3. Tú, ¿Otra vez?

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¿Encontrarme contigo fue obra del destino?, más allá de los secretos, lo único que hice fue recuperarte, ¿Por qué piensas que quiero poner tu mundo de cabeza?

¿Encontrarme contigo fue obra del destino?, más allá de los secretos, lo único que hice fue recuperarte, ¿Por qué piensas que quiero poner tu mundo de cabeza?

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Los labios de Lauren se sentían como pinchazos en su mejilla, como dos pétalos teñido en rojo sobre una capa de espina. En realidad, no se trataba de espinas sino de los propios dientes de la pelinegra, qué sin ningún decoro, habían mordido suavemente la tierna piel de la mejilla de Camila, la que sabía a maquillaje y rímel.

Una salada lagrima negra recorría su cara.

Oscura como sus ojos.

Lo siento, me deje llevar — susurró, pero Camila no la veía a ella, parecía que ni siquiera se había dado cuenta del impulsivo actuar de la azabache.

Lauren pronto se dio cuenta de que miraba fijamente al cuerpo tirado en el piso, cubierto por un charco de sangre, casi ahogándose en ella.

Si quieres decirme algo, puedes hacerlo ahora — añadió al momento en el que la castaña le había dado la espalda, como si sintiera recién el peso de la muerte que presenció.

Una muerte tosca y vulgar. Una descripción precisa del hombre en cuestión, pensó Lauren en su lugar.

Yo...quiero decir, tú... — Camila dio un suspiro y giró sobre sus talones para encarar a la pelinegra, pero la inexpresividad de su rostro la hizo callar abruptamente.

Veo, ¿Quieres saber si está muerto? ¿No es así? — completó la oración por ella. Lauren le regalo una gélida mirada, divirtiéndose internamente por el semblante nervioso de la -su- temerosa chica.

Si — respondió simplemente, dirigiendo su mirada hacia cualquier lado menos en sus ojos verdosos y el cuerpo inerte tras ellas.

Eres demasiado tierna, Camila — se abstuvo de tocar su mejilla — Quiero que sepas que mientras yo esté cerca, nada malo te sucederá — mientras cada palabra era pronunciada con una suavidad escalofriante, Camila se encontró con esos orbes verdosos, robándole el aliento por la calidez en estos.

Definitivamente se estaba volviendo loca ¿Calidez? Aquella mujer había matado a un hombre, sin embargo, a pesar de su leve estado psicótico debido al trauma, pudo divisar esa sonrisa mientras el proyectil de la bala impactaba en el corazón del hombre, sus ojos gélidos y (in)expresión completamente fijos en él.

— ¿Qué dices con estar cerca? — preguntó aturdida, sintiendo la suave presión de la mano de Lauren en su espalda, sintiéndose intimidada, pero sin querer alejarse del tacto.

Ambas cruzaron el umbral. Sus oídos palpitando por la música estruendosa. Camila se sentía aturdida, envuelta en una niebla invisible, en donde el rostro de Lauren, sus manos apretaban el gatillo innumerables veces, en cámara lenta.

𝑴𝒚 𝑺𝒘𝒆𝒆𝒕 𝑶𝒃𝒔𝒆𝒔𝒔𝒊𝒐𝒏 © (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora