Capítulo 8

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James 

Había pedido permiso al dentista de arreglarme un poco dentro del consultorio. Me quité los lentes y me puse los de contacto, acomodé mi cabello que anteriormente estaba bajo una gorra y me vi al espejo. Quedé perplejo ante mi imagen del espejo ¿enserio ése era yo? no me podía reconocer yo mismo, lucía genial y todo gracias a Ally.

Salí del consultorio luego de darle las gracias al dentista, y ahí estaba Ally leyendo una revista mientras la grosera recepcionista se veía a un espejo arreglando su maquillaje.

  —¿Y bien?— dije sonriendo frente a mi amiga. Tanto ella como la recepcionista voltearon a verme con asombro, me reí ante la expresión de mi amiga, a lo que ella se sonrojó notablemente y al darse cuenta de ello volteo a otro lado —¿Pasa algo?—

—Es que yo... tú, nunca te vi sonreír—volví a reír por su comentario y ella de nuevo se sonrojó—Te ves realmente bien.—

—¿Tan bien como para que las chicas mueran por mi?— ahora Ally rió por mi comentario 

—Te lo aseguro que si, nadie se lo va a esperar—

Ambos salimos de ahí y el resto de la mañana la pasamos en el centro comercial comprando algo de ropa tanto para Ally como para mi, algunas veces pude notar que algunas chicas se me quedaban viendo e incluso tres de ellas se acercó a pedirme mi número o ellas darme el suyo. Ésto era realmente genial, nunca me había pasado, pero se sentía bien ser notado por alguien.

Al regresar a casa mamá gritó de emoción al verme y lloró de alegría según ella.

—Mi niño está creciendo y es realmente guapo ¿no lo crees Ally?—dijo mi madre entre llanto

—Lo es señora, no me extrañaría que mañana a tuviera novia—

—Les prepararé algo especial para celebrar, pónganse cómodos, la cena estará en unos momentos— dijo mamá y finalmente se fue a la cocina. Ally había desaparecido de la sala, así que fui a su habitación donde se encontraba sentada en la cama con su libro en las manos.

—¿Que haces?— pregunté sentándome a su lado.

—Es extraño, sigue en blanco, mejoramos tu apariencia física y al parecer ahora tienes más autoestima, pero aún así está en blanco— dijo examinando cada parte de la hoja

—¿Era algo que tenía que ver con mi imagen?—

—Era sólo una teoría, pero si no pasó nada, eso quiere decir que debemos seguir probando más cosas—

—Estoy de acuerdo con eso, mañana iremos a la escuela, quizás algo pase—

—Tienes razón,—

Y así fue, nos preparamos para la escuela, y James estaba ansioso por la reacción de los demás ante su drástico cambio, sería un gran día para él, obviamente, pero me preocupaba que su nueva apariencia lo fuera a cambiar y no me refiero en buenos términos, sólo espero que por ello no salga lastimado.

...

A cada paso que dabamos se escuchaban murmuros de los estudiantes, sobre todo de las chicas quienes derramaban litros de baba al ver pasar a James, que sonreía coquetamente y disfrutaba de su nueva apariencia como era de esperarse. Y entonces llegó ella... no, no era Jessica, pero si una de sus amigas, Daniela.

—Uh hola eres nuevo aquí ¿cierto?— Daniela se interpuso en nuestro camino y comenzó a jugar con su cabello mientras le hablaba a James

—Amm no, te conozco desde el jardín de niños, soy James— a la rubia se le borró inmediatamente la sonrisa  y se puso algo nerviosa, pero pronto, después de procesar la información retomó la compostura.

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