se quejó – A parte, no podía dejarte solo con una rana ojona –

- Ay este MinHo – Kibum rio un poco – Le dije que no necesitaba un traje caro para la boda, yo pude hacerme mi propio traje, sabes –

- Lo sé – TaeMin rio.

- Aunque no quieras, eres mi prometido y te daré lo mejor – MinHo apareció de un de repente y se acercó a Kibum dándole un beso en la mejilla. Sonrojando al de ojos gatunos.