¡Pobre De Mi!

Capitulo 1

•Mi madre es...•

—¿Qué demonios?— respira hondo, respira.

—No repito dos veces, Ashton.

—¿Cómo se te ocurre? ¿Acaso no piensas en lo que acabas de hacer?

—No me hables en ese tono, jovencita.

—¿Vivir con Jamie? ¿Esto es alguna clase de broma? Porque si es así es una de muy mal gusto.— Bufe tratando de ignorar a mi mamá.

—Cariño, es tú hermano tienes que convivir con él.

—¿Sabías que hay una aplicación que se llama Skype? Es muy útil para arreglar las situaciones a "Distancia".

—Al menos que quieras vivir sola y pagar tus estudios.

—Realmente eres un monstruo ¿Lo sabías? ¡Destruyes mi vida!

—Oh corazón, no digas eso.

Reí con amargura.

—No lo intentes, tuviste 17 años para demostrar que me querías.

—Por el amor de Dios ¿Cómo puedes decir eso? Claro que te quiero hija.

—Dile eso al próximo hombre con el que te acuestes, de seguro te creerá.

—Ashton.— Dijo a regaña dientes y frunciendo el ceño.

—Basta, iré a estar con Jessie el poco tiempo que me queda.

Me alejé a zancadas de la sala y fui a mi cuarto.

Mi hermana y yo siempre hemos sido muy unidas, renuncie a la posibilidad de salir de éste infierno por ella. Mi hermano Jamie, se fue al cumplir los 18 años de la casa, prometiendome que se encargaría de mi y mis estudios pero finalmente nos abandonó, como nuestro padre.

Al caer la noche, decidí salir a la cocina para hacer la cena de mi hermana, en ese instante sonó el tiembre, me quedé mirando la puerta por unos minutos con aires de emoción pensando que podrian ser mis amigas, corrí con todas mis fuerzas hasta la puerta y tome suficiente aire para saludarlas. Al abrir la puerta si que me lleve una sorpresa.

—Buenas noches.— Me dio una leve sonrisa.

—¿Qué quiere?— rodé los ojos, debe de ser la cita de esta noche de mi mamá.

—Busco a Clary Schoenfield.— Por Dios ¿Quién dice el apellido?

—Ella no está.— dije cortante — Pero ¿Sabes quién si está? Tú. Quita tus asquerosos pies de la entrada de mi casa si no quieres que llame a la policía, acosador. ¡Linda noche!— estaba a punto de cerrarle la puerta en la cara cuando salió mi madre.

—Josh.— grito desde las escaleras. llevaba puesto un vestido rojo que le quedaba justo al cuerpo y  un maquillaje exagerado.

—Clary.— dijo el hombre que claramente se llamaba Josh.

—Que alegría verte.—

—Y... ¿Nos vamos?— Dijo Josh paseando su mirada de arriba a abajo como si ella fuera algún premio que él estaba decidido a ganar.

—¡Oh! Espera, tengo que ir a buscar mis cosas.— se fue a buscar él no sé qué dejándonos a Josh y a mi solos. Él me miro.

—Oye ¿Te gustan las películas?— Pregunto arqueando una ceja.

—No más de lo que me gustaría patearte la cara, gracias.— Le di una falsa sonrisa.

—Eres una chica dura— saco una tarjeta de su cartera y me la extendió —¿Que te parece si tú y tú hermana van a el cine a ver el rey León?

Solté una risa falsa.

—En primer lugar, no creo que sigan pasando eso en el cine y en segundo ¡Claro! Me encantaría llevar a mi hermana de 8 años a ver una película donde un bebé se queda sin padre porque su tío lo lanzó por un acantilado en sus narices, lindo en verdad.

—Ashton, ya es suficiente.— Mi madre apareció por las escaleras regañándome —Vámonos Josh.

­­­­—¡Oh claro! ¡Vayan, vayan! Búsquense un hotel barato, digo, si es que lo pueden pagar.— Les grite mientras cerraban la puerta. Escuche el auto alejarse, extrañare arruinarle las citas a mi mamá, pero apuesto que destrozar a las de mi hermano, será aún mejor.