Te busqué como loco y la locura se apoderó de mi
No hay palabras para definir el sentimiento de soledad, y sobre todo, cuando a pesar de estar rodeado de personas que te quieren sientes que realmente no tienes a nadie. Me faltaba una pequeña pero significativa parte de mi. Los días no los sentía y las noches eran las más largas e interminables. Las voces de las personas se escuchaban lejanas y mi mente estaba en otro lado, aunque no podría decir donde. Yo también me fui. Me fui con ella pero no físicamente. Estaba perdido y solo ella me podía encontrar aunque para eso, yo la debía buscar primero.
Mamá me observaba preocupada mientras yo comía cereal, o eso parecía, mi estado de ánimo ha estado así desde que Ally desapareció, pero eso no fue lo peor, pues pronto todos la comenzaron a olvidar, todos menos yo, incluso Cameron y Mindy no tenían la más minima idea de quien se trataba, pero ellos seguían conmigo, siendo mis amigos.
—Buenos días— Matt hizo aparición en la mesa y tras darle un beso a mamá se sentó a su lado, el ahora esposo de mamá, él era psicologo y la conoció por mi, tras haber caído en una profunda depresión y haber terminado en su consultorio. Yo le agradaba y a mi me daba igual, ya todos me daban igual. —Hey es tu último año ¿no? de ahí a la universidad— Matt decidió romper el silencio y tratar de animar un poco el ambiente, pero eso era imposible, pronto entraría a la escuela y para ser sincero no tenia ni el las mínimo yo solo me limité a asentir y levantarme de la mesa para poder ir a caminar por ahí, pero él me lo impidió.
—James, acordamos que tendrías una sesión en un rato— ya estaba harto de las tontas sesiones, simplemente no iban a funcionar, nunca me olvidaría de Allyson, pero no quería seguir preocupando más a mi madre, sólo por eso aceptaba tomar terapia.
...
—Y dime James, ¿qué piensas hacer en los últimos días de vacaciones?— Matt estaba sentado en su silla giratoria mientras yo yacía recostado en el sillón mientras jugaba con un cubo de rubik
—Lo mismo de todos los días— dije sin ganas
—¿Allyson sigue en tu mente?— él anotaba en su pequeña libreta
—Siempre lo estará ¿sabes? no le encuentro sentido a esto— me levanté para quedar frente a frente, él alzó la vista hacia mi —Nunca voy a mejorar porque no tengo algún problema mental, todos los malditos días es lo mismo, todos quieren que saque a Ally de mis recuerdos pero no puedo, porque ella misma me pidió que no la olvidara y aunque me hubiera pedido pedido lo contrario, yo no lo querría hacer, ella fue una persona muy importante para mi, no es un producto de mi imaginación, ella es tan real como lo que me hace sentir, les he enseñado la carta un millón de veces, incluso la señorita de la joyería les aseguró que yo fui a comprarle un dije, pero aún así no me creen, quieren ayudarme pero no hacen el más mínimo intento de hacerlo— Nuevamente estaba llorando, no era la primera vez que lo hacía, y a pesar de que Matt insistía en que Ally nunca existió, ha sido una gran fuente de apoyo para mi.
—James, debes tranquilizarte piensa en que todo esto te está haciendo daño, ya tienes 18 años ¿acaso vas a seguir así el resto de tu vida? piensa en ti, en los demás, tu madre está muy preocupada por ti al igual que yo, debes seguir adelante—
...
El aire frío pegaba en mis mejillas, justo como me gustaba. Las personas comenzaban a transitar por la calle y el parque estaba totalmente solo, por ello me gustaba salir temprano a caminar, me hacia pensar y sentía por un momento dejaba tranquilos a mamá y Matt.
—Sabia que te encontraría aquí — era Andy una prima de Mindy que me había presentado hace poco, le había tomado cariño y ella a mi, tenia cierto parecido a Ally, era rubia de mediana estatura solo que sus ojos eran cafés, y su rostro no era del todo parecido, pero en mi condición me podía llegar a imaginar que era Ally
—¿Que haces aquí? Es muy temprano— dije haciendome a un lado para que ella se sentara a la par
—Sabes que salgo a correr por las mañanas no sé por qué te extraña— Andy sonreía mientras jugaba con sus pies que no tocaban el suelo debido a su estatura
—¿me estabas buscando?— observaba detenidamente sus movimiento inquietos como una niña pequeña algo similar a lo que era Mindy solo que Andy era mas tranquila y delicada por así decirlo.
—Si, bueno tenía el presentimiento de que estarías aquí y creí que necesitarías compañía— cabe mencionar que era la única persona que me hacia sonreír por ahora, me causaba ternura su forma de ser y por todas las atenciones que me brindaba ya que siempre ha estado conmigo desde que la conocí, era algo tímida por lo que no encajaba con los "populares" aunque bonita y divertida para estar con los rechazados. Acababa de llegar a la ciudad pero había pasado el suficiente tiempo con ella como para poder conocerla a éste grado.
—Andy ¿por qué lo haces?— su comportamiento conmigo era extraño a lo que yo considero, me tenia como prioridad antes que muchas personas, siempre se preocupaba por mi y en general trataba de estar siempre conmigo, no me incomodaba en absoluto, pero era un hecho que se me hacia extraño pues al llegar aquí y por como ya lo dije ella es muy linda muchos chicos la habían invitado a salir llevándose así un rechazo por su parte y al contrario prefería estar conmigo aunque yo lo único que hiciera fuera pasármela deprimido en esos casos, ella hacia todo lo posible por animarme aunque no lo lograba por completo debo reconocer que tenia un avance pues solo lograba que mi humor subiera un poco.
—¿A que te refieres?— ladeó su cabeza como solía hacerlo cuando no entendía algo ponía interés alguno.
—Bueno, desde que llegaste aquí has estado conmigo, si te invitan a salir los rechazas y prefieres estar compartiendo mi depresión, me pones antes que muchas personas incluso que tu prima, siempre me sigues a todos lados y te interesa saber de mi.
Andy se quedó sería por un momento y dejó de mover sus pies, desvió su mirada de mi y comenzaba a mover sus manos en señal de nerviosismo además de que mordía su labio inferior.
—No es por nada en especial— sabia que mentía, ella era mala en eso pues nunca daba una respuesta concreta
—Andrea... Sabes que me molestare si no me lo dices— sabia muy bien su punto débil, odiaba que estuviera enojado con ella y que la ignorara así que a veces lo usaba a mi favor.
—Es que... No te puedo decir— a éste punto ya estaba bastante nerviosa y sus manos comenzaban a sudar, ella nunca se sonrojaba a menos que hiciera mucho calor y sus mejillas se pusieran de color carmesí pero en otras ocasiones no.
—¿Ya no confías en mi?—
—No es eso... Es solo que, no quiero que me dejes de hablar si lo digo— En realidad nunca le dejaría de hablar pues se había vuelvo tan importante para mi que se me haría imposible alejarla por mi mismo—Ademas es algo personal—
—Andrea...—
—Ay... Pero es que— me veía suplicando que no insistiera con saber, pero era algo que realmente quería saber y ya era tiempo que me lo dijera. —Está bien, te lo diré, pero debes prometer que no me dejarás de hablar por nada del mundo...—
—Por que te habría de...—
—Me gustas— Andy me interrumpió para poder revelar por fin el por qué de su comportamiento. Había escondido su cara entre sus manos. Yo no sabia como reaccionar, me había sorprendido pues desde Ally no le gusté a nadie más, por lo menos que yo sepa y ahora una chica súper linda en muchos sentidos me decía que yo le gustaba, pero no le podía corresponder, pues no la veía de esa forma.
—Ya sé que yo no te gusto, y que sigues buscando a Allyson, por eso no te lo quería decir— sus labios estaban fruncidos tratando de evitar llorar, pero pronto no lo pudo soportar y las lágrimas comenzaron a brotar mojando sus mejillas.
—Lo siento, lamento si te hice ilusiones, no era mi intención, pero es que, traté de buscar en ti lo que perdí cuando Ally desapareció — me sentía mal por ella pues yo era el único responsable por haber aceptado toda su atención
—Tu no tienes la culpa, yo sabia desde un principio que querías a alguien más, pero incluso aunque no esté aquí te hace sufrir ve como estás, ¿no crees que es hora de dejarla ir? —
Era la primera vez que alguien me decía eso, o por lo menos la primera en la que en realidad lo estoy considerando.Su ausencia me estaba matando, cada día que pasaba era un tormento para mi, me repetia a mi mismo que no debí haberme enamorado de ella para poderla mantener a mi lado.
Pero Andrea tenia razón, ya había pasado mucho tiempo desde que Ally desapareció y hasta ahora no sabia nada de ella, ni siquiera estaba seguro de que estuviera viva y si lo estaba ella no me había buscado yo había pasado días en vela tratando de todo para poderla encontrar pero si ella estaba viva y no venia a verme podía significar que realmente quería estar lejos de mi.
—¿Que pasaría si decidiera dejar el pasado?—
—Yo estaría contigo por supuesto, y bueno, también ¿y si yo fuera Ally?— sus ojos cafés se posaron sobre mi esperando mi respuesta aunque no entendía a que se refería.
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Cupid
Fantasy-¿Por que te vuelves infeliz si te enamoras de un humano?- -El amor de los humanos siempre cambia-