Cien Días Con El Señor Arrogante.

Capítulo 9: |Hermanos.|

Sazami

* * *

Sakura miraba a su padre como si dos cabezas más le hubieran salido. Los dos niños rubios la miraban con diferentes expresiones. Igarashi tenía el entrecejo fruncido con la mirada retadora, mientras que Sazami la mirada ilusionada ya que ella siempre soñó con tener una hermana mayor para poder jugar a las muñecas con ella.
Sakura estaba en shock. ¿Tenía hermanos?, ¿No se suponía que su padre no podía tener hijos?.
Pero ahí frente ella estaban esos dos niños rubios.

¡Tenía dos hermanos maldita sea!

Sus ojos buscaron la mirada de su padre, pero no la encontró ya que el tenía la mirada gacha.
La rubia menor suspiro y se acerco a la rosada con una sonrisa.

—Me llamo Sazami Tomoto, espero que nos llevemos bien
Sakura-Nee-Chan—
La pequeña rubia dijo dulce pero a la vez seria. Hizashi miraba asombrado a su hija más pequeña y tanto el como los dos rubios esperaban la reacción de la rosada.

—Yo —Ella sentía su garganta seca, su juicio estaba nublado.
—Yo no soy tu hermana y no lo seré nunca —Secamente dijo. Sazami bajo la mirada aguantando las lágrimas, esas palabras le dolieron.
Igarashi corrió hasta donde su hermana y la abrazó.

— ¡Sakura ten consideración, son niños carajo! —Hizashi explotó enojado ante la reacción que ella tuvo con la rubia.
Sakura lo miro enojada.

— ¿Consideración? —-Dijo secamente.
—¿¡Quieres que tenga la misma que tú tuviste al engañar a mamá y a mí!? —

— Sakura tu no entiendes —El se acercó a ella para calmar las cosas.

— ¿¡Que quieres que entienda!?. ¿Que engañaste a mamá con una golfa y tuviste a dos bastardos? —La quijada del Haruno se apretó junto con sus puños.
— ¡Engañaste a mamá con una cualquiera!, y encima tienes el descaro de traer a esos bastardos a nuestra casa —Los ojos jade de ella desfilaban furia. Si bien su relación con ellos dos no era buena ella los quería y la relación de ellos era sagrada para ella.

—Sakura —La paciencia de el estaba al borde del colapso.

—¡Sakura ni un carajo!. Ojala esa mujer se muera y que se revuelque en el infierno —Eso fue todo lo que dijo antes de que su padre le levantará la mano.

— ¡HIZASHI! —Mebuki corrió hacía donde Sakura y la abrazo ya que ella estaba ida debido al impactó de la cachetada que el le dió.

—¡Escucha bien Sakura, Igarashi y Sazami son hijos legítimos míos y no voy a permitir que tu que solamente Mebuki y yo te adoptamos por lástima les falte el respeto ni a ellos ni a su madre! —Espetó colérico.

Cada palabra de lo que el dijo quedo grabada en la mente de ella. Con todas las fuerzas que tenía se puso de pie y lo miro sin emoción alguna.

— Como tú quieras —Con voz ronca ella dijo limpiándose sus lágrimas. Se dio vuelta y salió corriendo de la casa.

* * *

Habían pasado dos horas desde que ella huyo de la casa camino por la ciudad sin meta fija, sus ojos no tenían emoción alguna en estos. Sus piés caminaban por inercia. Las palabras que había dicho Hizashi le resonaban en la mente.
Se sentía peor que la basura.

—Hm —Al darse cuenta que estaba en el parque donde hace pocas horas jugo con Tobi y se sentó en una banca. Las nubes negras cubrían el cielo, las gotas de lluvia que empezaron a caer aproximadamente hace media hora mojaban su cuerpo y ropas por completo.

—¿¡Sakura!? —-Escucho su nombre y lentamente volteo al lado donde lo había escuchado.

—¿Itachi? —Vio como el Uchiha salía de su auto y se ponía su chaqueta encima para no mojarse tanto, cosa que fue en vano, ya que la lluvia apaciguada se convirtió en una fuerte tormenta.

—¿¡Que demonios haces!? —El Uchiha le preguntó tomándola de la mano haciendo que se parase.

— ¿Itachi? —El la observó en el deplorable estado en que se encontraba, sus ojos estaban rojos y parecía estar en otro mundo.
Eso le estrujó el corazón.

* * *