Capitulo 5

211 14 0
                                    

Allyson

La vida como una adolescente normal es mas divertida de lo que pensé y la escuela es increíble, ya había entrado antes, pero no siendo un humano. Había cosas maravillosas en este mundo, James me miraba como si estuviera loca cuando decía lo increíble que era la escuela y hacer tarea; además debía aprovechar mi experiencia siendo mortal, pues en cuanto completara mi misión todo volvería a la normalidad, ellos olvidarían cualquier cosa que tuviera que ver conmigo y yo volvería a mi trabajo habitual. En parte eso me aterraba pues sabia que volvería a estar sola, y es que al ser cupido no tienes amigos, James había sido el primero, mi primer amigo, aunque fuese humano, pero eso no importaba en absoluto, y es que no lo niego, existen mas como yo pero realmente no nos hablamos a menos que sea una emergencia, el único con el que he llegado a hablar es Ashton, hemos cruzado palabras un par de veces y es el unico cupido que en ese entonces me había hecho sentir que no estaba sola, pero después de esos días no lo volví a ver... Semanas después conocí a James y bueno, ahora soy humana temporal.

—Ally, iré a la biblioteca ¿me esperas en la entrada?— dijo James tomando sus libros, asentí y caminé hacia la entrada para esperarlo.

No es que yo fuera impaciente pero ya había tardado y afuera comenzaba a llover. Miré el reloj un par de veces y ya habían pasado 50 minutos ¿quién tarda tanto en una biblioteca?

—Hey, ¿buscas al rarito que estaba contigo desde la mañana?— preguntó Claire, ya la había visto antes en mi libro, era presidenta del alumnado y había salido con Daniel Clark pero él la había dejado, es una larga historia.
—Si, James ¿lo has visto?— dije recordando que tenía a Claire enfrente.
—Oh, claro él ya se fue a casa le pregunte si no se iría contigo como eres nueva aquí, pero él dijo que te las arregladas como pudieras, como sea, es mejor que te vayas, va a haber una junta y no puedes estar aquí — dio la vuelta y desapareció por los pasillos.

Bien, si James no quería ir conmigo iría yo sola, no lo puedo dejar pues el problema es con él, pero si él no quiere estar conmigo, está bien, puedo cuidarme sola.
Caminé por las calles de la ciudad mientras la lluvia se hacia cada vez mas intensa y yo ya estaba totalmente empapada y con una sensación extraña en mi garganta y nariz, más eso no me detuvo, seguí caminando. Cuando a lo lejos vi a alguien que me resultaba familiar...
—¡Ashton!— grité emocionada y corrí hacia él pero al intentar atravesar la calle mi pie quedó atascado, pero eso no era lo peor, pues un auto se dirigía a toda velocidad hacia mi. En ese momento me quedé inmóvil sin saber que hacer.

Unos brazos me envolvieron y tiraron de mi llevándome hacia la acera.
—¡¿Acaso estás loca?! ¡¿Querias morir?!—
Era Cameron quien me había salvado y ahora me gritaba por haber sido tan descuidada, pero a mi sólo me interesaba hablar con Ashton.
—¿Eres tonta a caso? Casi mueres— siguió diciendo muy molesto por mi actitud imprudente.
—Yo sólo quería hablar con mi amigo— dije señalando a la dirección donde Ashton se encontraba observando toda la escena.
—¿De que hablas? Ahí no hay nadie —
Lo había olvidado los humanos no pueden vernos y nosotros no debemos revelar nuestro secreto, que claro James ya lo sabia pero había prometido guardarlo.
—Ya no importa, yo debo volver a casa—
—Bien, es mejor que te vayas pronto, no hace buen tiempo—
Comenzaba a tener frío debido a lo mojada que estaba por la lluvia y eso me hacía temblar. Cameron me observó por unos momentos, se quitó la chamarra que llevaba y me la dio.
—¿Sabes como volver?— preguntó a lo que yo negué. Cameron me cubrió con su paraguas y conmigo al lado nos pusimos en marcha.

Ni uno dijo nada en el camino. Cameron era un chico muy callado y misterioso, no era como James, Cameron era más seguro de si mismo pero no al grado de ser un egocéntrico presumido. Por otro lado ahora entendía por que las chicas derramaban baba por él, tenía unos lindos ojos cafés con pestañas largas y gruesas, además, si observabas bien podías notar pequeñas pecas en su nariz. Su cabello era castaño claro y en sus mejillas se dibujaban dos lindos hoyuelos casi con cualquier expresión que hiciera. Era mucho mas alto que yo por supuesto y aunque no perteneciera a ningún equipo deportivo tenía un cuerpo bien trabajado como los actores de cine a mi parecer. Todo ello lo pude notar en el transcurso que estuvimos juntos, lo observe en silencio y al parecer él lo notó pero no dijo nada, se limitó a regalarme una sonrisa.
—Bueno, llegamos — dijo finalmente cuando estábamos ya frente a la casa de James.
—Gracias— dije y me quité su chamarra entregándosela.
—Me la devuelves luego — y sin mas que decir se fue.

—Por dios ¡¿que te pasó Allyson?!— dijo la madre de James horrorizada  al verme con el pelo mojado y la ropa húmeda —Te vas a enfermar, date un baño caliente y bajas, te voy a preparar una sopa caliente—
—Claro, ya vuelvo, pero... ¿Donde está James?—
—Creí que regresarían juntos—
—Pero, me dijeron que ya había regresado a casa y por eso vine sola—
—Pues quizá él...—
No pudo terminar de hablar pues la puerta principal se había abierto violentamente dejando ver a James totalmente mojado desde el cabello hasta sus zapatos que estaban inundados de agua.
—¡Mamá! ¡Allyson se ha perdido, no la encontré en la escuela! ¡Se ha perdido! ¡Debemos encontrarla! ¡Hay que llamar a la policía y...— James gritaba totalmente histérico pero al verme se calmó y me tomó de los brazos —¡¿Donde estabas?! ¡Te dije que me esperaras en la entrada!—
—Pues Claire me dijo que te habías ido y que no te importaba lo que pasara conmigo— dije cruzando los brazos molesta
— Allyson escuchame bien — lo vi a los ojos y su semblante había cambiado de preocupado a serio, tanto que sus ojos se oscurecieron —Claire me odia desde preescolar y siempre que yo trataba de tener amigos ella siempre los alejaba, es por eso que estoy solo en la escuela—
—Yo no sabía eso, lo siento—
—Es cierto, aún recuerdo a esa niña rubia, Claire, en su cumple años número 8 de James habíamos invitado a todos los niños de su salón pero ella se encargó de que no vinieran — dijo la madre de James molesta —Es mejor que no le tomen importancia, olvidenla yo iré a prepararles algo caliente, ustedes vayan a cambiarse. La señora se fue a la cocina y James y yo subimos para cambiarnos de ropa.
—No le vuelvas a creer jamás a Claire, ni a nadie que te hable mal de mi, no sabes lo horrible que es ser el rechazado y haber estado solo desde que tienes memoria—
—En realidad, si sé lo que se siente— dije algo triste
—Bien... Olvidemos eso, ¿Amigos?— James me extendió la mano y yo la tome sonriendole.
—Amigos— dije finalmente
....

CupidDonde viven las historias. Descúbrelo ahora